A pesar de que se hace "demasiado" larga (el demasiado es un decir ya que, menudas casi cuatro horas que pasamos), el film es una joya. No está de más señalar que es algo lenta, pero el hecho de utilizar la elipsis en esta película no se antoja una acción innecesaria, ya que nos deja meditando y reflexionando sobre la manera de pensar o actuar que tienen unos personajes con los que sufrimos, reímos, nos sorprendemos por su manera de proceder, incluso empatizamos a pesar de que, en el fondo no reflejen más que a unos mafiosos que entienden que la vida es cuánto más se robe y estafe mejor. Porque lo que aquí nos encontramos es un retrato de los tejemanejes, con todo lujo de detalles, de una mafia a la que se le coge cierto cariño. Algo a mi entender muy difícil. No es fácil empatizar con la misma.
Luego, puesto este hecho sobre la mesa, debemos señalar que la película es una mirada nostálgica al pasado, donde las lágrimas se pueden escapar al más insensible ante las dolorosas decisiones finales que por h o por b cogen los personajes que la encumbran. Además de esto, el film deja formidables diálogos. Un ejemplo es aquel que sale de boca de Robert De Niro, dirigido a su amigo Max casi al final de la película, que le hace ver que todo tiene un principio y un fin, y sobretodo como se puede dar un guantazo sin manos a pesar de que, muchos de éstos también vaya acompañado de su poco de sangre.
Quizás la excelencia es alcanzada por una melodía prodigiosa que transmite tristeza a juego con un ambiente dramático donde la traición, el engaño, la corrupción son tratados en su justa medida.
Es posible que, las tres épocas en las que se enmarca la historia queden bien reflejadas gracias a una estupenda atmósfera, pero también es cierto que uno se hace un lío con tantos cambios, narrándose los acontecimientos de una manera que a veces puede hacernos perder el hilo. Pese a ello, siempre está la opción de darle al replay, como he hecho yo, y ver que se puede, no sin dificultad, comprender más o menos de que va el argumento. Gracias a un guión complejo, pero eficaz, se llega a una resolución que dejará a punto de saltar las lágrimas al personal y aupará a la película a la categoría de obra maestra. Muy recomendable.