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Voto de jastarloa:
9
Cine negro. Intriga. Thriller El profesor Wanley y sus amigos comienzan a obsesionarse con el retrato de una bella muchacha, que está expuesto en el escaparate contiguo al club en que se reúnen. Wanley conoce por casualidad a la mujer del retrato y acepta ir a su apartamento. Pero allí ocurrirá algo inesperado. (FILMAFFINITY)
9 de agosto de 2006
126 de 155 usuarios han encontrado esta crítica útil
El guión es una maravilla impredecible, de una inteligencia poco común y con un sentido del humor irresistible. Parte de tres ideas básicas realmente interesante (aunque destripo conceptos muy genéricos, es recomendable que no las leas si no has visto la película): por un lado, hacer que el asesino sea un reputado profesor experto en este tipo de crímenes; por otro, hacer que él mismo se vea inmiscuido en el proceso de investigación policial sin resultar sospechoso a pesar de estar metiendo la pata continuamente; y por último, la atracción fatal irreprimible tan del gusto de Lang y tan presente en este género. Y no se para ahí: también hay chantaje.
Robinson, Bennett, Massey y Breon están perfectos.

Contras: podría haberse mejorado la música en un par de tramos; aunque Duryea no lo hace mal del todo, no me parece el actor perfecto para ese papel. Por decir algo que justifique el no haberle dado un 10.
Pero no estoy para nada de acuerdo con la crítica de un usuario anterior al que el guión le parece poco trabajado y que considera infantiles las meteduras de pata del criminólogo. Yo no he asesinado nunca, pero entiendo que los nervios te pueden traicionar (yo soy "experto" en robótica y me traicionan cuando tengo que hablar en público, o sea que no os quiero ni contar lo que me pasaría a mí bajo semejante presión). Pero, claro, si hubiera sido Hitchcock el director, todos a chupársela. Pues para mí esta película supera a la mayoría de las que ha firmado el orondo británico –quien, por otra parte, está entre mis cineastas favoritos–. Por ejemplo, podemos encontrar aquí, en 1944 y con un tratamiento aún más ingenioso, las escenas que Hitchcock prácticamente repetiría en 1960 cuando Leigh se pone nerviosa mientras le sigue el policía en la primera parte de Psicosis.

La elegancia se está perdiendo en el cine y en la vida. Es una pena, pero siempre quedarán los clásicos negros de intriga, como éste, que es uno de los que más me han gustado en lo que llevo de existencia. Y no es el único de Lang entre mis favoritos.
jastarloa
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