Media votos
6,9
Votos
276
Críticas
42
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Estelwen:
6
7,8
142.246
Bélico
Segunda Guerra Mundial, 1944. Tras el desembarco de los Aliados en Normandía, a un grupo de soldados americanos se le encomienda una peligrosa misión: poner a salvo al soldado James Ryan. Los hombres de la patrulla del capitán John Miller deben arriesgar sus vidas para encontrar a este soldado, cuyos tres hermanos han muerto en la guerra. Lo único que se sabe del soldado Ryan es que se lanzó con su escuadrón de paracaidistas detrás de ... [+]
5 de septiembre de 2012
51 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
No tengo adiestramiento militar. Soy aficionada a la historia, he jugado un poco a wargames y una vez a rol del Comandos de Guerra. Bien, con este modesto de bagaje, hubiera sido mejor capitán que John Miller en "Salvar al Soldado Ryan". Y sin haber estudiado cine, también hubiera sido mejor guionista. Eso sí, le pongo un 6 a la película por su fotografía, por su banda sonora, por sus efectos especiales, y sobre todo por la escena del Desembarco, que es sin duda la mejor y más realista escena bélica que he visto en una película. Lástima que el resto del filme no esté a la altura de sus primeros y gloriosos 20 minutos.
Pero, oigamos lo que dicen sus responables y sus portagonistas de ella...
-Hola, soy el guionista que tuvo la brillante y patriota idea de poner al principio y al final de la película el plano interminable de la bandera americana, para que quede muy claro a todo el mundo quién jodió a los alemanes en Normandía. Al fin y al cabo, los británicos, los canadienses y los polacos en realidad no estaban. Bueno, vale, sí que estaban, pero no le importan a nadie. Venga, cantad conmigo: "Barras y estre-barras y estre-barras y estreeee-llas".
Pero, oigamos lo que dicen sus responables y sus portagonistas de ella...
-Hola, soy el guionista que tuvo la brillante y patriota idea de poner al principio y al final de la película el plano interminable de la bandera americana, para que quede muy claro a todo el mundo quién jodió a los alemanes en Normandía. Al fin y al cabo, los británicos, los canadienses y los polacos en realidad no estaban. Bueno, vale, sí que estaban, pero no le importan a nadie. Venga, cantad conmigo: "Barras y estre-barras y estre-barras y estreeee-llas".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
-Hola, soy el capitán John Miller. Soy un poco gafe, porque todos los soldados a los que intento ayudar a salir de la playa de Omaha acaban reventados. Para tomar una posición de ametralladora en medio del campo que no es un objetivo prioritario y cuyos efectivos NO nos han percibido, en lugar de tratar de flanquearla decido que la mejor estrategia es el avance frontal a la voz de YA. Para realizar la aproximación más peligrosa, uso al único sanitario del grupo, que es convertido en un queso gruyere. Al final de la película, me acribillan porque estúpidamente y sin motivo alguno me da por ponerme a tiro. ¡Necesito un sanitario! Uy, espera, lo mandé a la muerte estúpidamente para poder morir de forma dramática y dar el sorpresón final de la película.
-Hola, soy el sanitario. No sé qué hago en este grupo, la verdad, porque en el ejército americano no existen los heridos: todo el que recibe un disparo muere sí o sí. Además, me presento voluntario para un flanqueo peligroso y ni mi capitán ni mi sargento se oponen. Muero, pero, ¿qué más da? Como ya he dicho, al fin y al cabo aquí todo el que recibe un disparo muere seguro.
-Hola, soy el cabo traductor nenaza. Me paso toda la película lloriqueando y al final mato al alemán amable al que yo mismo ayudé a salvar. No me miréis así, es que soy americano. Y en esta película los americanos somos unos cabrones que nos ensañamos con los prisoneros y los heridos del bando contrario.
-Hola, soy el francotirador. Estoy en un campanario. Los enemigos disponen de carros Tiger y yo me dedico a disparar con mi fusil mientras mi compañero dispara con la ametralladora. Como no he visto "Enemigo a las puertas" porque aún no la han rodado, no sé que la regla básica del francotirador es no disparar jamás más de dos veces desde la misma posición. Así que, aunque a mi compañero ya se le ha terminado la munición de la ametralladora, yo sigo disparando una y otra vez a los alemanes de abajo. Al sexto o séptimo disparo, el Tiger me ha localizado, ha apuntado a la torre del campanario, y como no me ha dado por bajarme de ahí obviamente me acaba volando en pedazos. Pero, eh, maté alemanes.
-Hola, soy el pringado que va a lanzar una bomba casera a uno de los Tiger. Tiene la mecha encendida. Pero como soy retrasado mental, en lugar de echársela al carro de combate me quedo con ella en la mano hasta que exploto. Ja, pero, ¿y lo que les costará a los alemanes recogerme después?
-Hola, soy el soldado Ryan. He decidido que defender un puente vale más que mi vida y la de todos los pringados a los que han mandado a recogerme. Soy tan buen soldado que me paso las órdenes del Jefe de Estado Mayor de los EEUU y los sentimientos de mi madre por el ojete. Se supone que estoy muy emocionado porque gracias a que el capitán Miller dio su vida por mí (que le den al resto) he conseguido llegar a ser un vejete adorable con tres nietas chonis, pero dentro de un segundo me va a dar una apoplejía al recordar que el capitán Miller no dio su vida por mí ni por llevarme de vuelta a casa, sino porque yo me empeñé estúpidamente en defender un puente que de todos modos, ni podíamos defender solos con los pocos que éramos, ni hizo falta que nos quedáramos porque al final vinieron los cazabombarderos.
-Hola, somos los pilotos de los cazabombarderos del final. Puedes llamarnos "deux ex machina". Llegamos sin ser avisados, dejamos caer cuatro bombas con precisión absoluta, y luego nos vamos dejando una heroica estela de humo. Vale, lo admitimos, nos llamamos Bruce Wayne y Tony Stark.
-Hola, soy el sanitario. No sé qué hago en este grupo, la verdad, porque en el ejército americano no existen los heridos: todo el que recibe un disparo muere sí o sí. Además, me presento voluntario para un flanqueo peligroso y ni mi capitán ni mi sargento se oponen. Muero, pero, ¿qué más da? Como ya he dicho, al fin y al cabo aquí todo el que recibe un disparo muere seguro.
-Hola, soy el cabo traductor nenaza. Me paso toda la película lloriqueando y al final mato al alemán amable al que yo mismo ayudé a salvar. No me miréis así, es que soy americano. Y en esta película los americanos somos unos cabrones que nos ensañamos con los prisoneros y los heridos del bando contrario.
-Hola, soy el francotirador. Estoy en un campanario. Los enemigos disponen de carros Tiger y yo me dedico a disparar con mi fusil mientras mi compañero dispara con la ametralladora. Como no he visto "Enemigo a las puertas" porque aún no la han rodado, no sé que la regla básica del francotirador es no disparar jamás más de dos veces desde la misma posición. Así que, aunque a mi compañero ya se le ha terminado la munición de la ametralladora, yo sigo disparando una y otra vez a los alemanes de abajo. Al sexto o séptimo disparo, el Tiger me ha localizado, ha apuntado a la torre del campanario, y como no me ha dado por bajarme de ahí obviamente me acaba volando en pedazos. Pero, eh, maté alemanes.
-Hola, soy el pringado que va a lanzar una bomba casera a uno de los Tiger. Tiene la mecha encendida. Pero como soy retrasado mental, en lugar de echársela al carro de combate me quedo con ella en la mano hasta que exploto. Ja, pero, ¿y lo que les costará a los alemanes recogerme después?
-Hola, soy el soldado Ryan. He decidido que defender un puente vale más que mi vida y la de todos los pringados a los que han mandado a recogerme. Soy tan buen soldado que me paso las órdenes del Jefe de Estado Mayor de los EEUU y los sentimientos de mi madre por el ojete. Se supone que estoy muy emocionado porque gracias a que el capitán Miller dio su vida por mí (que le den al resto) he conseguido llegar a ser un vejete adorable con tres nietas chonis, pero dentro de un segundo me va a dar una apoplejía al recordar que el capitán Miller no dio su vida por mí ni por llevarme de vuelta a casa, sino porque yo me empeñé estúpidamente en defender un puente que de todos modos, ni podíamos defender solos con los pocos que éramos, ni hizo falta que nos quedáramos porque al final vinieron los cazabombarderos.
-Hola, somos los pilotos de los cazabombarderos del final. Puedes llamarnos "deux ex machina". Llegamos sin ser avisados, dejamos caer cuatro bombas con precisión absoluta, y luego nos vamos dejando una heroica estela de humo. Vale, lo admitimos, nos llamamos Bruce Wayne y Tony Stark.