Parece mentira que algo tan casposo se ruede en la Europa de 2021. Siete mujeres constantemente en pantalla hablando de un hombre muerto al que nunca se le ve la cara.

Todos los arquetipos casposos sobre mujeres reunidos: la mujer frígida, la vieja loca, la histérica, la mujer fatal... Ninguna de esas mujeres tiene vida más allá de sus relaciones con los hombres, no hay diálogo entre las mujeres que hable de nada más que no sea hombres y por supuesto, ellas son malas, traidoras, tóxicas, caprichosas, estúpidas, emocionales e incapaces de labrarse una vida, una opinión o hacer simplemente algo que no sea condicionado por un hombre.

Lamentable que en 2021 tengamos que seguir viendo como se denigra a las mujeres con tanta impunidad. En cuanto al director sólo se me ocurre decir que me parece un ser misógino que tendría que mirarse de donde le viene ese odio a las mujeres.

En cuanto a la película en sí es simplemente mala. Argumento simplón, diálogos estúpidos, trama predecible y sin gracia.

Película sólo útil si quieres ilustrar la misoginia.

Japón a principios del siglo XX era una amalgama de pseudofascismo, nacionalismo exacerbado, militarismo y complejo de inferioridad ante el mundo occidental. En ese ambiente nace y se cría Chiyoko, a la que dos acontecimientos inesperados marcarán su destino, el encuentro de un amor fugitivo y el ofrecimiento de convertirse en actriz.

Satoshi Kon no se conforma con romper los límites del tiempo, sino que como ya hizo con su otra excelente película 'Perfect Blue' rompe cualquier barrera entre el mundo real y la ficción. Una combinación magistral entre la historia de Japón desde la época feudal hasta mediados del siglo XX con las propias vivencias y recuerdos de la actriz en su búsqueda incansable para encontrar el amor.

Nos encontramos ante una animación excelente, una perfecta ambientación de las distintas épocas por las que, literalmente, corre la actriz acompañada de la enérgica música de Susumu Hirasawa, no hay nada que criticar negativamente, es simplemente una obra maestra de la animación sin fisuras, además, teniendo en cuenta el increíble viaje a través del tiempo, el espacio, la fantasía y la realidad, el que todo se sostenga de una forma tan sólida es un trabajo al que se le debe reconocer una profunda admiración.

A pesar de que es una de mis películas favoritas y la he visto más de cinco veces (y las que la veré en el futuro) no la suelo recomendar a personas que desconocen por completo la historia de Japón, pues según mi opinión se necesita un pequeño trasfondo cultural para poder apreciar el viaje que realiza Chiyoko y entender la trascendencia de cada momento histórico.

Yo sólo he visto la película en V.O.S. y tengo cierto nivel de Japonés que me resulta muy útil para entender ciertas expresiones más allá de los subtítulos, por eso no puedo valorar su versión doblada (que no me atrevo a ver, por experiencia con otros doblajes, rematadamente malos).

Sin ser esta una película una pretendida crítica a la guerra, al totalitarismo y a los males que acechan desde el lado más oscuro de la mente humana y que tanto daño nos han hecho a través de la historia. Los consigue plasmar en toda su envergadura como pocas veces lo hemos visto en el cine.

Shirley Valentine es una mujer de 42 años con los hijos criados y medio emancipados, ama de casa en un barrio inglés de clase obrera.

Hizo lo que se suponía que la sociedad le exigía y poco a poco el vacío fue apoderándose de ella, pero la perspectiva de un sorpresivo e inesperado viaje de dos semanas a Grecia despierta en ella los recuerdos dormidos de su adolescencia rebelde.

A sus 42 años se da cuenta que la vida que está viviendo no es la que ella ha elegido y ha de tomar una decisión, que comparte con los espectadores rompiendo la cuarta pared en todo momento. Críticas sarcásticas hacia los personajes de su entorno, hablar sin tapujo y sin tabúes pero manteniendo un enorme sentido del humor que hará que disfrutemos de un rato muy agradable y ameno en su compañía y que disfrutemos junto a ella unos merecidos momentos de soledad en los que reconciliarnos con nosotros mismos.

En algún momento de nuestra vida todos podemos llegar a ser Shirley Valentine, paramos un momento a reflexionar sobre el cauce por el que transcurre nuestra vida y muchas veces resulta inesperado e inconsistente con nuestros sueños o nuestras intenciones, simplemente nos hemos dejado llevar por la corriente y por 'lo que es debido'. Se precisa un enorme coraje para sacrificarlo todo y empezar de cero, esta vez tratando de que las cosas sean como nosotros deseamos que sean.

Esta película narra la vida de Shirley como podría narrar la vida de todos aquellos que al llegar un punto crítico de su vida deciden que o hay un gran cambio o la muerte en vida llegará sin dilación y sin recompensas de ningún tipo.

Recomiendo ver esta película solo, pues es un momento de gran intimidad con la protagonista.

Yo he visto la película en versión original sin subtítulos así que no puedo valorar la posible versión doblada.

Hace unos años Verónica Forqué representó la obra en forma de monólogo, sólo he visto fragmentos de esa obra pero parece ser bastante fiel a la película.

Algunas cosas que he aprendido con esta obra:

- La importancia de la introspección, ya sea rompiendo la cuarta pared o hablando directamente con ella (o con una roca). Es importante verbalizar lo que nos pasa por dentro para poder enfrentarnos a ello.

- Se puede seguir teniendo sentido del humor y reír incluso cuando te sientes profundamente vacío y la vida parece que se está burlando de ti.

- Nunca te sientas mal o culpable por desear cosas que a nadie molestan, aunque sean extravagantes o poco corrientes.

- Aunque el 99% de la gente abandone sus ideales imposibles, siempre puedes ser ese 1% que no lo hace.

Quality Street es una obra de teatro de J.M. Barrie escrita antes de su famoso 'Peter Pan', ha sido adaptada dos veces al cine, la primera vez en 1927 y la segunda, esta version, en 1937 protagonizada por una radiante Katharine Hepburn.

La primera vez que vi esta película fue en su versión doblada al castellano con el título de Olivia pero fue cuando la conseguí en V.O. cuando pude apreciarla en todo su esplendor, pues el doblaje de Katharine Hepburn en español no refleja ni por asomo la capacidad interpretativa de la actriz.

La película narra las desventuras de un nutrido grupo de solteronas durante el periodo al que solemos referirnos de forma informal como 'regency' y que coincide aproximadamente en las primeras décadas del siglo XIX. Este periodo histórico es famoso por ser el escenario en el que se desarrollan las novelas de Jane Austen y por tanto, es un periodo muy conocido por todos aquellos que apreciamos la literatura en lengua inglesa.

Los problemas de la época entre las solteronas británicas de clase media ya han sido largamente expuestos en las novelas de Jane Austen y en sus infinitas adaptaciones cinematográficas, por tanto, no nos resultarán extrañas las conductas y las angustias que presentan los personajes femeninos de la obra, que de acuerdo con la historia, y a pesar de nuestro punto de vista, no resultan exagerados. Al fin y al cabo se trata de mujeres sin esperanza, totalmente ociosas, frustradas y sin posibilidad alguna de prosperar en la vida por si mismas, pues su única función en su sociedad era la de casarse. J.M. Barrie comparte el punto de vista de la época en reflejar a estas mujeres como un grupo de amargadas por las que el público no sentirá ninguna simpatía, excepto por la protagonista, que se convierte en solterona amargada de forma injusta, y como las heroínas de Jane Austen reniega de su destino.

Para disfrutar con plenitud esta película recomiendo hacer un par de cosas antes. Leer o ver alguna obra de Jane Austen para poder adaptarse a la perspectiva histórica y comprender a los personajes y por otra parte entender que por muy exageradas que nos puedan resultar las escenas y las conductas de los personajes estas son, sin embargo, fieles a la realidad, pues recordemos que el autor vivió durante aquellos años.

El vestuario y escenografía muestran fielmente la época, cosa que no ocurre en otras producciones, como por ejemplo la adaptación de 'Orgullo y Prejuicio' de 1940. Esto aumenta de forma exponencial el encanto de la película para los 'Austenitas'.

A pesar de que Katherine Hepburn está radiante en el papel protagonista, en mi opinión, la que lleva toda la fuerza de la interpretación es su hermana, que es la que nos ofrece los momentos más entrañables y las escenas más cómicas, Phoebe es una rebelde con ansias de venganza, Susan sin embargo, es una solterona que a pesar de su condición no ha renunciado totalmente a la felicidad y a dispensar afecto y comprensión a todo el mundo.

Destacar por último que la obra de teatro original fue muy famosa en su estreno, tanto que una conocida marca chocolatera nombró 'Quality street' a sus bombones más conocidos, que se siguen vendiendo actualmente con el mismo nombre.