Casi todas las películas de Libertad Lamarque en Argentina, salvo un par de excepciones, fueron melodramas musicales, pero cada director decidía explotar una faceta diferente dentro de ese rango, algunos su carisma, otros su dulzura, y en el caso de Saslavsly en sus melodramas lo hacia con la parte trágica, sus heroínas siempre estaban condenadas por su pasado o para más injusticia el de un familiar, ella pagaba los platos rotos ajenos.
La historia está bien llevada, los diálogos pese al género y a ser de época o suenan acartonados.
Interesante la relación madre e hija, dentor de lo que es un melodramón lacrimógeno, pero a pesar de eso está bien elaborada y logra que el espectador empatice con ellas y se conmueva de su sufrimiento.