Que alguien escriba que en esta película "incultura y gracia andaluza son retratados a la perfección", puede considerarse una opinión más o menos discutible, pero que quien lo afirme diga ser de Granada sólo puede deberse a la ignorancia de lo mas cercano que muchas personas poseen, y que hace que tenga que venir a explicarle lo que tiene al lado "un guiri".
Porque evidentemente quién así escribe o nunca ha estado en las Alpujarras o nunca ha oído hablar a un Alpujarreño. El acento de los actores supuestamente andaluces no sólo no pertenece a esa zona de Andalucía si no que no corresponde a ningún otro lugar porque es un acento inventado y a lo más que se parece lejanamente es al de una caricatura del de bajo Guadalquivir, diferente al de estas tierras. Estamos acostumbrados a que directores extranjeros mezclen la semana santa con las fallas valencianas, y hasta puede hacer gracia, pero que un director español lo haga es absolutamente inaceptable.
Colomo nos hace un retrato, narrado de forma convencional, casi de documental dramatizado, de un escritor que vino a estas tierras buscando el exotismo, lo ancestral, una población nativa, inculta, primitiva y no contaminada por la civilización occidental, dónde él pudiera sentirse el amo, y desfogar libremente sus instintos sexuales, eso si con gran cariño, respeto y admiración por sus gentes, aunque para casarse eligiera a una norteamericana, WASP, "of course", y dejara en sus admiradas tierras varios hijos de distintas mujeres. Osea que buscaba una especie de Tahiti de secano, de paraiso del sur, bien baratito y sin tener que embarcarse en largas travesias.

Un personaje que estaba maravillado con el analfabetismo que encontró, porque era parte del encanto del lugar y que llegó a escribir: «¿Qué importaba esta ignorancia?» "«Los habitantes de Yegen sabían todo lo necesario para su prosperidad y felicidad y sólo habrían adquirido unas frases pedantescas de haber sabido más. Dentro de los límites prescritos por su manera de vivir, eran sensatos y civilizados y organizaban sus asuntos mejor que muchas comunidades más importantes. Al ser campesinos españoles y católicos tenían detrás de ellos una vieja tradición y solía ocurrir que la viveza de su conversación aumentaba en proporción inversa a la educación formal que habían recibido porque entonces hablaban de lo que realmente sabían».(South from Granada. London: Hamish Hamilton, 1957).

Vergüenza ajena da leerlo, pero más vergonzoso es que hoy, que afortunadamente el analfabestismo está erradicado y no precisamente gracias a personas como Don Geraldo (tal como se hacia llamar) , le dediquen peliculas hagiográficas y le pongan su nombre a institutos de secundaria, él que hizo tan poco por sacar de la incultura a las gentes que tan felíz le hicieron y que se prevalio de su superioridad para cometer sus desmanes.

Al que le gusten las películas de mujer perversa que arruina la vida de un hombre, al estilo de Perversidad de Fritz Lang o El Angel Azul de Josef von Sternberg, le gustará esta, aunque de nivel algo inferior a las demás. Mujeres que maltratan a hombres, por las que los pobres tipos pierden la cabeza, la dignidad y el dinero. En está película encontramos a una Bette Davis rubia y muy joven, hasta bella en algún caso, y con una actuación excelente. Leslie Howard no le va a la zaga. Los dialogos que dicen cosas, que cuentan, un guión que merece la pena. La fotografía con esa espcie de flou de los años treinta, que crea esa atmosfera que atrae, como de otro tiempo, que a mi particularmente me fascina.
Y tiene también algo bastante curioso, y que podría servir para no calentarse mucho la cabeza con lo de los saltos de eje (lo explica regular de bien Joaquín Reyes en youtube en una parodia que hace sobre Lars von Trier y su familia , para el que no sepa lo que es lo del dichoso salto de eje), y es que en algún dialogo entre los dos personajes el plano contraplano lo hace tomando a los actores mirando directamente a la camara, con los actores enfrentados y sin que aparezca el escorzo del otro. Esta curioso el efecto que crea.
Para saber el por qué del título que le he puesto tiene que ver el spoiler

Esta claro que Bunuel (con n aparece en los títulos de crédito) parte y reparte. Una película politicamente incorrecta, misógina dónde uno de sus personajes, el mayordomo de Mathieu, vierte expresiones del tipo: "cuando vayas con una mujer no olvides el palo" o " la mujer es un saco de excrementos". Hay además una escena de malos tratos por la que el protagonista hoy en dia, daría con sus huesos en la carcel, porque además va y se lo cuenta a un Juez. La pregunta que me sugiere es: ¿Cuántos goyas le darían si fuese cine actúal? ¿Sería posible hacer hoy una película así? ¿Cúantos colectivos protestarían, cuantos dirían que se esta justificando la violencia de genero, que ataca a las minorias étnicas.. etc...? ¿Se volvería Buñuel a exiliar en Francia? Y es que los goyas son eso, premio para el caballero que mejor se ajusta a las doctrinas de la correción política que ordena la clase dirigente que los subvenciona. ¿Dónde está el Buñuel del cine español hoy? ¿Contra qué tiraría hoy en día?

Aparte de esos interrogantes que sugieren una reflexión, lo cierto es que la cinta de Buñuel, crítica las relaciones entre personas de edad y jovencitas, basadas en el poder económico, y ees cierto que hay mujeres para las que el bulto mas atractivo del hombre es el de su cartera, pero tambien crítica la España de pandereta, el folclore y el jolgorio, la hipocresia de las relaciones sociales, los manejos del poder, etc...

Para ello se vale de una serie de símbolos y lo cierto es que con los símbolos pasa como con los test de dibujos de psicodiagnóstico, que cada uno ve lo que ve en función de sus vivencias y de manera de ver las cosas, así en el saco que de vez en cuando lleva Fernado Rey, cada uno meterá lo que crea oportuno de acuerdo a sus parametros, puede significar el peso o la carga de la virginidad, si se relaciona con la última escena del film o cualquier otra cosa, vaya ustéd a saber.

Incluso la utilización de dos actrices para un mismo papel podría dar lugar a miles de interpretaciones, y no creo que sea una cuestión puramente simplista del autor de acomodarse a un avatar del rodaje, es posible que ni el mismo Buñuel tuviera clara la intencionalidad exacta, nuevamente será el espectador, el destinatario último del film, el que si le apatece, podra valorarlo. Para mí, al principio produce cierto desasogiego, cierta situación de extrañeza, de choque visual, ya que narrativamente es algo a lo que no estamos acostumbrados. Como Buñuel elige a dos actrices de tal opuestos registros, una blanquita y fria francesita y la racial española, te da la posibilidad de que decidas quien está mejor en el papel o que diferente podría ser la pelicula protagonizada en exlusiva por una de ellas, la verdad hasta que te das cuenta el efecto es curioso.

Y que decir del churumbel lechoncito, que cantidad de interpretaciones se podrían hacer, desde la más obvia a otras muchisimo más elaboradas.

Hay personas que crítican esta pelicula negativamente tachándola de ser demasiado lenta. Sin embargo ese ritmo pausado, esos amplisismos planos generales fijos por los que deambulan los personajes, planos medios de miradas, planos detalle de una niña que se mira en un espejito, el desencuentro de dos personas en la cama... son un auténtico lujo. Mantener los planos sin andar cambiandolos cada 40 segundos es simplente detener el tiempo, y en que consiste el cine sino en eso. Cada película ha de tener el ritmo que se adecúe a la narración, y por supuesto en esta no se van a encontrar los cambios de plano con movientos internos de cámara, travellings, picados, contrapicados y cámaras colgando del techo, cambios de óptica y si se mete algún efecto sonoro mejor que mejor, todo lo que sea no dar tiempo al espectador a observar, a admirar, sino llevarlo en volandas, zarandearlo, no dejarlo respirar para que no se aburra y seguramente tambien para que no analize, ya que aunque pueda ser un ejercicio válido para cierto tipo de guión, el espectador no analítico no se entera de que quizá no sea tan importante lo que le estan contando sino como se lo estan contando.
Esta película no tiene un metraje exagerado, dura como las demas una hora y media más o menos, pero eso sí, requiere entender que igual que en música hay temas mas lentos o más rápidos y eso se admite perfectamente, en cine puede y debe pasar lo mismo, hay que abrir un poco más la mente, porque seguramente los frutos intelectuales que se recogan serán importantes, un gozo que no es comparable y que personas poco pacientes o que no quieren hacer un mínimo esfuerzo (que es mínimo) nunca llegarán a tener.

En esta cinta hay que prestar atención al crómatismo, los colores ocres y amarillentos de la colmena, y que se repiten en la casa de la familia, con una alusión clara y evidente, al utilizar en la ventana un enrejado con forma de panel de abeja.

Obra cumbre del Neorrealismo y magnífica demostración de cómo se puede hacer un gran película con pocos medios materiales pero con mucho talento. El guión es de argumento sencillo, historia cotidiana que sirve para mostrar la realidad de una Italia bajo las penurias ecónomicas de la postguerra, en realidad el personaje nos va mostrando, en su busqueda de la bicicleta por las calles, distintos aspectos de la sociedad del momento. Así nos encontramos desde el funconario de la agencia de colocación, la casa de empeño, los que ensayan en el local, los personajes de la alta sociedad que hacen caridad, las casas de mal tono, el barrio marginal en el que los vecinos encubren al ladrón, que en realidad es otro pobre infelíz, otro desheredado de la sociedad. Ese es su toque de modernidad, el argumento principal no parece tener tanta fuerza como los distintos ambientes que va recogiendo, cómo el retrato social que hace.

La película incluye algunas escenas que para algún espectador acostumbrado al cine clásico (en el que todo lo que aparece en el guión ha de terner una justificación narrariva, es decir, que aporte al desarollo de la historia )parece estar de sobra, como el agarrón a la mujer, o la bofetada al niño; sin embargo en este tipo de cine, contribuye a la descripción de la cotidianidad a través del matíz, el bofetón injusto no es más que la puesta en escena de que quién al final paga los platos rotos es el más debil de la cadena,(a quién de nosotros que pasemos de los 30 no nos cayó alguna de esas alguna vez) y el agarrón es una descripción de un momento de intimidad, todo eso contribuye a crear el ambiente de la pelicula. Es en esa descripción lateral donde se encuentra una escena que a mi me gustó especialmente, que es esa procesión de la boda que hacen unos niños que juegan en la calle y que se cruzan con los protagonistas, y es que la presencia de los niños es muy importante y determinante en el Neorrealismo, ya que quizá fueron la mayores víctimas de aquella situación.