Insaciable (2007)

Harry Balbo (Sean Patrick Flanery), un apocado empleado de una empresa de fontanería y encargado de mantenimiento del edificio en el que vive, en Austin (Texas), es testigo de un asalto vampírico con decapitación incluida por parte de una sensual y terrorífica chupasangres, en un oscuro callejón a un indigente al que llevaba un perrito caliente comprado en la tienda 24h en la que esta de dependiente el tatuado y perforado Ronnie (Brad Rowe) y la huida de esta de la escena del crimen con un salto que la hace ganar una ventana situada a 3 metros de altura.
No le creen ni la policía ni sus compañeros de curro, que le toman por un chalado, pero él sabe muy bien lo que ha visto, lo que sumado a las quejas proferidas por Ronnie sobre una insaciable ninfómana con la que esta liado y que solo quiere sexo, unas marcas que le observa en el cuello, algo que ha leído en Internet sobre vampiras y súcubos y la visión a través de la ventana del apartamento de Ronnie, de la vampira mordiendo a su este, además de la cata de sangre que le hace a través de un rasguño al atacarle tras verse sorprendida, le impulsa a buscar ayuda a través de un experto en vampiros con el que contacta por Internet.
Todo esto a modo de presentación durante los primeros minutos de metraje, a partir de aquí y con un veterano de Vietnam experto en vampiros (Michael Biehn), una vecina calientabraguetas (Amanda Noret) y uno de los compañeros de trabajo haciéndole continuas putadas y menosprecios por medio, tenemos una divertida comedia romántica negro vampírica verdaderamente entretenida, en la que las estrellas de la función son la bella y sensual vampira pelirroja Tatiana (Charlotte Ayanna) y un magnifico Sean Patrick Flanery, como ese hombre solitario enamorado hasta las trancas y dispuesto a todo por su amor a la vampira.
Recomendable.

Arriesgada, básica, irregular, insulsa, increíble, mediocre, bochornosa, tramposa, densa, reiterativa, agotadora, endeble, insostenible e insoportable producción de suspense y terror que intenta sacar partido de un humor desenfadado, derivando en algo verdaderamente dramático y lamentable.
Inicialmente puede parecer sugerente e interesante, pero lo cierto es que a medida que se van desarrollando los acontecimientos entre los protagonistas, va perdiendo fuerza irremediablemente.
No cuenta con grandes interpretaciones, ni ofrece grandes efectos especiales.
El comportamiento de los personajes y los diálogos son demasiado absurdos e infantiles.
Ver una carrera de caracoles, puede ser mucho más emocionante y seguro que es más sorprendente.
Si alguien os recomienda esta película diciendo que es divertida y entretenida, comprobad que no sea el día de los inocentes.