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El gran Ziegfeld (1936)

El gran Ziegfeld
176 min.
6,4
797
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Desde sus comienzos como anunciante de feria, Florenz Ziegfeld consiguió ganar y perder en la vida antes de enamorar locamente a su esposa, Anna Held. (FILMAFFINITY)
Género
Musical Biográfico
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Great Ziegfeld
Duración
176 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1936: 3 Oscars: Mejor película, actriz (Luise Rainer), coreografía. 7 nominaciones
1936: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actriz (Luise Rainer)
8
Ziegfield, como en su vida, es un film lleno de altibajos
Estoica narrativa, pero una innegable puesta en escena, para un film excesivamente largo.


El Gran Ziegfield, antes de comenzar incluso asusta, son tres horas de duración y por eso lo mejor es verla en dos actos, o por lo menos así lo aconsejo. Tiene un duro comienzo, no por el dramatismo, si no por lo sobrio de un guion que no arranca ni temor, ni sonrisas y ni siquiera misterio, sólo algún que otro bostezo, hasta que llega el fin de la presentación y se mete de lleno en lo importante, la representación teatral, los actos musicales, ahí es cuando el tiempo vuela, donde los consecutivos actos entrelazados con pequeños momentos escenificados del, afortunado o dichoso protagonista, hacen las delicias de los oídos, pero mucho más de la vista, y eso que era en blanco y negro, no quiero pensar la grandiosidad de la puesta en escena verla hoy en día en color, donde los bailes, los ritmos, las lentejuelas, vestidos, escenarios y los lujos no tienen parangón, son exagerados, sin escatimar en gastos al igual que su protagonista (no quiero pensar cuando costó la película, pero mereció la pena, por lo menos a mis ojos).

Los actos corren, la vida corre, pero llega un punto, donde el sobrio guion recupera el protagonismo para dejar unos treinta minutos más de la instructiva pero cargante vida de un derrochador, pero a fin de cuentas, un visionario, que cambio los moldes musicales del mundo, que aún desconocía el esplendor del cine.

En resumen, como película es algo tediosa y se puede hacer larga, pero merece la pena verse sólo por el número musical de las escaleras, pequeña sinopsis del film, donde se muestra la grandiosidad de la puesta escena general, el despilfarro del presupuesto, la majestuosidad del vestuario, el panorámica visión de un director que fue capaz de plasmar lo importante y por supuesto sólo voces que evocan a la bóveda celeste del recuerdo, es decir, el atrevimiento del propio film. Disfrutenla.
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15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Más bien El arribista Ziegfeld
El gran Ziegfeld podría haber sido una gran película, pero desgraciadamente por culpa de un guión insuficiente hoy sólo es conocida por haber ganado varios Oscars, lo que es una lastima ya que su primera parte (el film está divido en dos con un interludio que separa ambas partes) se podría definir casi como magistral y es donde se relata el incipiente arribismo de Ziegfeld y su pasión por la belleza y las mujeres y todos los acontemientos que le llevaron hasta crear los Ziegfeld Follies. Es en esta primera mitad donde también aparece el personaje de Luise Rainer recreando a Anna Held (primera amante de Ziegfeld) que dota de gran brío a la historia gracias a su comicidad y a la excelente interpretación de Rainer (premiada con un Oscar a la mejor actriz por mucho que su papel sea de reparto). Es cuando llega la segunda mitad, cuando todo pierde interés, algo debido en cierto modo a la aparición de los interminables números musicales de las Follies que si bien son deslumbrantes, tampoco aportan nada ni hacen que la historia avance, aunque también es cierto que la historia se hunde en el momento en el que desaparece Luise Rainer para dar paso a una simplemente correcta Myrna Loy interpretando a Billie Burke, la primera esposa de Ziegfeld. Quizás lo único interesante de esta segunda mitad sería la aparición de la archifamosa Fanny Brice haciendo de si misma (en 1968 Barbra Streisand saltaría a la fama al protagonizar la biografía de Brice en Funny girl), pero poco más. Por último destacar la excelente interpretación de Frank Morgan como Jack Billings, el eterno rival de Ziegfeld y su único amigo.
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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
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