Taro, el niño dragón (1979)

Hace unos días tropecé de casualidad con este tesoro de mi infancia. Recuerdo como de niño ví esta película y me causó un impacto profundo. Desde entonces, a veces me acordaba de ella, de la maravillosa fantasía que desbordaba, del amor por la naturaleza, de la aventura tan ausente en los dibujos que se veían entonces.

"Taro, el niño dragón", es una historia que te sumerge en la mitología más antigua de Japón, en los tiempos legendarios en los cuales la gente subsistía como podía del cultivo y los dioses campaban a sus anchas, dueños y señores de todo. Criaturas fantásticas y temibles brujas son tan comunes y corrientes como el ciervo y el oso.

La historia, a pesar de ser divertida e infantil en muchos trozos, se hace sorprendentemente emotiva en otros, emocionando al desprevenido espectador.

Aprecio también su intención didáctica, lo cual podemos apreciar a través del desarrollo de Taro en muchos valores, el más destacado de ellos, el de preocuparse por los demás.