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Corrientes ocultas (1946)

Corrientes ocultas
116 min.
6,5
773
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Una mujer decide casarse con un hombre de negocios del que está totalmente enamorada. Sin embargo, tras la boda, empieza a sospechar del oscuro pasado de su esposo, un hombre perverso y lleno de maldad. La misteriosa desaparición del hermano de su marido será el punto de partida de una larga investigación... (FILMAFFINITY)
Género
Drama Intriga Cine negro
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Undercurrent
Duración
116 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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7
El engaño
Realizada por un correoso Vincente Minnelli e interpretada en el papel principal por Katharine Hepburn, la obra se basa en una novela de éxito, "You Where There" (1940), de Thelma Strabell. Pese a la calidad de los ingredientes y al interés añadido por el realizador en su primer drama psicológico y de suspense, la película no alcanza los niveles esperados. Contribuyen a ello tres causas principales: la escasa credibilidad que inspira Hepburn como mujer psicologicamente vulnerable, la inexperiencia de Minnelli en el manejo de los resortes de un género que no domina y algunos defectos del guión, que peca de largo y de cierta dispersión.

El film se enmarca en el contexto de la serie de dramas psicológicos ("Sospecha", "Luz que agoniza", etc.) que habían obtenido en los años anteriores una buena acogida de público y crítica. La comparación con los films más destacados de esta serie pone de manifiesto que la obra de Minnelli queda por debajo de los mismos en densidad, fuerza e intensidad dramática, pese a ser un trabajo notable y meritorio.

La fotografía corre a cargo de Karl Freund, en cuyo currículum figuran obras tan distantes en el tiempo y tan emblemáticas como "El último" (Murnau, 1924) y "Cayo Largo" (Huston, 1948). La narración visual es fluida, con tomas targas, encuadres de detalle, planos inquietantes (taza de café, perros que ladran al amo) e imágenes que crean ambientes sombríos (caída de hojas, reflejos sobre mesa de cristal, árboles fantasmagóricos del bosque). Proyecta sombras expresionistas y se beneficia de una excelente decoración, de Credic Gibbons. La música, de Herbert Stothart ("El mago de Oz", 1939), aporta una acertada partitura de intriga, inspirada en la 3ª Sinfonía de Brahms. Reitera el tema principal mediante variaciones y arreglos al piano, cuerdas, viento y orquesta.

La introducción en la trama de la figura del mal se produce gradualmente y de un modo que me parece demasiado lento y que en mi opinión perjudica la expresión fatalista del mismo y propicia su insuficiente reciedumbre. El mal se describe como una suma de engaños, manipulaciones, perversidad y locura. El proceso subjetivo de generación de temores, miedo y sensaciones de peligro, se perfila algo mejor gracias a la identificación del espectador con los personajes víctimas del mal.

No faltan toques de humor, servidos por Lucy (Marjorie Main) y, posiblemente, por los vestidos, tocados estrafalarios y temas de conversación, de las damas de la alta sociedad de Washington. La acción tiene lugar, entre el invierno y el otoño de 1945/46, en Nueva Inglaterra (residencia natal de Ann Hamilton), Georgetown (Washington DC), San Francisco, Seattle y la finca de Alan Garroway (Robert Taylor) en Virginia. Producido por Pandro S. Berman, habitual de las películas de Hepburn, el film se estrena el 28-XI-1946 (EEUU).
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33 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Recuerdos y sospechas tras la puerta.
Rutinaria cinta de suspense psicológico que sigue la estela de “Sospecha” sin ofrecer demasiados estímulos. La trama no es más que un trámite a la mayor gloria de la Hepburn, una historia típica del género thriller-psicoanalítico de moda entonces (“Secreto tras la puerta”, “Recuerda”, etc.) con escasísimas virtudes para atrapar ya sea desde su vertiente melodramática o policíaca.

Película de transición para Minnelli y para el espectador empeñado en cerrar filmografías, que pese a todo ofrece la curiosidad de la actuación principal sosteniendo el metraje, y el gusto en el diseño de decorados y vestuario como parte de esos recursos típicos del director californiano que van asomando la patita (elementos que sirven para hacer avanzar la trama y proyectar el interior de los personajes).

Y es un poco ahí, en el atrezzo y la dirección artística, donde Minnelli se iba haciendo fuerte, no tanto en una puesta en escena basada en manejos de cámara de técnica simplemente funcional, adecuada y eficaz.

Que no es que sea poco.
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17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
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