¡Hola amigos! bienvenidos a una nueva edición de "Tortas Como Panes". Hoy vamos a cocinar una venganza bien hecha, un plato que los más ortodoxos prefieren servirlo frío, si bien existe la tendencia cada vez más extendida de presentar este exclusivo manjar lo más caliente posible...
Y para la receta de hoy vamos a necesitar:

- Una familia asesinada
- Tres cuartos de vida robada
- Una chispa de recuerdos perdidos
- Varios puñados de ira (no escatimar, cuanta más ira mejor)
- Un buen surtido de habilidades adquiridas durante muchos años de entrenamiento y servicio
- Un bote de odio concentrado
- Soledad en polvo
- 5 litros de sangre fría
- Todo cocinado con mucha, mucha rabia
- El aderezo de olvido, perdón o compasión puede rebajar bastante el sabor

Modo de presentación:
Elegir invitados que merezcan tal manjar. Hacerles sentir importantes por un instante, que no sepan lo que van a probar. Cuando menos lo esperen sacarles las viandas y calentar a máxima temperatura hasta que todos los ingredientes se entremezclen, rebosen y se fusionen en una explosión de sabor. Se podrá servir con cualquier cubierto: pistolas, rifles, escopetas, todo tipo de armas blancas, martillo pilón, incluso con las manos, etc. Se aprovecharán todos los recursos que se tengan a mano para crear un ambiente más armónico. No olvidar decorar el plato con la sangre del comensal. Se valorará la originalidad a la hora suministrar todos los ingredientes.


Magistral.