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Dos hermanas de Boston (1946)

Sinopsis
Dos muchachas de Boston deciden trasladarse a Nueva York. Una de ellas trabaja como cantante en el local de un viejo amigo de la familia, mientras que la otra se enamora del hijo de un importante mecenas de la ópera. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Musical
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Two Sisters from Boston
Duración
112 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
8
Contra los juicios ligeros y por la dignidad de la familia
Hemos entrado en el siglo XX, y para la familia norteamericana todavía es un descrédito que una chica trabaje en un burlesque, porque se asocia con populacho, exhibición de piernas y otras partes del cuerpo… y muy probablemente con prostitución. Pero, para muchas chicas, el burlesque era sólo la oportunidad de no pasar hambre o de comenzar a abrirse un camino en el arte del canto y del baile para lo que tenían aptitudes, mientras las oportunidades escaseaban.

Abigail Chandler es una de estas chicas, sabe que tiene voz y talento para triunfar incluso en la ópera, pero las cosas no se dan para ella. Y para sobrevivir en New York se ve abocada a trabajar en el salón “Golden Rooster”, donde la principal estrella es su viejo amigo “Spike”, cómico, coreógrafo y pianista, muy estimado por el público. Pero la familia quiere saber de ella y entonces la chica –conservando sus ilusiones y queriendo proteger su imagen- miente diciendo que ya trabaja en la ópera al lado del gran tenor Olstrom (el excelente Lauritz Melchior quien, además de su espectacular voz, nos regalará una de las más divertidas escenas). Y vendrá el día en que la familia querrá ver a su pariente en el escenario… y así se inicia una divertida farsa, donde la hermandad y la amistad tendrán un privilegiado lugar en los palcos, mientras un buen puñado de estupendas canciones y muy divertidas situaciones, nos hacen pasar un rato bastante agradable.

“DOS HERMANAS DE BOSTON”, es un filme para lucimiento de la encantadora June Allyson y del simpático Jimmy Durante, quienes repiten con el director Henry Koster, tras su éxito en “Al compás del corazón”, gestando aquí una estupenda sinergia que tiene como supremo objetivo proteger la dignidad de la familia Chandler y conseguir el triunfo de la talentosa Abigail.

Y aún hay otro cómico inolvidable: Ben Blue, quien como el mesero Wrigley, compitiendo con “Spike” por la última copa en la secuencia de la fiesta, resulta maravilloso. ¡Y cómo no recordar la escena de la grabación en acetato con ese precioso homenaje a Caruso y a la RCA Victor!

Se confirma aquí el talento y la sensibilidad del realizador alemán, quien con un argumento bastante convencional, consigue recrear situaciones absolutamente encantadoras, y de paso, hace que la sociedad se arañe un poquito para que no siga condenando a los seres humanos basándose solo en las apariencias.

Título para Latinoamérica: “EL RUISEÑOR MENTIROSO”
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
El tenor que sabía ser bufón
La mayor baza de este rutinario musical de la línea Pasternak, que era la menos dinámica y más chapada a la antigua de la MGM, está en la presencia como secundario de Lauritz Melchior, mítico tenor de la primera mitad del siglo veinte, especialista en papeles wagnerianos, del que apenas tenemos más imagen cinematográfica que la de los musicales que hizo en Hollywood en los años cuarenta, algo tan triste como si las generaciones venideras no dispusieran de otra imagen de Pavarotti, Domingo o Shuterland que las de su participación en algún programa de variedades de la tele. Además de su potencia y majestuosidad vocal, Melchior muestra que estaba dotado de buen humor y de la suficiente autoironia como para prestarse gustoso a caricaturizar el divismo operístico y resulta verdaderamente simpático, sobre todo en la secuencia en la que se recrean con comicidad los condicionantes técnicos que acosaban al artista en las primeras grabaciones sonoras de principios del XX. El cómico Jimmy Durante, de nariz legendaria, se luce en su personaje de pícaro que consigue lo que quiere de la gente a base de apelar a un pasado turbio que él mismo les desconoce pero que sabe que todo el mundo tiene en alguna medida. Poco más ofrece la película. June Allyson sabía conectar con el público pero carecía de talento para cantar y bailar. Kathryn Grayson tenía una dulce voz de soprano de género menor y la carita mona que podía triunfar en Hollywood, pero carecía precisamente de lo que a Allyson le sobraba.
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