No le encuentro la gracia a la película. La he visto en una filmoteca. Falla el guión, la motivación, el trasunto simbólico-bíblico, las interpretaciones, la dicción de los personajes, sobre todo la de los protagonistas, el montaje, el lapso final hacia México... La salva la ambientación desértica y la fotografía. Pudiera haber contado con una banda sonora electrizante, apocalíptica, pero... nada, que parece más bien un trabajo de di de curso de escuela cinematográfica.

Una tribu de burgueses disconformes, y al parecer ecologistas, intentan establecerse en los boscajes que están situados a cierta distancia de una zona urbana y organizarse allí. De momento van a preparar las fiestas de Año Nuevo, pero en pleno verano, porque estamos en el hemisferio sur. La confusión gobierna toda la trama, con idas y vueltas sin destino, con algunos retazos de solidaridad, con el apocado y contraditorio despertar de la pulsión amorosa adolescente, con correteos y juegos infantiles, con alguna disensión familiar, pero sin claridad de ideas, sin nervio conductor, con cierta contradicción argumental, con un incendio descolocado y desconcertante, con actuaciones irregulares... Poco más que añadir, salvo que una parte de los espectadores, habituales de filmotecas y salas de ensayo, acabaron abandonando el esfuerzo que supone esperar a que concluya este galimatías visual y sonoro. ¿Ocurre la aventura en Chile o en Argentina? No llegué a enterarme con seguridad.

Esta serie, hasta donde la he visto, es infumable por muchos conceptos. Se salvan un par de actores, pero no los cabeza de cartel. El de Fernández es un papel pomposo, algo habitual en él, y ahora además ridículo. Montaner, acartonada y pretenciosa. Silvestre, torpón y desorientado. ¿El guión? ¿Copia y pega? Resultado horroroso, incoherencias a mil, insoportable. Lleva un 2 por la música de Baños, aunque lamento que tan buen compositor se preste a ilustrar tales bodrios. Pero la pasta es la pasta. Se supone que también para ciertos críticos. Gastos de producción, claro. Y algunos comentaristas que califican con sobresalientes y notables, como un tanto sospechosos, ¿no?