En los 60, estos amigos, Franky, Dean Martin y Sammy Davis Jr, hicieron varios trabajos juntos aparte de grabar sus canciones en solitario.
Aquí cuentan con Edward G. Robinson para la presentación, que actúa un poco igual que en Perversidad, en un banquete de compañeros para homenajear al jefe (en este caso el jefe es él).
Peter Falk es el otro invitado, sólido y curtido actor para este tipo de papeles como demuestra en Un gangster para un milagro.
El 4º gángster y la 4ª voz es Bing Crosby, de quien el propio Frank Sinatra era una gran admirador. De hecho, los números musicales que él interpreta son los mejores, haciendo de predicador y con los niños, y es con él cuando sube de categoría la película.
La película fue producida por Sinatra como una comedia musical, con escenarios lujosos y acertados pero poco fuelle narrativo.