Nolan, subido al carro de las primadonnas cinematográficas, intenta dar vueltas de tuerca a los géneros para que su legión de admiradores milennial-gafapasta-hipster piense que reinventa el cine cada vez que perpetra una de sus pomposas películas.

¿Que querías hacer una peli sobre la retirada de la BEF de Francia?...chaval, mírate el travelling-secuencia de la playa en "Expiación" y aprende a contar y transmitir en 4 minutos y 58 segundos lo que tú has sido incapaz de narrar en dos horas.

Por supuesto, como es Nolan, juega con el tiempo real de acciones solapadas par darse ínfulas de no realizar películas fáciles de entender, no vaya a ser que el lobby intelectualoide salga defraudado, aun cuando sea absolutamente intrascendente para la película...

¿Escenas de batallas aéreas espectaculares?...Vete a cagar, Nolan.."La batalla de Inglaterra", rodada hace casi 50 años, te da cien millones de vueltas...

¿Barcos hundiéndose y gente ahogándose?...Incluso las escenas del hundimiento del Arizona, de la aborrecible "Pearl Harbor", angustiaban más

¿interpretaciones? Nolan a sus actores: No sonriáis, no habléis, poned cara pétrea todo el rato y ya está...

Si queréis ver una película sobre esta retirada-batalla os recomiendo "Fin de semana en Dunkerque" de Henri Verneuil. No es una gran, gran película, pero sí mucho más honesta en todos los sentidos...

Desasosegadora película que juega, curiosamente, con lo predecible del argumento, y mostrando algunos momentos inquietantes. Lo que juega a favor de la cinta es un ritmo lento, que desgrana el plazo de la inexorable evolución de la enfermedad y su consiguiente riesgo para la familia de la contagiada, sin caer en ningún momento en el efectismo o la sensiblería.

Sinceramente, creo que Arnold está soberbio. Contenido sin ser hierático. Mas estoico que duro. Un personaje resignado y consecuente.

Pese al bajísimo presupuesto, el director logra secuencias que encuadran la trama en un mundo desolado.

Altísimamente recomendable, para mi gusto.

Esta cosa es un refrito de géneros indescriptible. Para que os podáis hacer una idea sólo faltan los tiburones en los tornados (que seguro que los han dejado para la segunda parte junto a los hipopótamos).

Aunque os pueda parecer increíble, hay ideas (de guión y visuales) directamente fusiladas de alguna de las fechorías perpetradas por SiFi Channel (concretamente la de las repentinas heladas cercanas al cero absoluto)...a partir de ahí, os podéis imaginar el resto (Miento. No podéis a no ser que vuestra mente sea siniestramente retorcida).

Dean Devlin, productor de Independence Day, Godzilla y alguna otra cosa más, aspira a trascender el cine palomitero imaginando un futuro cercano en el que dominamos el clima desde el espacio. Vale. Puede pasar. Ciencia Ficción cercana rollo "Gravity". Como ha visto "El ala oeste de la Casa Blanca" mete unas dosis de Política internacional (y a algún secundario). Le gustó mucho "JFK Caso abierto", así que conspiración contra el nobilísimo presidente de los EEUU (de minoría racial, por supuesto) al canto. La saga Bourne le encanta, así que pone a los malos a perseguir al chico bueno apoyado por una agente superpreparada que está colada por él. Mientras tanto, Gerard Butler (que hace de ingeniero, al loro), se da una vuelta por el espacio con una actriz europea (cosa que queda muy chic en pantalla) para salvar al planeta por segunda vez de efectos especiales tan trillados que aburren.

Estoy superado. Superadísimo. Me niego a creer que semejante bazofia pueda serle grata ni siquiera a un adolescente perturbado por las hormonas, conversaciones semi-telepáticas por Whatsapp y horas de visualización de E-Sports en youtube.

Huid de esta abominación como de la peste.

Llevo muchísimos años revisitando Zardoz de vez en cuando...es una película que recomiendo a los más jóvenes para que vean como sus padres e incluso sus abuelos le daban al coco cuando ellos aun ni siquiera eran un proyecto de futuro.

Zardoz es todo lo que he escrito en el título y muchísimo más. Es una forma de ver la vida. Es una inquietud hecha celuloide del bueno, con sus limitaciones y el peso del tiempo sobre sus hombros y, aun así, asombrosamente inamovible del podio de las películas de culto.

Porque Zardoz es el epítome del cine de culto. Marginal, arriesgada, sólo para paladares muy exigentes sin complejos, reparos y de mente muy amplia, como el mostacho pasado de moda del ya casi otoñal Connery que a la vez actúa como icono irreductible de una rebeldía cinematográfica que ya se ha perdido en la vulgaridad hollywoodiense.

Millennials, atreveos con ella y después analizad si sois tan transgresores como creeis o aún podéis aprender algo de nosotros, los viejos con mostacho que se atrevieron a meterse en la boca de un dios para acabar con el mundo.

Mientras que Aliens fue una verbena de acción y violencia sin límites, a la hora de realizar la segunda entrega de Avatar, James Cameron apuesta por lo contrario. Da un paso atrás en lo que a la acción se refiere y se centra en un relato que tiene como eje las relaciones familiares, la inadaptación, la tragedia de ser un refugiado en una guerra, la explotación sin escrúpulos del medio ambiente y los errores que cometemos todo a lo largo de nuestras vidas.

Cameron dota de alma a todos los personajes, pero también en otros casos, saca a relucir un magnífico salvajismo. Hace una arriesgada apuesta por la descripción detallada del entorno haciendo equilibrios entre el éxtasis visual y el aburrimiento, consiguiendo sortear a este último poniendo todo su oficio en el empeño.

Cierto es que hay numerosos "Deus ex machina" a nivel de guión, pero no olvidemos que esto es Sci-fi. O lo tomas o lo dejas.

Personalmente pienso que esta película está tomando impulso para una tercera entrega en la que la acción y la violencia ocuparán un 75% del metraje Vs. el 40% que ocupa en esta

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