Quizás fuese la hora de la sesión. O tal vez, como menciona un compañero en otra crítica, que me esperaba algo más al estilo "Gladiator" en versión vikinga. El caso es que me resultó una de las películas más infinitamente largas y lentas que he visto nunca. A pesar de que disfruto como el que más con películas en las que básicamente no pasa nada ni se dice nada, donde es el espectador el que debe esforzarse para "leer" algo, ésta pasa la raya hasta caer en un abismo de nada.

La historia se resume en un guerrero fuerte, hábil, ágil, inteligente, y mudo, esclavo de un clan que lo usa como gladiador contra los de otros clanes para hacer pequeñas apuestas. El guerrero se escapa junto con un niño, se unen a un grupo que pretende viajar a la reconquista de Tierra Santa y llegan a un territorio salvaje y peligroso. Eso es la película con demasiado detalle incluso, y con alguna exageración.

De admirar son los paisajes, por supuesto, impresionantes como postales, y la atmósfera creada en ocasiones. Incluso el uso de filtros de color. Y hasta aquí puedo leer.
Dejando aparte los fallos o rarezas argumentales (¿en serio pretenden llegar a Tierra Santa en una barquichuela casi sin provisiones? ¿En serio entran del mar a un río sin necesidad de viento ni remos?), la película es tan inane que casi ni es. Se diría que es introspectiva pero no hay nada que "introspeccionar". Los personajes son planos y están más muertos que vivos aunque un par de frases de un par de ellos casi al final traten de darles motivación. La lentitud y escenas de mirar al infinito permiten admirar el paisaje, la naturaleza primitiva, un rato pero hasta eso aburre rápidamente. La escena de la barca, de opresiva atmósfera en un primer momento, acaba siendo desesperante, casi buscando el mando para cambiar de canal.

Técnicamente trabajada, de localizaciones admirables, como película resulta tan prescindible y vacía que bien podría haber sido un folleto de postales. Y eso que no pintaba mal.

Un tranquilo pueblo norteamericano ve alterada su pacífica vida cuando algunos de los habitantes empiezan a comportarse inexplicablemente de manera violenta. El sheriff del pueblo y su ayudante tratarán de manejar la situación y salir con vida de ella.

Probablemente no aporte nada nuevo a las clásicas historias de zombies y/o pueblos "en cuarentena" pero entretiene y está muy bien hecha, que ya es bastante. Por momentos, parecemos estar viendo un Resident Evil, con la Umbrella Corporation tratando de contener la plaga desatada en el pueblo.
La película fluye muy correctamente, manteniendo la tensión durante todo el metraje, e incluyendo momentos de humor sin forzar ni romper el avance de la historia. Los personajes principales están bien dibujados, aunque chirríen un poco en algún momento por querer mantener demasiado la incertidumbre para con el público sobre si estarán afectados o no por la plaga.
Un par de buenas escenas (la del lavado de coches, especialmente disfrutable) y muertes más cercanas al cine de serie b/gore que a un película "comercial", salpican un film cuyo final abierto deja una sonrisa en el espectador, amén de la consabida posibilidad de continuaciones. Incluso las escenas en las que se les va un poco la cabeza se perdonan sin problema.

La correcta banda sonora viene enmarcada por dos canciones clásicas tipo años 50 que abren y cierran la película, remarcando aún más el ambiente de "pueblo medio".

Una película muy disfrutable y entretenida para un género tan trillado a estas alturas como éste.

... porque esa es la más positiva definición que se le puede dar al film, embrionario.
Me acerqué a esta película como completista del universo Burtoniano y, a tenor de las críticas, con pocas expectativas de apasionarme con ella. Efectivamente, la historia peca en exceso de infantilismo con un personaje protagonista que no me seduce en ningún momento, llegando a exasperar esa risilla que usa constantemente.
La película no es más que un continuo lucimiento para Pee Wee, una extensión de hora y media de su personaje mediático, muy famoso en la época en Estados Unidos. Él está muy bien en su papel porque él ES su papel, mientras que el resto de actores vagabundea sin demasiada convicción o ganas, los escasos momentos que aparecen. La historia, como comentaba, es muy simple, la bicicleta robada de Pee Wee y su intento de encontrarla en un remedo de road-movie para los más peques. Y sin embargo...
Sin embargo la película tiene muchas cosas destacables, todas ellas en formas pioneras y/o nacientes:
El personaje de Pee Wee será luego ligeramente remozado por Rowan Atkinson y así nacerá Mr Bean. Los mismos andares, situaciones similares, miradas bobaliconas parecidas, Mr Bean y Pee Wee podrían ser padre e hijo. Y no sólo él sino que muchos gestos de Pee Wee son reconocibles en el futuro Jim Carrey (en este caso hablaríamos más de un primo lejano o similar). Ninguno de todos ellos es de mi especial predilección aunque la risa de Pee Wee le coloca en el peor lugar.
Danny Elfman, con una banda sonora maravillosa durante casi todo el metraje, realiza aquí su primera incursión en ese campo, donde tantas y tantas genialidades ha creado, iniciando de paso su fructífera colaboración con Tim Burton.
Y sobre todo Burton. No sé hasta qué punto Burton estaba interesado en el proyecto o lo aceptó para empezar. Lo que sí está claro es que lo aprovechó para experimentar. Aquí se encuentran muchas escenas salidas sin duda de la cabeza de Burton que empleará en sus futuras películas: escenarios y fantasmas de ojos saltones para Bitelchús, payasos de sonrisas de Joker, trabajar con personajes 'raros' e incomprendidos, ese final (ver spoiler),... El futuro cine de Burton sale de aquí, de lo que intentó en esta película que sabía que iba a funcionar en taquilla por el tirón del personaje.
La última parte de la película contiene además el paseo por los estudios Warner donde, publicidad aparte, se hace un pequeño delicioso homenaje al cine no muy anterior con Godzillas, surferos, películas navideñas y demás.

Resumiendo: película que, si bien por la historia no es demasiado interesante, sí lo es por ver los orígenes de carreras posteriores. Bueno, y uno se entretiene en unas cuantas escenas.

Sorprendido me dejó esta película, muy sorprendido. Principalmente porque no esperaba demasiado de ella y, fundamentalmente, porque esperaba que fuese otra película más de terrores gigantes ocasionados por experimentos fallidos de científicos o por pruebas nucleares, como era la moda en los años 50.
En esa época surgieron muchas películas de serie B de terror/ciencia-ficción sobre arañas gigantes (Tarantula), hormigas desproporcionadas (La humanidad en peligro), etc que tenían un patrón muy similar. Todos los personajes eran buenos, generosos, valientes en la mayoría de los casos. Eran inteligentes y estaban dispuestos a todo en favor de la humanidad. Quizás había un personaje avaricioso o loco (el científico creador) o alguien torpe que provocaba un error pero ahí se acababan las imperfecciones. El resto era la lucha de los valientes contra la naturaleza mutada y desatada. Y siempre había una pobre damisela que acababa enamorándose del protagonista.
Esta película rompe con todo ello. Aparte de empezar directamente sin introducciones ni preámbulos (los personajes se conocen sobre la marcha de la acción, nada de presentaciones previas), aquí nadie se salva. Nadie es realmente valiente, nadie es realmente bueno, todos son humanos. Es un cambio terriblemente agradable ver a personajes mujeriegos, avariciosos o torpes. Es un cambio también muy bueno ver cómo el amor es no correspondido y lo que ello desencadena, quizá la primera película "feminista" de la historia.
Buenos actores, una historia que mantiene el tipo durante su hora de duración y que va desarrollando el argumento a una velocidad suave pero rápida, buenos planos,... No hay mucha queja posible. Lástima de efectos especiales.
Y no es sólo que hayan pasado 50 años desde que se realizó y que la técnica haya avanzado mucho. El problema es que intentan usar efectos especiales más allá de sus posibilidades. En las otras películas antes mencionadas, los montajes o los "muñecos" tenían aspectos cuidados. Incluso dentro del limitado presupuesto y técnica, se pasaba por alto sin problemas que los efectos no fueran perfectos. Aquí es más complicado. Las escenas con maquetas están muy bien hechas y montadas. Las escenas con las manos gigantes quedan un poco más tristes, con unas manos que en ningún momento tienen consistencia ni atisbo de realidad. Pero lo peor son los montajes de los gigantes sobre la imagen real. Parecen más bien fantasmas, su imagen se vuelve casi transparente en el negativo. No sé a qué es debido, si al presupuesto o que no se podía hacer mejor pero es una auténtica lástima.

Mención aparte merece el cartel de la película, el cual se ha convertido ya en un clásico absoluto, en un icono casi, existiendo de hecho bastante gente que conoce el cartel pero no lo asocia a una película real.

Durante una noche de tormenta, todos los libros en una librería de anticuario se transforman en el mismo libro. Un libro sin autor ni editorial, que nunca ha sido publicado y que por todo título presenta el número 1 en una portada completamente blanca. En su interior, infinidad de números, estadísticas y tablas describen a toda la humanidad durante un minuto cualquiera de un día cualquiera: nacimientos y muertes, causas de éstas, ideas, sueños, engaños, etc etc. Tan extraño suceso atenta contra las leyes de la realidad, por lo que el agente Pitch del departamento de defensa de la realidad tratará de solucionar el misterio.

Basada en un relato de Stanislaw Lem, muestra muchas de las constantes de sus escritos. Principalmente un cierto humor absurdo y preocupación por el destino del ser humano, todo envuelto en una capa de ciencia-ficción. La película a ratos se parece a un episodio de "Fringe" (o "Expediente X" con más toques de humor) con la investigación paranormal, pasando luego a reflexiones y técnicas de cámara y filtros propias del cine experimental.

Hay escenas de sueños que podrían haberse acortado y dejar así más tiempo para digerir las partes reflexivas, que se encuentran contadas a demasiada velocidad como para asimilar nada, pese a presentar interesantes argumentos. En el tintero también se quedan, bien por motivos de tiempo, bien por falta de ideas, varios conceptos interesantes. Al igual que los personajes, que rápidamente y salvo un par de esbozos, se estacan de todo desarrollo y podrían ser sustituidos por otros cualesquiera, supeditados completamente a la historia. Sólo el investigador Pitch parece elegido para ser algo más que un objeto, y un más que correcto Zoltan Mucsi aprovecha todas sus oportunidades.
Las escenas de collages "documentales" están muy bien hechas y se nota un trabajo de documentación y selección interesante en el que el espectador informado ver pasar en pocos segundos los principales acontecimientos de la última parte del siglo XX. Tal vez estas partes se centren demasiado en desastres y masacres, sin apenas compensación positiva. Intencionadamente o por mayor densidad de noticias en este aspecto.

"1" es una película con bastantes desequilibrios y lagunas pero que consigue interesar al espectador, a costa de un esfuerzo por parte de éste para el análisis y el surrealismo imperantes. Yo, por lo menos, tengo ganas de volver a verla con más calma, y de leer el relato original.