Haz click aquí para copiar la URL
España España · Palma (Mallorca)
Voto de Miquel:
7
Drama Karen y Marta, compañeras de la universidad y ya graduadas, convierten una granja que ha heredado Karen de su abuela en un colegio para chicas. Pero un día las dos profesoras y el doctor Joe Cardin, el médico que las animó a construir la escuela, se ven envueltos en un escándalo cuando una alumna perversa se dedica a difamarlos. (FILMAFFINITY)
23 de octubre de 2010
25 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera colaboración de William Wyler (Alemania 1902- L.A./EEUU 1981) con el productor Samuel Goldwyn. El guión, de Lillian Hellman, adapta con variaciones su obra de teatro “The Children’s Hour” (1934), basada en hechos reales sucedidos (1810) en Edimburgo. Entre noviembre de 1935 y enero de 1936, se rueda en escenarios naturales de Franklin Canyon (Santa Mónica Mountains, L.A.) y en estudio, con un presupuesto relativamente holgado, como ocurre siempre en las producciones de Goldwyn. Nominado a un Oscar (actriz de reparto, Granville), el film se estrena el 18-III-1936 (EEUU). La acción dramática tiene lugar en el campus de una Universidad norteamericana, en una granja de las afueras de Lancet (MA) y en Viena (Austria). Se extiende a lo largo de varios meses de 1934-35.

El film sobresale por la agilidad, eficacia y solidez de la narración que desarrolla. Pone de manifiesto las habilidades del realizador, del que acredita su competencia y fértil imaginación. Combina de modo sorprendente unos diálogos muy bien elaborados, una brillante puesta en escena y un trabajo de cámara rico en recursos y aciertos visuales. Presenta un diseño de planos que con brevedad poco común dicen muchas más cosas de lo que el espectador espera. Son magníficos dos planos en diagonal de la ceremonia inicial de graduación. Emociona el plano de las ruedas en movimiento de un ferrocarril que al pasar deja en el centro de la pantalla la imagen de las dos amigas, componiendo una potente elipsis que en pocos segundos traslada la acción en el tiempo y en el espacio.

En varias ocasiones la cámara explica la acción principal dejándola fuera de pantalla y mostrando en primeros planos las reacciones de quienes la contemplan desde el interior del plano. Otras veces la cámara se sitúa en una posición alejada de la acción principal para mostrar en un plano general las emociones colectivas. Tienen su importancia las acciones que se ven en segundo término o en el fondo del plano. La película reclama ser mirada con atención y con espíritu dispuesto a gozar de unas imágenes concebidas con maestría y filmadas con un agudo sentido de la belleza plástica.

Otra gran virtud de la obra viene dada por la acertada interpretación de los protagonistas. Ofrecen un trabajo colectivo equilibrado, exento de estridencias, contenido y creíble. Hopkins se muestra sensible y convincente. Oberon luce su belleza exótica ofreciendo intervenciones llenas de naturalidad y serenidad. Joel McCrea asume con dignidad el papel de apoyo al lucimiento de las protagonistas. La niña Mary Tilford (Granville) se come la pantalla en casi todas sus intervenciones. Rosalía Wells (Marcia Mae Jones), en un papel de niña frágil y entrañable, se gana la simpatía del público.


.../
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow