- Sinopsis
- Cat y Hutch llegan a El Paso. Mientras los habitantes del pueblo trabajan preparando una ejecución llegan al banco, donde hacen entrega de una cantidad cercana a los 300 mil dólares en oro. Secuela de "Tú perdonas... Yo no" (1967). (FILMAFFINITY)
- Género
- Western Comedia Spaghetti Western Secuela
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1968 / Italia
- Título original:
- I quattro dell'Ave Maria
- Duración
- 132 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Links
Mamporros y algo más.
16 de junio de 2014
Lo fácil de este tipo de películas es criticarlas abriéndolas en carne: que si los personajes son planos, que si el argumento es flojo, que si la producción es pobre y se pierde el hilo que si los enfoques, los planos, bla,bla, bla. Yo soy de los que piensa que "Los cuatro truhanes" tiene más mérito del que se ve a simple vista. Porque consigue su fin esencial: entretener y hasta reirse de algunas escenas. Y luego, la idea de la ruleta del casino me parece bastante ingeniosa para ponerle un seis a la película.
Divertida comedia con su inevitable dosis de mamporros marca Spencer-Hill. Encima cuenta la película con la aportación de un secundario de lujo como es Eli Wallach.
Divertida comedia con su inevitable dosis de mamporros marca Spencer-Hill. Encima cuenta la película con la aportación de un secundario de lujo como es Eli Wallach.
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9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Feo se cambia de película.
13 de julio de 2020
Aparece Tuco en escena (Wallac) y nos trasladamos inmediatamente a "El bueno, el feo y el malo". Lo llaman ahora Cocopulos, pero la caracterización es idéntica a la de Leone, lo mismo que la gesticulación y los ticks. La personalidad ya es otra cosa, ahora se ha vuelto una especie de Robin Hood que reparte lo que roba a los pobres, o de Francisco de Asís que cuida a niños, ancianos o incluso animales.
En lo que no ha cambiado Tuco, digo Cocopulos, es en su afán de venganza contra los que lo traicionaron y tuvieron 15 años en la cárcel ("Tener deudas es una cosa, cobrarlas otra"). Para completarla precisa del concurso de Cat y de Hutch (Hill y Spencer), además de un contorsionista y funambulista negro (Peters), que se ven envueltos una vez más en diversos lances con la sempiterna revolución mejicana al fondo, o con la presencia de caciques sin escrúpulos. Todo refrito en un guión ininteligible y bastante soso.
De las pocas cosas que salvamos, está la escena del baile de máscaras mejicanas con cintas multicolores mientras la imagen de Coco va y viene de un cartel de" Wanted". También ¿la curiosidad? de ver una partida de billar a caballo, o contemplar en pleno desierto un bello apiario con colmenas de alzas multicolores al estilo centroeuropeo inventadas solo unos pocos años antes.
En lo que no ha cambiado Tuco, digo Cocopulos, es en su afán de venganza contra los que lo traicionaron y tuvieron 15 años en la cárcel ("Tener deudas es una cosa, cobrarlas otra"). Para completarla precisa del concurso de Cat y de Hutch (Hill y Spencer), además de un contorsionista y funambulista negro (Peters), que se ven envueltos una vez más en diversos lances con la sempiterna revolución mejicana al fondo, o con la presencia de caciques sin escrúpulos. Todo refrito en un guión ininteligible y bastante soso.
De las pocas cosas que salvamos, está la escena del baile de máscaras mejicanas con cintas multicolores mientras la imagen de Coco va y viene de un cartel de" Wanted". También ¿la curiosidad? de ver una partida de billar a caballo, o contemplar en pleno desierto un bello apiario con colmenas de alzas multicolores al estilo centroeuropeo inventadas solo unos pocos años antes.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
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