Uno de los clásicos de la cinematografía argentina, interesante acercamiento a un hecho histórico en ese momento relativamente reciente, apenas 50 años después de sucedido.
Considero que lo más destacable y elevado de la película para que no sea solo un panfleto es la forma de retratar a los contrarios, si bien en los hacendados y el gobernador hay un poco de caricatura, hasta los estos tiene sesgos humanos y remordimientos, pero el que destaca por sobre todos y quien es el protagonista de la película, el teniente coronel Zavala, interpretado magistralmente por Héctor Alterio, mostrando todas las contradicciones de un hombre que trata de seguir las ordenes recibidas y de actuar en consecuencia con sus creencias de la mejor forma posible, a pesar de que eso lo lleve a hacer atrocidades, pero la película no lo juzga.
Para mí es lo que la hace digna y memorable, saber retratar y humanizar al oponente.
Muy buenas interpretaciones de Pepe Soriano, Luis Brandoni y Federico Luppi, todos si bien están en el mismo bando cada uno representa una visión diferente del movimiento y del como y el qué se debe actuar en un conflicto, también los muestra en sus imperfecciones, algunos de ellos dogmáticos, intransigentes, utópicos, desorganizados, sin ver lo que se les podía venir encima, pero en el fondo honorables, y en eso también la película logra mostrar el honor sin caer en lo solemne o lo cursi.
Lo malo es lo que destacaron otros, las muertes resultan grotescas, cuando dan balazos no les brota la sangre a los muertos, son descuidos bastante patéticos.