Perdidos en la nieve (The Snow Walker) (2003)

Preciosa aventura entre un piloto que se estrella accidentalmente y una acompañante muy especial, que le ayudara a sobrevivir, aunque el creía que seria al contrario.
Barry Pepper, el cual aparecía como Jackson, el francotirador en Salvar al soldado Ryan o en Ajuste de cuentas, muestra en Perdidos en la nieve un personaje duro, Charlie Halliday. En un principio reticente y antipático con la joven Kanaalaq, Annabella Piugattuk, una esquimal enferma de tuberculosis. con la que tendrá que entenderse forzosamente y que le enseñara una lección de humanidad a Charlie, mientras al mismo tiempo se gana su respeto. Ella le cuidara, curara sus heridas, dedicara el tiempo a cazar y pescar para la supervivencia de los dos. En definitiva una bonita historia, que cuenta con una base que ya planteaban películas como Infierno en el Pacifico o Enemigo mío; el entendimiento y la comprensión entre razas.
Destacan unos cuantos momentos de gran calidez entre los dos (la joven enamora con el paso del tiempo), y la excelente fotografía de la película, con esos hermosos paisajes nevados canadienses.

Hermosa película que transcurre plácidamente en las enormes y desoladas planicies del norte de Canadá, en ella el supuesto protector se convierte en protegido y al hacerlo no solo sobrevive, aprende mucho sobre la vida.

La frase: Cuando mueres necesitas de tus herramientas…

La escena: La escena más intensa se da en la tienda de campaña, cuando ambos saben que la tragedia está ya sobre ellos, él se aferra pero ella sabe lo que tiene que hacer.

El momentazo: Cuando ella caza un “sicsic” (especie de perrillo de la pradera).

La actuación: Ambos actores son convincentes y emotivos, ella casi no habla pero cuando pone la primera sonrisa se gana al espectador.

El mismo día que vi esta película había yo estado en un bosque escuchando a muchos pájaros que no podía ver y me di cuenta de la poca paciencia que tenemos los “citadinos modernos”, en la película ese concepto se hace evidente cuando ella le enseña como se caza un animalillo para comer.

Muy bonita película que trata de supervivencia pero a la vez de crecimiento interior, el despreocupado y arrogante piloto canadiense se va transformando en una persona madura, responsable y comprometida y todo gracias a la compañía de una jovencita esquimal con la que no puede casi ni hablar por la enorme brecha cultural y de idioma.

Resulta muy interesante observar las técnicas de los esquimales para sobrevivir, el hombre moderno por lo general ha despreciado esas técnicas y ha pagado muy caro el hacerlo.

Sin duda es una buena película para ponernos a meditar.