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Críticas de Kerberos_2K
Críticas 2
Críticas ordenadas por utilidad
4
1 de abril de 2017
90 de 126 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando para criticar (crítica viene de criterio, la crítica puede ser positiva o negativa) caes en el recurrente "visualmente alucinante", o "efectos increíbles", como cimientos de una presumible crítica positiva, reconoces implícitamente, que la pelicula, como producto que maneja varios canales de comunicación encapsulados en uno solo, y por lo tanto varios lenguajes y códigos (el visual, el sonido, pero también el relato, la trama y por último el diálogo) nace con media derrota cumplida.

Estás reconociendo que la mitad del trabajo, y yo diría que el núcleo del resto, no está alcanzado.

Los conceptos no son causa, son consecuencia de realidades tangibles. Los conceptos no construyen realidades materiales, las bautizan. Si tienes una grabación audiovisual de dos horas "visualmente alucinante" lo que puedes tener delante es un videoclip musical de "chill out", pero no una película. Un largometraje, como concepto, es un producto algo más complejo y completo que integra otros elementos. Si tienes una grabación audiovisual de bofetadas y disparos, lo que puedes tener delante es un combate de MMA, de "kick-boxing" o "vale-tudo", o tienes una grabación de dos horas de grupos de asalto policiales en operaciones antidroga, tirando puertas abajo y pegando tiros.

Si eso te llena, entonces lo que te llenan son elementos cosméticos. No es un juicio moral; es una observación.

Un largometraje puede ser mucho más, y si no lo es, reconocerlo implica varias cosas. No es inocuo.

Quien haya visto la película original de 1995 (no verla no impide nada, pero con las referencias se puede hacer dos cosas, obviarlas/negarlas o afrontarlas) comprobará que toda la carga filosófica y reflexiva que daba soporte al relato, a lo que se quería contar con la película, ha sido eliminada completamente.

Cuando se construye una película se quiere contar algo. Con la versión de 2017 no se quería contar nada.

Se tamizó todo el relato más abstracto y filosófico de la original, sobre qué es la inteligencia, la autoconsciencia, la evolución, y en definitiva, qué es la vida y el ser humano, y se convirtió en una historia de elementos concretos, con una división muy clara de "buenos" y "malos" y con sobre-escenificación tecnólogica sin sentido práctico alguno. Se humanizó a un ciborg volviendo tan trivial su pequeño universo personal que ha secado el interés que podía tener sus límites, que en el anime no existían.

Ignoro si desde las productoras norteamericanas se entiende que el público juvenil actual, a diferencia de el de hace 20 años, es más "sensitivo", y solo reacciona a estimulos estéticos, pero no intelectuales. Esto creo que es un arma de doble filo: por un lado le estás dando a los consumidores lo que "creen que quieren", pero he comprobado con los años que, cuando a los espectadores les das algo con más calado, sin ser ellos mismos conscientes del todo por qué, sienten que han visto algo distinto, y les inquieta, les sobrecoge y les genera más emociones que si asisten a los espectáculos puramente cosméticos. Las reflexiones generan emociones, y las emociones generan sensaciones.

Si algo te deja vacío después de haberlo consumido, y no sabes por qué, suele ser porque no ha tocado capas de ti que desde la superficie es imposible alcanzar.

La tecnología es maravillosa, pero es una herramienta, no un fin en si mismo. El interés de esta historia es que llevaba al espectador a preguntarse, precisamente, las implicaciones filosóficas y vitales de una inteligencia artificial que toma consciencia de si misma. Cuando la tecnología llega a la frontera entre el ser "objeto" y el ser "sujeto". Esto, llevado a elementos materiales de una película, tiene un nombre: se llama guión.

Solo algún breve comentario en la zona spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kerberos_2K
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6
26 de marzo de 2018
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La clave está en ver la temporada entera.

El futurismo desde los años 50 hasta los 70, con algunas excepciones, dibujaba un futuro brillante, pacífico y luminoso. Es decir, un futurismo en donde la humanidad ya no conocería la pobreza, el hambre,las enfermedades y la guerra. La tolerancia y el respeto a las libertades fundamentales serían el culmen de la civilización.

Las tasas de desempleo en Occidente eran bajas, el nivel de cohesión social elevado. Es la época dorada de los Estados del bienestar, construídos después de la última gran guerra, al igual que la fundación de la Organización para las Naciones Unidas (ONU). Es la época de las clases medias, y en donde los jóvenes sueñan con viajar a las estrellas (con aquel mítico discurso del presidente Kennedy) y donde la ciencia va ganando terreno a la superstición y los dogmas. En los 60 vuelven con fuerza reivindicaciones sociales feministas, raciales, del movimiento gay, y el ecologismo entra en escena. La sociedad ya no solo quería vivir mejor en términos materiales, también empezó a buscar su autorealización personal y se produce el aumento de la consciencia general sobre el medio ambiente que nos rodea.

Es en ese contexto social donde nace la idea del Star Trek original. Cada época ha visto su futuro según como iban las cosas en esa misma época.

Después de las crisis del petróleo del 73 y el 79, que generaron un efecto cadena sobre las economías desarrolladas, provocó el desplome de los ingresos fiscales, elevó los recortes de gasto público, provocó la criminalización de los sindicatos, la rigidez de las estructuras de protección social y los viejos pactos sociales y económicos empezaron a desmontarse. Es en este contexto donde nace el "cyberpunk" como corriente literaria, un futuro distópico, oscuro, donde los instintos, la competencia individual y la primacía de las megacorporaciones privadas sobre el poder público definen un contexto grotesco y sin esperanza. El diálogo es para blandos, la fuerza está casi siempre justificada y los dogmas vuelven a nublar la razón y la ciencia.

¿Podría ser este nuevo Star Trek una versión "cyberpunk" del Star Trek original?. No lo creo, pero se queda con las vestimentas como si lo fuera. Existe una evolución estética del cine y las series en donde, si quieren hacer secuelas, las vuelven más "oscuras", y más "serias".

Para el espectador esto lo único que supone es que los actores van a aparecer con gesto serio, sin emociones, y sin risa por ningún lado (hay un personaje secundario compañera de camarote de la protagonista, que lo intenta, pero es que ni le sale). No solo consiste en apagar el 80% de las luces de los decorados, y hacer que todos los escenarios sean oscuros. Se oscurece también la trama.

El nuevo capitán, Lorca, es un tipo despiadado, parece no tener escrúpulos, y no solo se queda en una cuestión de formas. Hace declaraciones explícitas en contra de la existencia de las "normas" con verdadero desprecio personal, haciendo alusión a la coyuntura. Es extraño esto último porque toda la trama se inicia con un conflicto por la coyuntura, y en el universo Star Trek a ninguna nave se le ha prohibido nunca usar la fuerza para defenderse, para interceder en un conflicto en donde deba restablecerse el equilibrio o proteger a la propia Federación. Lo que nunca se ha hecho en Star Trek es usar la coyuntura como excusa para cambiar los planteamientos de todo el universo desarrollado como trasfondo, es decir, usar la coyuntura para que Star Trek deje de ser Star Trek y ser otra cosa.

Después de oscurecer los decorados, de oscurecer a los personajes hasta volverlos sosos, después de oscurecer tanto la trama hasta volverla tan cruel y sin derecho a réplica (se dan diálogos que se vuelven monólogos sobre "inversiones que salen mal", cuando en el sistema económico de Star Trek, desde sus inicios, ya no es necesario trabajar), que desde luego cuesta mucho afirmar que alguien que haya seguido mínimamente Star Trek desde sus inicios diga que esto "siga fielmente el canon" de la serie, durante la mayor parte de la temporada. En realidad vuela el canon en mil pedazos y en su lugar no deja una reflexión de lo que la Federación de Planetas pretendía superar.

Se pueden generar controversias morales y éticas en sus personajes sobre el cumplimiento de las normas de la Federación de Planetas, por supuesto. Todos los grandes capitanes de Star Trek se han tenido que enfrentar a estas disquisiciones y en ocasiones han tenido que transgredir las normas, pero el relato que lo envolvía todo y lo ponía todo en su sitio es que los principios que movían incluso la transgresión de esas normas estaban inspiradas en el mismo espíritu que llevó a redactarlas.

En esta nave no hay un Spok que racionalice las decisiones de un "cow boy" espacial como Kirk, y no hay un Data que pase por una matriz lógica las duras situaciones a las que tuvo que enfrentarse Jean Luc Picard. Aquí "nuestro Spok", Michael Burnham, prácticamente tiene que ir pidiendo perdón por pedir cordura, rodeada de un personal frío, soso, sádico y que no admite ningún argumento en contra, por lo tanto tampoco se genera ninguna reflexión entre posturas contrapuestas. No hay un equilibrio entre arrojo y razón, el arrojo se vuelve una razón en si misma.

Estar viendo esta serie, o te genera malas sensaciones, o te deja frío, pero ni siquiera deja buen cuerpo. No da ni para sonreír. Este no era el futuro luminoso de Star Trek, pero... hay que ver la temporada entera.

No puedo desvelar nada (la aclaración final irá a la zona de spoiler), pero para tener una idea clara de qué mensaje transmite esta nueva serie hay que ver los 15 capítulos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kerberos_2K
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