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La bella de Moscú (1957)

La bella de Moscú
117 min.
6,7
799
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Un compositor ruso que vive en París recibe el encargo de una productora norteamericana para que ponga música a una de sus películas. Remake en versión musical del clásico "Ninotchka". (FILMAFFINITY)
Género
Musical Romance Remake Comedia romántica
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Silk Stockings
Duración
117 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1957: Globos de Oro: Nominada Mejor película comedia/musical y actriz (Charisse)
9
Eterna Cyd Charisse
Fabuloso y muy divertido musical que se beneficia de la maravillosa partitura de Cole Porter en pleno estado de gracia y de una Cyd Charisse impagable como bailarina y bellísima. Muy mordaz e ingeniosa supone una versión más que digna del afamado Ninotchka de Lubitsch, enlazando los números musicales con maestria, elegancia y soltura.
La dirección de Mamoulian es espléndia pero a pesar de todo a la película la rodea un halo de decadencia agridulce que sirve de presagio a lo que luego se demostró evidente, el género musical clásico estaba al borde de su desaparición, y esta película sería uno de los grandes últimos ejemplos.
Muy mal recibida por el público en su día, La bella de Moscú es actualmente uno de los mejores musicales de todos los tiempos y el paso de los años no ayuda si no a revalorizarlo aún mucho más.
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29 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
EL FIN DEL MÚSICAL CLÁSICO
Remake musical de la espléndida comedia de Ernst Lubitsch "Ninotchka" que interpretó magistralmente Greta Garbo en 1939.

En esta ocasión el patrimonio del pueblo soviético que hay que rescatar de los "taimados intereses capitalistas", es un célebre compositor ruso que ha sido convencido y contratado para escribir una vulgar versión musical de "Guerra y Paz" por un artero productor estadounidense, interpretado por Fred Astaire.

Para conseguirlo, el comisario político de turno envía a París a una severa, dura e inflexible agente soviética, interpretada por Cyd Charisse, que espera triunfar donde fracasaron los últimos agentes a los que se encomendó esta misión.

Sin embargo, la magia de las luces de la ciudad del amor ("Paris Love Lovers"), el suave roce del contacto con la lencería femenina ("Silk Stockings") y compartir con Fred Astaire, tras unos, inicialmente tímidos, pasos de baile, una excelsa coreografía con partitura de Cole Porter ("All of You"), hacen que esta nueva Ninotchka sucumba a los "perversos y decadentes encantos" de la sociedad capitalista y del amor.

Son memorables las interpretaciones de todo el reparto, desde los divertidos tres agentes soviéticos corruptos, interpretados por Peter Lorre, Jules Munshin y Joseph Buloff, hasta la estrella acuática interpretada por Janis Paige, en una despiadada sátira de la actriz Esther Williams, pero también de los propios valores occidentales, especialmente estadounidenses, que el filme pretende aparentemente ensalzar.

Pero lo que roza la perfección es la pareja protagonista, magníficos Fred Astaire y Cyd Charisse, en su segundo encuentro ante las cámaras, después de la también excepcional "Melodías de Broadway 1955"( "The Band Wagon", Vincente Minnelli, 1953).

Él es con seguridad el más extraordinario bailarín producido por Hollywood, con permiso de Gene Kelly, pero ella, interpreta probablemente el mejor papel de toda su carrera, apareciendo en todas sus escenas con el fulgor de una diosa, tanto en sus perfectas e intensas coreografías con Fred Astaire, como cuando se enfrenta sola a la cámara para interpretar el frenético y electrizante "Red Blues" o la vemos metamorfosearse en la fascinante escena-secuencia en la que sustituye sus toscas media de lana por las medias de seda que dan título original al filme.

También es destacable la sobria dirección de Rouben Mamoulian con unos perfectos encuadres y movimientos de cámara al servicio de las evoluciones de la pareja protagonista, y sobre todo la genial partitura de Cole Porter, cuyos números para este filme pasaron a formar parte del reportorio de cualquier "crooner" que se precie.

Vale la pena destacar que este sería el último musical clásico que interpretó Fred Astaire y su despedida no pudo ser más representativa y memorable en el último número del filme, el magistral "The Ritz Roll and Rock", que supuso aunar la elegancia de su característico estilo "Top Hat" con el nuevo sonido "Rock and Roll" que se imponía entre la juventud del momento y que cedía un lugar de honor en la pantallas a una nueva leyenda de la música, Elvis Presley.
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20 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
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