Acaban de pasar la película por televisión y, al volver a verla después de tanto tiempo, he descubierto que, lejos de perder con el paso del tiempo, me ha convencido de que acerté eligiéndola. Más de lo que esperaba.

Puede que a Sally Field se le escapase de tanto en tanto su lado previsible de niña buena, sin embargo en general hace un trabajo más que digno. Y creo que es el único "pero" que le pondría a la película. Por descontado que el resto del elenco está realmente soberbio, aunque lo que más me conmueve es el guión. La crueldad sin ira con la que arranca te deja los ojos como platos, y la metáfora de bondad con la que termina la convierte en un trabajo simplemente redondo.

Lo que me impulsó a verla fue la referencia al festival de Sundance. Había que probar, aunque no tenía muchas esperanzas de encontrar en esta película algo notable (la sinopsis es un cliché de no sé cuántos guiones anteriores, y esa falta de originalidad me hacía sospechar que se iba a repetir con la aparición de otros tópicos).

Me equivoqué totalmente. Resultó de lo mejor que he visto este año. Es interesante, intensa, de una narrativa cotidiana (y por lo tanto accesible) pero sin dejar de incluir elementos de lo más inteligentes que compensan el ingrediente romántico que, dicho sea de paso, no comulga con los moldes del género al uso.

Patrick Wilson hace un trabajo memorable. Los duelos verbales con el protagonista de la película son un verdadero lujo. En la serie "Big Love" eché de menos un personaje como ése.

Quien creciera leyendo a Tintín, reconocerá muchos elementos que coinciden entre los cómics de la época que hiciese Hergé y la puesta en escena de la película de Hitchcock (el arranque en un país exótico norteafricano, el plano corto de la nota que al protagonista le entrega el misterioso espía a punto de morir, el encuadre de los actores cuando van a descender por la escalera de un DC-4, los colores de los coches...).

Es evidente que fue Hergé quien se dejó influenciar, en este caso, por el cine, pero no deja de ser curioso el que, pasado el tiempo, Spielberg confiese encontrarse entre sus seguidores.

Se le pueden echar muchas "flores" a la película. Sólo voy a recordar lo que creo que nadie ha incluído en estos comentarios. La banda sonora (hoy hablamos de banda sonora refiriéndonos a la música) está compuesta por Chaplin, a excepción del tema principal: "La violetera". Me parece que no se comentó que es del maestro Padilla.

La secuencia del primer encuentro entre la vendedora de flores ciega y Chaplin es parte de la cultura universal gracias, en parte, a un señor de Almería.

Tengo la impresión de que lo que no gusta de esta película es el personaje. Resulta que si eres una persona difícilmente tratable, antipática y poco maquillada no merece la pena pasar el tiempo descubriendo lo que nos cuentan.

A mí me ha parecido una película soberbia. Pero para gustos, colores.