¿Qué la vida es aburrida y monótona? Sí, pero no tiene que venir un narrador horrible y pretencioso a hacérnosla todavía más insufrible..

Sequedad, fragmentación, insularidad, incomunicación, silencio, mediania, mediocridad. Esos son los mimbres de esta película. Estaría genial que sirvieran para crear una silla robusta y radiante, pero lo único que consiguen es, parece imposible, construir algo más desparramado, inconcluso y mediocre que todos esos elementos por separado.


No hay síntesis, ni trascendencia, solo mediocridad sin distancia, y la forma, desgraciadamente, se alia para aguar la fiesta a ese contenido pretendido pero no logrado.

Eso sí, algo ha conseguido la cinta, mostrarnos las tragaderas de muchos críticos hambrientos de buenas películas que hay en este pais. En fin, pan para hoy y hambre para mañana.

Es una pelicula forzada, la evidencia de la necesidad de morir es empotrada contra el espectador a trompicones, con zalameros y efectistas golpes de montaje; este, se ayuda por una banda sonora que casi atraca la sensibilidad del espectador obligándole a sacar todo su sentimentalismo en forma de lágrima fácil. Los recursos drámaticos priman ante lo que podría haber sido una mirada más sincera y honesta, que hubiese dejado que la pelicula fluyera desnuda de artificios y que hubiese dejado que germinasen (o no) en el espectador las emociones.

Pelicula, en mi opinion, muy sobrevalorada. Donde destaca una terrorifica interpretacion de Mitchum, algunos momentos magicos de sentido lirismo y el hecho de que en el año de su estreno supusiera una incursion irreverente por los bajos fondos del puritanismo. De todas formas, el guion es pobre, los personajes principales están todos excesivamente caricaturizados, y el final despide un tufillo insoportable a una moralina contra la que, en un principio, parecia arremeter. A todo esto, a la pelicula no le ha hecho ningun favor el ser la primera en recibir el apellido "de culto".

Ésta es la gran pregunta que necesariamente asaltará a todos aquellos que todavía seguimos fascinados por la magia y el talento demostrados en "Alien" y, sobretodo, en "Blade Runner". ¿Donde está aquel Ridley? ¿Quien se hace pasar por él firmando obras como "Blackhawk derribado", "Gladiator" o ésta última "El reino de los cielos"? No se entiende ésta desastrosa evolución, ni siquiera con la apelación a una acomodación a las recetas taquilleras ni a un "vivir de las cuentas bastante desvergonzado" Si es cierto que "el que tuvo retuvo" está claro que el verdadero Ridley Scott permanece en paradero desconocido y alguien se hace pasar por él. ¿Dónde estas Ridley? Por favor vuelve, y por favor, Orlando, vete.

"Primer" es un paradigmático ejemplo de cómo alguien puede enfocar mal la inteligencia. El ritmo trepidante, entrecortado y deslavazado no ayuda a generar la expectación deseada. El virtuosismo científico-técnico que atraviesa la trama se regocija en el detalle, pasa a hurtadillas por el tema filosófico que subyace detrás de tanta banalidad instrumentalista, hasta el punto que las paradojas se desinflan de contenido dramático, emocional, moral e intelectual, de igual manera que desinfla la paciencia de un espectador que no se para de preguntar quien habrá tenido la desafortunada idea de haber puesto en las manos de un monstruito de la ciencia una cámara cinematográfica.
En resumen, el film fracasa en dos sentidos fundamentales, en el narrativo-cinematográfico y en el científico, ya que, por otra parte, la incursión con pretensiones objetivistas acaba por malograrse en un panfleto freak de una generación cuya única preocupación en su vida es especular improductivamente con paradojas espacio-temporales.