“Capítulo 0” es una vuelta de tuerca al ya reconocible humor de la tropa chanante y es que parten de una premisa ya explorada en anterioridad en diversos formatos televisivos para crear algo propio y muy suyo (y muy nuestro en caso de ser un verdadero creyente del chanantismo como es mi caso), hacer un episodio piloto de una serie que no existe.

En esta ocasión es Ernesto Sevilla quien se abre la quijotera y deja salir todo el humor absurdo que lleva dentro y la verdad es que la serie aunque bastante irregular (algo lógico teniendo en cuenta que son 5 episodios sin solución de continuidad entre sí) funciona a la perfección y aporta un toque diferente a lo que venían haciendo hasta el momento.

A destacar el primer episodio con la vuelta de los tertulianos y el último con un episodio homenaje-parodia a Star Trek simplemente magistral. El séquito de colaboradores es incontable y la aparición de alguno de ellos es para llorar de la risa.

Espero que tengamos más de esta mierda.

[ACTUALIZACIÓN TEMPORADA 2]

¡Y tuvimos más de esta mierda!

Lo mejor que se puede decir de la segunda temporada de “Capítulo 0” es que mantiene el nivel y en algunos momentos incluso lo eleva, lo cual es una agradable sorpresa para todos los seguidores chanantes.

Puntos destacados:

- Reyes: la vida de Joaquín Reyes. Suerte de biopic totalmente desquiciado que hace de la autoparodia un arte, cuenta con cameos de los personajes frecuentes del manchego.
- Silly Gardens: homenaje/parodia al documental de culto “Grey Gardens” de 1975 (que tuvo una suerte de remake con una TV movie con Drew Barrymore y Jessica Lange como protagonistas). Simplemente que se atrevan a hacer un episodio con esta premisa me parece digno de elogio, además Miren Ibarguren lo hace francamente bien.
- Terremoto: ida de olla completamente desquiciada en una historia de gaticos y perretes.
- El pez dorado: y otra sorpresaca inesperada. El biopic definitivo sobre Nicholas Cage que no verás en Hollywood, un descojone padre con un Sevilla mimetizado como David Lynch y una Ingrid García-Johnson simplemente magistrales.
- Sobredosis de amor: nunca pensé que el mega-hit de Borja Sisante pudiera convertirse en la sintonía de un culebrón y en una historia de identidades perdidas y realidades alternativas. Grande, muy grande, joder que fuerteeeeee….
- Dinamarca: la versión manchega de una historia de espías al más puro estilo Graham Greene con unas puntitas de “El quinteto de la muerte” incluidas con gran ingenio.
- La gran Zapatiesta: Telebasura + viajes en el tiempo + Marlo, ¿os he dicho ya que Marlo es el protagonista? Pues eso…
- Mi padre: el ejercicio más valiente, personal y con buen gusto que ha salido de la mollera de Ernesto Sevilla. A un paso de convertirse en un clásico de Navidad como “Qué bello es vivir”.

Sinceramente no esperaba una segunda temporada y una vez confirmada ésta no pensé que fuera a tener este nivel así que todo lo que venga a partir de aquí será una buena notica.

Producida por Adam Sandler, con uno de sus colaboradores habituales a los guiones (Tim Herlihy) adaptando un corto de gran revuelo en internet y contando con Chris Columbus en la dirección, quien tiene más que probada solvencia con películas de corte juvenil como “Solo en casa” o “Señora Doubtfire” y más recientemente las dos primeras cintas de Harry Potter.

“Pixels” adolece de los dejes y ticks de su protagonista, es decir no recomendable para aquellos que no soportan a Sandler, además en varias ocasiones se queda en terreno de nadie, demasiado adulta para unos chavales ávidos de acción y chascarrillos constantes y demasiado infantil para sus padres (con bromas de nivel de parvulario), pese a todo es un más que correcto ejercicio de nostalgia gamer basada en las primeras versiones de los videojuegos (es un verdadero reto identificar a todos los personajes que aparecen).

Muy válida para pasar una calurosa tarde de verano sin pretensiones, además sale Michelle Monaghan guapísima y Peter Dinklage lo cual le otorga un plus de molonidad.

Atención: Esta crítica puede contener SPOILERS.

La serie comienza como un procedimental al uso, cada capítulo nos presenta un misterio paranormal o un inquietante (e imposible) caso científico. Los principales protagonistas son una agente de una agencia especializada del FBI y un joven y aventurero científico que con el paso del tiempo van incrementando paulatinamente su tensión sexual. ¿Les suena?

En un primer momento “Fringe” puede parecer una actualización de “Expediente X”, sin embargo si no se tira la toalla y se profundiza un poco más en la serie se asistirá a un producto hecho con mucho mimo, un guion bien trenzado y una sucesión de episodios en lo que todo tiene cabida, todo está permitido (hasta las ideas más improbables), donde la máxima prioridad es sorprender al espectador (como el capítulo de LSD, las animaciones en algunos episodios o los continuos viajes interdimensionales).

La historia versa sobre diferentes temáticas, el amor entre padres e hijos (Walter y Peter; Septiembre y Michael; Peter y Etta...), la importancia de los sentimientos sobre la razón (que a la postre es el valor que nos diferencia como seres humanos) sumados a una serie de conceptos brutales de ciencia ficción loquísima (viajes entre dimensiones, al futuro, seres con poderes, gases que provocan la muerte, transformaciones en seres cuasi-mitológicos...) que conforman un cóctel sumamente atractivo.

Tras las debidas presentaciones de entornos, conceptos y personajes en la primera temporada, es en la segunda y en la tercera donde la serie se proyecta muchos enteros y se convierte en una verdadera joya televisiva, fresca, sorprendente, nueva y totalmente diferente. Sin embargo todo desemboca en una cuarta temporada en la que se cierran varias tramas de una manera que se puede antojar precipitada. La quinta es el broche final en la que se recapitulan varias de las situaciones y conceptos que han transcurrido a lo largo de los años anteriores y es un punto de fuga hacia un final que deje satisfechas a todas las partes (teniendo en cuenta que el nuevo Rey Midas de Hollywood y creador de “Perdidos”, JJ. Abrams, es el máximo responsable del proyecto es algo MUY a tener en cuenta).

En cuanto a los actores, decir que Anna Torv está sexy y sugerente como la agente Olivia Dunham, Joshua Jackson consigue quitarse el sambenito de ser el tío de “Dawson crece” con su interpretación de Peter Bishop, Jasika Nicole está formidable como la adorable ayudante de laboratorio Astrid y Lance Reddick aporta esa extraña presencia y magnetismo que derrochó en “The Wire” como el agente Broyles.

De entre todos destacaría la presencia de Leonard Nimoy quien no necesitará presentación a estas alturas para cualquier seguidor de Star Trek (interpretando al doctor William Bell), Michael Cerveris como el primer observador (también conocido como Septiembre o Donald) y como uno de los motivos fundamentales por los que merece la pena seguir esta serie: el grandioso John Noble dando vida a Walter Bishop, el verdadero alma mater de todo este tinglado, presentando a un personaje alocado, tierno, desquiciado y absolutamente genial.

Tras cinco años podemos decir que “Fringe” ha supuesto un soplo de aire fresco en el mundillo de ciencia ficción pura y dura y que ha ofrecido, mucho, muchísimo más de lo que se podía esperar en un primer momento.

La sensación general de la serie es que podía haber dado muchísimo más de lo que realmente se ha plasmado en pantalla. De nivel totalmente irregular, he aquí un pequeño comentario de cada episodio.

01. El sacrificio: “Abierto hasta el amanecer” meets “El Bosque”, presenta un original enfoque vampírico en el entorno de una secta del tipo amish. Director Breck Eisner: “Sahara” y posteriormente la recomendable “The Crazies (2010)”. Buen comienzo.

02. Aterrorizado: Terror en casa encantada, buena interpretación de Eric Roberts. Director: Brad Anderson de la misma temática o similar que sus “Session 9” y “El Maquinista”.

03. Hombre de familia: Conseguida tensión con una historia de intercambio de cuerpos. Director: Ronny Yu de la aclamada “Fearless”, la interesante Negocios Sucios” y esas extrañas rarezas que son “Freddy vs Jason” y “La novia de Chucky”. Guión de Daniel Knauf, creador de esa fugaz maravilla televisiva que fue “Carnivale” y guionista junto a su hermano de la cabecera “Iron Man” de la Marvel.

04. En la salud y la enfermedad: Interesante premisa para un típico slasher con un giro final para echarse a llorar, tomadura de pelo del señor Landis con el cual podemos afirmar que cualquier tiempo pasado fue bastante mejor (a “Un hombre lobo americano en Londres” me remito).

05. El caníbal: Conseguidísima historia de asesinos vudú devoradores de corazones. Ambiente asfixiante que solo le resta puntos ese final algo chusco. Director: Stuart Gordon quien deja su sello con varios detalles que parecen sacados de algunas de sus películas anteriores, como las muy Lovecraftianas “Re-Animator” o “Re-Sonator”.

06. El día de año nuevo: Historia apocalíptica en la noche de fin de año con Zombies de por medio. Tono bien conseguido y la historia consigue enganchar. Por desgracia, Darren Lynn Bousman (conocido por perpetrar varias entregas de Saw) imprime un estilo eminente videoclipero que está demás en algunos momentos, eso sumado a unas interpretaciones horrorosas y un maquillaje de baratillo más un final de los que dan pena (por malo, se entiende) deslucen el episodio. A los guiones consta Steve Niles creador de terroríficas obras comiqueras tales como la saga “30 Días de Oscuridad” o “Criminal Macabre”.

07. Comunidad: En lo que podría ser el remake de un remake (hablamos de “Las mujeres perfectas” y “Las mujeres de Stepford”), Mary Harron (“American Psycho” y poco más la abalan en su currículum) construye una historia apresurada y sin un atisbo de interés, el final para echarle de comer a parte. La aportación del peor Superman de la historia, Brandon Routh como era de esperar, anodina.

08. Estar en los huesos: El director Larry Fessenden plantea una historia de mitos indios (Wendigo) que se beneficia de ese gran desconocido para el gran público que es Doug Jones (el fauno del “Laberinto…”, Abe Sapiens en la saga “Hellboy” el infectado chunguero del remake de “REC”…), pese a que los secundarios no están muy lúcidos y unos “defectos especiales” bastante patentes, su actuación eleva varios puntos un capítulo que de lo contrario sería totalmente intrascendente.

09. Algo que muerde: El televisivo Ernest R. Dickerson (autor de episodios de entre otras: “The Wire”, “Dexter”, “The Walking Dead” o “Treme”) confecciona una mezcla deplorable de humor y hombres lobos sumamente aburrida. Guión del “hijísimo” Max Landis (posteriormente firmante del libreto de “Chronicle”, qué cosas) y con Wendell Pierce (el gran Bunk en “The Wire”).

10. Chance: John Dahl (firmante de las recomendables "Rounders", "Nunca juegues con extraños", "La última seducción", "El gran rescate" y múltiples capítulos en diferentes series de todo tipo y pelaje) se encarga de actualizar el mito de Jeckyll/Hyde de una manera bastente cutre. La actuación de Ethan Embry, desastrosa.

11. La tabla Ouija: Historia con tintes sobrenaturales sobre espíritus y tablas de ouija. Muy floja y predecible, Rob Schmidt (director de la recomendable “Km. 666”) no sabe darle un trasfondo mínimamente coherente al guion. De lo poco salvable, la actuación de la atractiva Anna Kendrick.

12. Ecos: Parece que aquí puede haber algo novedoso con un guion en el que se mezcla ficción, realidad y los fabulosos años 20, lo cierto es que no. Un pastiche carente de interés con unas interpretaciones horripilantes. Rupert Wainwright refleja sin ningún pudor lo que puede llegar a dirigir (no obstante de su cabeza han salido obras maestras como “Stigmata” o esa escalofriante, por mala, “Terror en la niebla”). Eric Balfour (“Haven”) no lo hace mal pese a que en algunos momentos debe pensar qué es lo que está haciendo exactamente.

13. El círculo: El director Eduardo Rodriguez construye una historia de casas del bosque encantadas, posesiones y la oscuridad como enemigo infernal. Interesante pero totalmente intrascendente.

Ladrona por amor, incomprensible traducción de la mucho más acertada (con el argumento y devenir de la película) Gambit, es una producción clásica deliciosa.

Nos encontramos con dos actores en estado de gracia que destilan elegancia y química entre ellos, se trata como no de Michael Caine (como el estirado ladronzuelo de guante blanco inglés Harry) y Shirley MacLaine (como la pispireta y siempre respondona Nicole). El trío principal lo completa el gran Herbert Lom (como el multimillonario Shanbandar, a la postre objetivo principal del golpe).

El comienzo no puede ser más original marcando a modo de gigantesco "What If…" los planes de Harry para conseguir la cabeza de una estatua milenaria china, en posesión de Shanbandar que la tiene bajo medidas extremas de seguridad ya que le recuerda a su difunta esposa. Una joven que trabaja en un bar de Hong Kong se parece extraordinariamente a ella (adivinen quién) y tiene que ser el señuelo para que el profesional Harry consiga su meta principal.

Con el planteamiento sobre la mesa, comienza el desarrollo y más bien los embrollos, ya que ni Harry es el ladrón perfecto por el que se tiene, ni Nicole la tímida dama con sonrisa triste y delicados comportamientos, y sobre todo Shanbandar no es el típico ricachón descuidado y tiene un auténtico aluvión de recursos para evitar robos.

La trama aunque ligera se hace muy divertida, en especial por la actuación de MacLaine, la actriz que enamoró a toda una generación (y al pobre Jack Lemmon) en "El Apartamento", y al siempre estiloso Caine. Y el final con vuelta de tuerca incluido, aunque un poco flojo para lo que se esperaba es genial.