El Go es una especie de mezcla oriental entre el parchís y las damas que parece muy simple, pero que se revela como algo tremendamente complejo cuando empiezas a jugarlo. Algo parecido pasa con la primera temporada de esta serie que empieza como la típica ciencia-ficción de serie B con toques de acción, pero que va ganando en profundidad y complejidad con cada episodio. Y lo hace partiendo de elementos más bien modestos: un presupuesto limitado (el mundo futuro está construido a partir de un par de edificios en ruinas y un descampado), un reparto sin grandes nombres y personajes aparentemente convencionales (el héroe, la chica, el amigo del héroe); y sin embargo, tan bien utilizados (especialmente los secundarios como Tom Noonan o la deliciosamente extravagante Emily Hampshire), creando un ritmo tan endiablado y desarrollando una trama tan laberíntica y compleja, pero coherente dentro de las reglas que establece la serie, que no puedes evitar engancharte. Además, sin ser pretenciosa en ningún momento, consigue introducir ideas y conceptos, tal y como hace la buena ciencia-ficción. que no desentonarían en una novela de Kurt Vonnegut.
Desde luego, no se puede decir que sea "Breaking Bad" o "Mad Men", pero sus creadores consigue crear algo mucho más interesante que otros productos aparentemente más llamativos y con un presupuesto mucho mayor, y teniendo en cuenta que la ciencia-ficción de calidad no abunda hoy en día en la televisión, creo que merece darle una oportunidad.

Desde hace unos años se ha puesto de moda decir que vuelven los ochenta en el cine, y tal vez sea cierto, pero ya es hora de recordar que en el cine de género de los ochenta había otras cosas aparte de las fantasías reaccionarias como el "Rambo" de Stallone (ahora de vuelta con "Los Mercenarios") y las edulcoradas e igual de reaccionarias visiones de la infancia y reivindicaciones de tiempos más simples de Spielberg (recuperadas en "Super 8"). También estaban esas películas cutres, casposas y que nadie tomaba en serio, pero que se atrevían a ser incorrectas, salvajes, y hasta hacer en algunos casos crítica social, sin miedo a resultar ridículas como "The Warriors" de Walter Hill, "1997: rescate en Nueva York" o "Están vivos" de John Carpenter, y la trilogía de "Mad max" de George Miller. Y ese es el tipo de cine que creo que intenta recuperar DeMonaco con esta película. El director ha cambiado de dirección respecto a la primera entrega, y aquí hace un homenaje a la serie B de los ochenta, algo parecido a lo que intento hacer Neill Marshall en "Doomsday" pero con más éxito en este caso. "Anarchy: la noche de las bestias" es ante todo una película de acción muy entretenida, con buen ritmo, acción sin parar y una estructura tan simple como eficaz para el género (un grupo de personajes intenta llegar al punto B desde A, sin que sus perseguidores les maten). sin embargo aunque no me aburrió en ningún momento, DeMonaco no tiene el talento como director de Hill, Carpenter ni Miller, ni siquiera el de Neill Marshall, y la película no llegar a la altura de sus referentes. En el reparto destaca Frank Grillo interpretando a una especie de mezcla entre el Max Mad de Mel Gibson y el Snake Plissken de Kurt Russell, un personaje tan molón que no tienen ni nombre como el "hombre sin nombre" de Eastwood (al igual que el principal antagonista de la película). El resto de actores hace lo que puede con unos personajes planos e irritantes a partes iguales.

En cuanto a la crítica social, DeMonaco no es precisamente sutil (los personajes no paran de gritar que matar es un derecho otorgado por los padres fundadores) y tampoco es Buñuel, pero supongo que cuando vives en un país donde cada seis meses hay un tiroteo en un colegio, al mismo tiempo que la gente se niega a que le quiten el derecho constitucional a tener veinte fusiles de asalto en su casa, la sutileza sobra. Tampoco es muy sutil ni compleja la crítica al neoliberalismo salvaje, pero ya que la mayoría de la gente nunca va a ver "Inside Job" ni a leer "Cleptopía" de Matt Taibbi, es bueno que en una película hablen de "la redistribución de la riqueza hacia arriba mediante el crimen".

Reunión en el cuartel secretísimo de la muerte.
-Agente siniestra: "El mundo ha cambiado, ahora es más peligroso, existen nuevas amenazas, y por ello necesitamos nuevas armas, por eso propongo que...juntemos a un grupo de frikis patibularios y les mandemos a resolver conflictos internacionales."
-Militar con tropecientas estrellas: "¡¡¡¿¿Qué??!!! ¡Está insinuando que nos olvidemos de nuestro avanzadisimo arsenal de última tecnología, nuestras armas nucleares, las mejores fuerzas especiales del mundo, nuestros despiadados agentes secretos, y dejemos la seguridad del país en manos de una panda de zumbaos.
-Agente siniestra: "Todo eso es inútil ante las nuevas amenazas que nos acechan. Necesitamos gente con habilidades especiales".
-General: "¿Como cuales?"
-Agente siniestra: "Bueno, tenemos a un tipo que es muy bueno disparando, pero la hostia de bueno; a una tía que se le va la pinza y mata a la gente con un bate; a un monstruo de feria con cara de lagarto; a otro que produce fuego con la mente; a una hechicera de otra dimensión, mosqueadísima porque ha estado encerrada miles de años, que ha poseído el cuerpo de una jovencísima arqueóloga y que seguramente intentará aniquilarlos en cuanto tenga una oportunidad..."
-General: "¿Como? ¿Y eso no es peligroso?"
-Agente: "No se preocupe, tengo su corazón encerrado en un maletín y un muñeco vodoo, y como se me ponga chula le doy pinchazos hasta que se le quite la tontería."
-General: "¡Tiene un corazón humano metido en un maletín!... Bueno, bien, ¿a quién más tiene?"
-Agente: "Vale. También está un Navy Seal macizo que es muy bueno jugando al golf, una japonesa con una katana, un australiano que roba bancos con un bumerang..."
-General: "¡¡¡¿¿¿Un Bumerang???!!! ¡Ha dicho un bumerang! ¿Me está tomando el pelo...?"
-Agente: "Bueno, en realidad es que esto de ser agente secretisima chunga, organizar golpes de estado en Europa Oriental, guerras civiles en Oriente Medio, orquestar la deposición de presidentes electos, etc. es aburridisimo, y he pensado: jo, como molaria ver a un lagarto y a una japonesa con un katana dándose de hostias con los zombies de "The last of us". Además, quería volver a ver a Will Smith sin camiseta..."
-General: "Sí es cierto que molaría, pero eso no es razón suficiente para aprobar una idea tan..."
-Agente: "He dicho que la tía que ha poseído el ente es clavada a Cara Delevingne y que cuando se transforma aparece semidesnuda..."
-General: "Eh, tal vez, pero sigue siendo una idea descabell..."
-Agente: "Y que la chalada del bate tiene el cuerpo de una diosa griega, y le gusta pasearse con ropa superajustada mientras sonríe lascivamente, justo antes de reventarle la almendra a batazos al baboso de turno que la ataca."
-General: "¡Me acaba de convencer! ¡Forme ese equipo inmediatamente y asegúrese de que todas las misiones queden grabadas en alta definición."
Así, se podrían resumir los primeros diez minutos de la película, y el resto de la primera hora se va en flash-backs que nos explican, por ejemplo, que el capitán Flagg aparte de ser experto en todo tipo de armas, tiene un par 3 en el golf.
Así que es cierto, la película es estúpida, la premisa de partida es ridícula, los personajes tienen la profundidad del papel de fumar, el guión tiene más agujeros que un queso gruyer y hasta los personajes son conscientes de ello (en un ocasión le preguntan a otro como es posible que haya salido vivo de una situación desesperada sin recibir respuesta) y el primer tratamiento del guión seguro que se escribió en una servilleta del bar, pero, precisamente, esa es una de sus grandes virtudes: su punto de partida es una memez y es consciente de ello. No pretende en ningún momento, que te la tomes en serio ni convencerte de que estás viendo una profundísima reflexión sobre la condición humana, solo quiere ser un entretenimiento intrascendente y divertido que te ayude a pasar el rato durante un par de horas, y eso lo hace estupendamente.
No hay tiempos muertos, ni bajadas de ritmo, los actores están perfectos en sus papeles y se nota que se lo pasan bomba, especialmente Viola Davis (la única persona sobre la Tierra que podría ganar en un duelo de miradas a Samuel L. Jackson) y Margot Robbie. En cuanto a Jared Leto, intenta hacer lo posible por superar al Joker de Heath Ledger, sin conseguirlo, pero no se le puede negar el esfuerzo y Will Smith hace de Will Smith como siempre. Además, es cierto que el guión no es ninguna maravilla, pero David Ayer es un maestro de la narración al lado de Michael Bay, y la historia más simple que el mecanismo de un botijo se sigue sin problemas.
En la parte negativa, el villano de turno es más aburrido que una sesión parlamentaria y tiene el mismo carisma que Mariano Rajoy y para ser lo peor de lo peor, nuestros héroes son más blandos que el pan de molde.

Es cierto que no es una película perfecta (tarda demasiado en arrancar y la historia es más confusa que compleja) ni la mejor obra de su director (creo que se nota demasiado el deseo de arrasar en taquilla), pero me parece una de las mejores películas de su género que he visto en años. Las actores, en general, hacen un muy buen trabajo, las escenas de acción están bien rodadas, son espectaculares, y no tienen nada que envidiar a las de una superproducción de Hollywood, y reproduce perfectamente la atmósfera de las películas de espías de los 70. Además, es interesante el contraste entre la acción y los artilugios propios de una película de James Bond, y las motivaciones de los villanos. Y es que al final una dictadura es lo más parecido a un grupo mafioso de tres al cuarto.

En una de las escenas de esta película, un personaje dice que le pone los pelos de punta que una maquina sin alma y sin corazón sea capaz de preparar un risotto perfecto y esa en general es la sensación que transmite la película: funciona como un reloj suizo, no tiene fallos evidentes y cumple su cometido de una forma tan eficiente como el frío personaje de Kate Mara, pero es casi imposible encontrar en ella un gramo de alma u originalidad.
Dicen que uno de los principales defectos de la mayoría de películas de directores debutantes es que intentan abarcar demasiado, y para evitarlo Luke Scott ha caido en lo contrario. Yo creo que demuestra talento y se ha visto todas la películas y series del genero de los últimos treinta años (¿es ese incidente en Helsinki una forma de hacer un guiño a "Orphan Black"?), pero ha optado por ir a lo seguro, construyendo un producto modesto en sus intenciones y su presupuesto, pulido, perfectamente rodado, con buen ritmo, un reparto de primera, especialmente Anya Taylor-J y un grupo de secundarios de lujo (Jennifer Jason Leigh, Brian Cox, Toby Jones, Michelle Yeoh, Paul Giamatti que tiene uno de los mejores momentos de la película), pero que no aporta ningún elemento nuevo ni original. Incluso el giro final del guion (que a mi me parece que funciona), recuerda a otros que has visto antes en decenas de películas o incluso un episodio de "Más allá del limite".
En resumen, a mi me no me ha aburrido en ningún momento y la hora y media se me ha pasado volando, pero si tengo que elegir, me quedo con la locura y la impresibilidad del defectuoso producto L9, antes que con la eficiencia sin alma del L4.