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Chile Chile · Santiago de Chile
Críticas de Big Daddy
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
5
25 de abril de 2016
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comenzaré reconociendo que soy un gran amante de las películas románticas y que conocí a Nicholas Sparks, con Diario de una Pasión (2004) la cual es una de mis películas favoritas.

A partir de entonces, he visto la mayoría de las adaptaciones para el cine de Sparks por lo que probablemente no debería extrañar a nadie que sea el autor más recurrente en el género de películas románticas, en las últimas dos décadas, cuando Mensaje de amor (título original: Message in a Bottle) de 1999 fue estrenada.

Ahora estamos ante la duodécima primera adaptación de la novela -del mismo nombre- En Nombre del Amor (2007 año de la novela) y la fórmula de Sparks sigue inalterable, por lo que para quien haya visto algunas de sus adaptaciones llevadas a la pantalla grande; no encontrarán nada nuevo y sí, mucho en común, como el macho alfa que conoce a la hermosa chica, que tras algunos desencuentros se enamoran, aunque luego se produce un conflicto que los separa, pero que el macho tiene que superar para demostrar a todos que el amor supera todos los obstáculos.

Es la tercera película para el productor que permutó en 2009 a director, Ross Katz. Para la adaptación de la novela, Katz ha recurrido a fotografiar las escenas y los paisajes de manera que parecen copias de algunas de las otras películas de Sparks, por lo que si bien son bellas; carecen de originalidad lo que sumado a una historia altamente predecible, le hace restar puntos a la película.

En resumen, para los seguidores de las películas románticas y/o de Nicholas Sparks resultará aceptable, para pasar el rato. Probablemente para quienes no gusten del romanticismo de Sparks, tanto dulce sea demasiado…
Big Daddy
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7
23 de marzo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosa película, que es a la vez, la última película del director Robert Mulligan y para Reese Witherspoon, con sólo 14 años al momento de filmar y que se había presentado al casting –junto a miles de otros- para extra; pero consiguió su primer rol protagónico, en su primera película.

Mulligan formó parte de la “Nueva Ola” (en inglés "New Hollywood group"), en particular de la llamada generación de la televisión. No olvidemos que la televisión que todavía está en sus inicios, va tomando crecientemente más protagonismo; mientras la época dorada de Hollywood va perdiendo empuje. Por lo tanto, no es raro que entonces, directores de televisión como Mulligan, ahora pasen de ser enemigo de Hollywood a ser precisamente director para la pantalla grande; inyectando frescura, tomando en consideración las recientes posibilidades técnicas de las nuevas cámaras portátiles de 16 mm y grabadoras portátiles de sonido; que ya no requerían que el técnico en sonido estuviera junto al camarógrafo en todo momento.

Este fue el primer guion para Jenny Wingfield. La película se basa en hechos reales. Se desarrolla en la sureña Louisiana; durante 1957, donde dos hermanas; una de 14 años que admira a su hermana mayor de 17 años; conocen un chico de 17 años que es su vecino. La vida las llevará a competir por la atención romántica del mismo chico.

La actuación, especialmente de una primeriza Whitherspoon fue una apuesta “todo o nada” en palabras de Mulligan; quien tras un largo casting logró intuir el potencial de la hoy consagrada actriz. En general, la actuación de cada uno de los personajes; el manejo de los silencios y el lenguaje corporal refuerzan toda la actuación.

Los encuadres y la fotografía; también ayudan a crear la atmosfera de la vida rural a mediados de los 50’s, presentando con sutileza los momentos íntimos o dramáticos; pero evitando el sentimentalismo barato.

En resumen, una película que merece verse.
Big Daddy
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6
21 de marzo de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gaby (1956) está basada en la película PRE-CODE “El puente de Waterloo” (1931) de James Whale, que tiene como protagonista a una circunstancial prostituta. Tras la entrada en vigencia del Código Hays en Julio de 1934, se realiza el remake con el mismo nombre en 1940, dirigida por Mervyn LeRoy. Esta segunda versión llega ajustada a las nuevas normas que regirían por tres décadas la forma de hacer cine en Hollywood.

Viene a ser una tercera versión, ahora filmada en color y en el recientemente surgido en 1953, CinemaScope, sumando una banda sonora de incipiente sonido envolvente o Surround, conocida como Audio 4-Track Stereo.
Al ser filmada una década después del fin de la Segunda Guerra Mundial, durante el periodo conocido como Baby Boom, a diferencia de sus predecesoras, se añade un carácter más optimista ya que la época de desesperanza y pesimismo había terminado.

Fue dirigida por Curtis Bernhardt, un director judío-alemán que como muchos otros realizadores europeos, entre ellos Billy Wilder, Otto Preminger e inclusive Hitchcock, formó parte de una segunda ola de emigrantes a Hollywood realizada durante el siglo XX, a finales de los años 30 y comienzos de los 40, entre los que destaca la fuga de directores de origen judío una vez que llegó el nazismo a Alemania.

Si bien, Bernhart no alcanza, la notoriedad de Wilder o Hitchcock, el cine que propone durante las 21 películas que dirige en su nueva etapa en Hollywood (1941-1964) contrasta con lo hecho en Alemania; donde tenía mucho mayor control artístico, éxito comercial y de la crítica; destacando entre otras notorias participaciones, por ejemplo, que él sería el responsable que elevará a la categoría de estrella del cine a Marlene Dietrich (1929).

Sin embargo, todo termina abruptamente, cuando Goebbels organiza una reunión de cineastas alemanes, recalcando que obras como “Die Letzte Kompagnie” (Bernhart-1930) –la primera película sonora alemana- no habría podido ser “concebida bajo el degenerado intelecto de un judío”. Inmediatamente entiende que tiene que dejar Alemania; lo que llevará a cabo sólo unos pocos días más tarde.

Gaby pertenece a películas que asociaron a Bernhart con un realizador de “películas para chicas” o chick flick. En mi caso, la primera de las 3 versiones que vi, fue Gaby, hace ya más de 20 años, para sólo recientemente ver la versión PRE-CODE (1931) y posterior versión protagonizada por Vivien Leigh (1940) y aunque no alcanza y menos supera artísticamente a sus predecesoras, considerando las mejoras tecnológicas que incluye; no deja de ser una película interesante de ver con una muy joven Leslie Caron, donde el baile es secundario, frente al dilema moral que atraviesa como protagonista, con algunos originales diálogos acerca del amor, como para reflexionar, especialmente cuando el amor se ve enfrentado a contratiempos, que la vida siempre depara, sin importar que estemos o no, en medio de una guerra.
Big Daddy
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