La parte central de la película es, sin duda, de lo mejor que yo he visto en cine. La enorme tensión que emanan las imágenes gracias, sobre todo, a una impresionante fotografía llena de expresividad y a unas magníficas interpretaciones de los actores principales, mantienen al espectador pegado a la butaca, casi sin moverse por si, al hacerlo, provoca la explosión de la nitroglicerina que transportan en la película.

Pero un absurdo final (patético y ridículo, como bien se ha definido) y una excesivamente larga presentación de la película con la utilización de unos flojísimos actores secundarios (Vera Clouzot es para salir corriendo) hecha por tierra lo que hubiera sido una obra maestra sin ninguna duda.

En resumen, una buena película en conjunto, con una parte central impresionante, echada a perder por un inicio mal planteado y un final que parece increíble que haya sido filmado por el mismo director.

W. A. Mozart es presentado como un bufón (genial, eso si) en una imagen deformada y exagerada del compositor. Salieri aparece como un personaje perverso y maquiavélico y como el causante de la muerte de Mozart. En una de las escenas finales de la película (magnífica, por otro lado) Mozart dicta a Salieri en su lecho de muerte su grandioso e inacabado “Réquiem”. El padre del genial compositor aparece como un personaje dominante que ejerce su influencia sobre Mozart, aún después de muerto. Todo ello no se corresponde en absoluto con la realidad… ¿y qué más da si nos encontramos ante una grandiosa película?

En efecto, “Amadeus” es una impresionante obra cinematográfica. La maravillosa puesta en escena, la fotografía, las grandes interpretaciones (sobre todo la de F. Murray Abraham en el papel de Salieri, que le proporcionó un Oscar) y la banda sonora hacen de “Amadeus” una de las mejores películas de la década de los ochenta (se llevó ocho Oscar) y una delicia para los sentidos.

Pero, a parte de todo esto, el guión de “Amadeus”, basado en la obra teatral homónima de Peter Shaffer, y obviando las inexactitudes históricas mencionadas, contribuye a la grandeza de esta obra. La película nos muestra la contraposición entre la mediocridad, representada por el compositor Salieri, frente a la genialidad de Mozart. La mezcla de admiración y envidia que Salieri siente por el gran compositor es todo un estudio sobre el comportamiento humano.

En resumen, una gran película a la que no califico con un diez unicamente porque me considero un amante de la Historia...veraz.

Interesantísimo documental sobre la presencia de España y su enorme importancia en la Historia del mundo en el que, además, se desmonta la leyenda negra con argumentos difícilmente rebatibles. A partir de una documentada exposición y la intervención de prestigiosos catedráticos/as, profesores/as e hispanistas como Carmen Iglesias, Fernando García Cortázar, Elvira Roca Barea, Pedro Insua, Ramón Tamames, Stanley G. Payne, Nigel Townson, etc., se nos ofrece una visión apabullante de la importancia del Imperio español en el devenir de la Humanidad, que la propaganda, principalmente la anglosajona, a echado sistemáticamente por tierra, contribuyendo de forma decisiva a la leyenda negra que tanto daño nos ha hecho y, desgraciadamente, nos está haciendo.

Una de las intervinientes en el documental comenta que todos los países coloniales han tenido sus críticas, lo cual es muy cierto, pero el problema de que solo hayan arraigado las feroces críticas contra la actuación de los españoles a lo largo de la Historia es porque en España, es decir los mismos españoles, de forma increíble, hemos asumido dichas críticas como ciertas.

Y seguimos en las mismas. Prueba de ello es lo que voy a contar. Fui a ver el documental con mi hija, la cual tiene curiosidad por muchas cosas y cuando salimos del cine me hizo la siguiente pregunta: "¿porqué no hemos visto esto en el colegio?" Pregunta demoledora a la que, en principio, no supe que contestar, aunque luego pensé que podía escribir varios folios contestándola porque no hay solo una razón, hay muchísimas... y todas muy lamentables. El hecho es que hay unas lagunas impresionantes en la educación de nuestros hijos, y también en la nuestra, con relación a lo que se expone en el documental.

Muy rara vez estoy de acuerdo con la utilización del adjetivo "necesaria" que aparece en las críticas de Filmaffinity para calificar a una película, pero esta vez lo voy a utilizar yo. Creo que este documental es necesario para combatir la ola de ignorancia y, digámoslo claro, de gilipollez, que nos está invadiendo. Como alguien dice en otra crítica, con la que estoy absolutamente de acuerdo, debería ser de obligado visionado en los colegios.

Desde hace tiempo pienso que Edgar Neville es uno de los mejores directores de cine españoles y, desgraciadamente, uno de los que menos se conocen. Películas tan buenas como “La torre de los siete jorobados”, “El crimen de la calle de bordadores”, “El baile” o “La vida en un hilo” dejan constancia de ello. Pero después de ver esta joya que es “El último caballo”, definitivamente creo que ya es hora de reivindicar definitivamente su figura.

Desde hace poco tiempo que he oído hablar de esta película y tenía muchas ganas de verla, estando seguro que no me defraudaría. Y, en efecto, no sólo no me ha defraudado sino que me ha parecido una gozada.

A partir de un simple hecho, un ex-soldado de Caballería no quiere abandonar a su caballo bajo ningún concepto, Neville crea una obra sólida y muy divertida. El fondo de la película “El último caballo” es totalmente actual. Estamos hablando de 1950 y ya reivindican los “viejos tiempos” sin vehículos, sin máquinas, con más tranquilidad. Sesenta años después, con una situación mucho peor, seguimos reivindicando lo mismo pero con mucha menos esperanza.

La idea y el guión, del mismo Edgar Neville, son estupendos y la película tiene momentos realmente muy divertidos (por ejemplo, las conversaciones telefónicas del amigo bombero son memorables). Las actuaciones de Fernando Fernán Gómez y de José Luis Ozores son fantásticas y los actores secundarios no desmerecen. Por último es muy interesante el aspecto costumbrista de la película y las escenas que aparecen del Madrid de los últimos años de la posguerra.

En resumen, una delicia, una joya casi desconocida y de la que desde aquí recomiendo su visionado.

¿Quieren saber lo que es ritmo en el cine? Vean esta película y lo sabrán. La más representativa entre las "screwball comedies" y, seguramente, la mejor. Es disparatada, trepidante y enloquecida, pero sobre todo es divertidísima. Las actuaciones son todas magníficas, destacando la maravillosa Katharine Hepburn. Howard Hawks nos demuestra una vez más con esta obra que era un maestro en cualquier género que tocara. En resumen, una delicia...