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España España · Zaragoza
Voto de Hilodeseda:
5
Drama A los 33 años, Grace Kelly, una gran estrella de Hollywood, renunció a su carrera como actriz para casarse en 1956 con el príncipe Rainiero III y convertirse en Su Alteza Serenísima la Princesa Gracia de Mónaco. La historia se ambienta en plena crisis política y económica entre Francia y Mónaco, crisis en la que la actriz americana estuvo involucrada. (FILMAFFINITY)
25 de mayo de 2014
22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre se ha dicho que toda publicidad es buena, por mala que ésta sea. Que hablen de uno aunque sea para mal significa que estas en sus cabezas y no eres olvidado.

El francés Olivier Daham casi fiel al refrán, ha provocado que se hable mucho de su película aunque seguro que no como hubiera deseado. Daham quería dar en el clavo de nuevo con un biopic –recordemos que saltó a la fama por la dirección de “La vida en rosa” por la que Marion Cotillard ganó el Oscar a mejor actriz en 2007–, pero esta vez ha pinchado en hueso.

Y es que “Grace de Mónaco” ha arrastrado varios problemas desde el principio. Desde los distintos puntos de vista conceptuales con los Weinstein, a los retrasos en las fechas de estreno (era la idea inicial), a por supuesto las críticas hacia la verosimilitud de lo que se cuenta en la película por parte de la corona monegasca. Todo ello en el fondo ha generado un caldo de cultivo propicio para el más grande de los escarnios dentro del mundo de la crítica. Los cuchillos afilados en todo lo alto.

“Grace de Mónaco” no es un biopic al uso donde veamos la infancia, enamoramiento y trágico fallecimiento de la actriz/reina; sino que se centra exclusivamente en los primeros meses del 1962, año –por lo visto– crucial tanto en el devenir familiar Grimaldi como en la estabilidad del Principado de Mónaco.

Grace Kelly se dedicó a la interpretación a pesar de la oposición familiar, consiguiendo que sus deseos primaran por encima de los de su estricto padre. Una vez alcanzó su sueño y en los poco años en los que se dedicó a ello (del 1951-56), tuvo tiempo de convertirse en la musa del mejor Hitchcock, trabajar con Gary Cooper, Cary Grant, Bing Crosby, William Holden, James Stewart y Clark Gable, y ganar a su vez un Oscar a mejor actriz en 1954 por “La angustia de vivir”.
Grace Kelly tenía aspecto de princesa, poseyendo factores que así te hacían contemplarla: Un bonito cabello rubio, una preciosa cara angelical y una extraordinaria dulzura y elegancia. Toda una futura reina.

En “Grace de Mónaco” Daham quiso centrarse en ese dilema interno que supuso para Grace Kelly el tener que dejar la interpretación (en pleno auge) una vez se convirtió en la reina consorte de Mónaco, y en los problemas de adaptación que una norteamericana de Filadelfia estaba viviendo en pleno corazón de Europa. La película comienza con Alfred Hitchcock visitando a la ya reina para ofrécele el papel en “Marnie la ladrona” en un momento de crisis dentro del matrimonio Grimaldi y en la política del principado, con Francia y Mónaco enzarzados en pleno choque diplomático sobre la exención de impuestos y la fuga de empresarios franceses al paraíso fiscal.

Lo más destacable de la película, con guion de Arash Amel, es el impresionante trabajo de vestuario a cargo de la célebre diseñadora de vestuario Gigi Lepage, la mujer que se encuentra detrás de los 49 'looks' lucidos por Kidman; un trabajo que esconde meses de investigación, búsqueda, confección y recreación de piezas que alcanzan la categoría de obra de arte. La otra parte destacada es sin lugar a dudas es la interpretación y dedicación que Nicole Kidman ha puesto para el papel de Grace, algo que le ha supuesto a la actriz meses de visionados de videos de sus películas y grabaciones de televisión de su vida política como Su Alteza Serenísima la Princesa Grace de Mónaco.

Sin embargo la película presenta múltiples trabas para el desarrollo satisfactorio de la historia. Desde la enorme frialdad con la que Daham expone “su” historia, a la incompatibilidad de Tim Roth como pareja de Nicole Kidman, la extraña y deficiente filmación a través de excesivos primeros planos del rostro de Kidman –redundancia–, pasando por lo estereotipados de muchos de los personajes mostrados –políticos franceses, Aristóteles Onassis, el excesivamente influyente Padre Tucker (Frank Langella), incluso la exagerada Paz Vega como María Calas–. Muchos factores que completan un producto insatisfactorio en varios aspectos.

No obstante y a pesar de ello, lo cierto es que me interesó en todo momento la historia. El cine tiene esas cosas. No sé si fruto de mi desconocimiento en lo sucedido en esa época, o por el tesón que Nicole Kidman ponía en cada plano, pero la realidad es que no desconecté en ningún momento. Será la magia de un personaje de cuento.

Lo mejor: Nicole Kidman y todo el diseño de vestuario.
Lo peor: La mayúscula frialdad con lo que todo está filmado.
Valoración:

Banda sonora: 5, Fotografía: 5.5, Interpretación: 6, Dirección: 3, Guion: 4.5
NOTA FINAL: 4,80

@hilodeseda - www.habladecine.com
Hilodeseda
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