arrow

Un beso ante el espejo (1933)

Un beso ante el espejo
67 min.
6,2
76
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Sinopsis
Mientras el abogado Paul Held defiende a un hombre acusado de haber asesinado a su mujer, empieza a sospechar que su propia esposa podría estar engañándolo. (FILMAFFINITY)
Género
Intriga Crimen
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Kiss Before the Mirror
Duración
67 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
10
EL ESPEJO DEVUELVE BESOS Y...VERDADES
Debería dedicar un ensayo a esta obra maestra de Whale, pero... creo que él no me lo perdonaría. Me exigiría una crítica corta, algo que se asemejara a un cuento. Para Whale es fácil. En "Un beso ante el espejo" lo hace todo muy fácil. Es como un manual de perfección. Y, para alcanzarla, tengo la sensación de que uno de los requisitos imprescindibles (tal vez lo sea en toda la obra de Whale) es la brevedad. Por supuesto, otra condición indispensable es el talento.
Rafa Nadal suele decir que el suyo es un deporte de errores. El que menos comete, gana. Es decir, es el mejor. ¿Cómo se puede definir entonces esta película de James Whale? Yo no le encuentro error alguno. El director inglés maneja la cámara con la misma soltura y habilidad que Von Karajan la batuta. Llega a ser insultante su dominio. Juega con los espejos, con las puertas, con las luces y las sombras. Oprime, asfixia, ahoga, en los espacios cerrados. Habla... más bien grita, en los silencios. Los personajes disparan las palabras. Sin prisas, pero sin pausas. Se mueven con donaire o con torpeza; gesticulan con ademanes suaves o con brusquedad; se muestran alegres o taciturnos, disparatados o severos, pero... todos actúan al son que marca Whale. Todo a su ritmo. Para crear una obra perfecta.
Bueno sí. Hay un error. En el mensaje. En el discurso irritante y machista del abogado Held. Lo usa en el juicio y lo usa en su vida. No le den mucha importancia. Whale permite al abogado moverse a su antojo hasta que Hilda (su propia ayudante) lo frena en seco: "Como mujer no creo en ninguno de sus argumentos." Yo, como hombre, tampoco. Y añadiría: "Abogado, engañaste a muchos pero...al final tuviste que romper el espejo cuando éste te revelo la verdad."
[Leer más +]
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Como yo te quiero...
! Bueno, bueno!, vaya tela marinera la que nos trae ese magnífico director, James Whale, responsable de algunas de las mejores joyas del cine fantástico y de terror como Frankenstein o su secuela la novia de Frankenstein y al que de lo último que se le puede tachar es de vulgar o convencional.
Al revés, me parece que este hombre era terriblemente provocativo y en esta película que, aparentemente, se muestra como una cinta de misterio, no escatima en lanzar una severa pulla a la sociedad de su época, terriblemente misógina, reflejando, precisamente, a la manera de espejo de los que en esta cinta utiliza con soberbia maestría, esa misoginia latente que les arroja la terrible realidad a la cara y que les muestra lo que son. ( spoiler)
Un soberbio arranque lleno de belleza nos muestra un romance adúltero. Los amantes, en cita clandestina, se disponen a hacer el amor. Mientras, oculto tras la ventana del dormitorio, el marido contempla la escena portando un revólver. Aprovechando la leve ausencia del amante le descerraja tres tiros a su mujer y llama tranquilamente a la policía confesándose autor del crimen.
Frank Morgan, abogado y mejor amigo del asesino, va a hacerse cargo de su defensa. Le visita en la celda para obtener toda la información necesaria para preparar su defensa pero, a medida que va oyendo el relato de su amigo, se va a sentir reflejado ( otra vez la metáfora del espejo) en él y la misma sospecha que había embargado a su amigo se irá apoderando de él que comenzará a desconfiar de su propia esposa.
Este personaje va a encarnar toda esa concepción que tenía la sociedad de que un hombre herido en su honor y en su" pertenencia" más sagrada ( su esposa), le asistía un derecho moral aunque no legal, a matarla. Era lo que, entonces, detestablemente, se denominaba crimen pasional.
Pero, no se asusten ustedes. No es Whale quien se postula así sino ese y otros personajes del film. Pero eso sí. Whale no se corta ni media y arroja sin filtros toda clase de barbaridades que, los espectadores de hoy, no podemos dejar de escuchar sin que nos piten los oídos.
Menos mal que también nos presenta la otra cara. Por medio de los personajes de la secretaria y del pasante, Whale equilibra el discurso dotándolos de una soberbia ironía, al tiempo que hace gala de un humor muy, muy negro, que actúa como catalizador para el espectador. Salen menos de lo que me gustaría, pero cuando salen, no hay que perderse los magníficos diálogos que sueltan por su boca y que uff, alivian al espectador.
Y para contarnos todo eso, ! madre mía! qué grande. El magnífico recurso de los espejos como alegoría del engaño y la realidad de la verdad y la mentira del reflejo del comportamiento humano que incita a seguir los mismos patrones en los demás.
La increíble concisión de la que es capaz, ! que esta cinta dura 70 minutos!, ¿ os lo podéis creer?. La elegancia de la que hace gala en sus imágenes, lo increíblemente moderna que me ha resultado. lo barata que se adivina la película, lo políticamente incorrecta que es y sentir que al espectador se nos trata como adultos...Bueno, me callo ya. Creo que ya he dejado muy claro que me ha encantado y no comprendo por qué nos esconden estas películas. SOBERBIA.
[Leer más +]
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Un beso ante el espejo
Fichas más visitadas