Trailer final (ESPAÑOL)
Ver 3 más- Sinopsis
- Manu Aranguren, un político vasco, ejerce de interlocutor del gobierno español en las negociaciones con ETA. En lugar de asistir, tal como esperaba, a un acto solemne y calculado, pronto verá que las casualidades, los errores o los malentendidos marcan el diálogo entre ambas partes y que la relación personal entre los negociadores será clave para la resolución del conflicto. Comedia basada en las negociaciones entre el presidente del PSE vasco, Jesús Eguiguren y ETA en 2005 y 2006. (FILMAFFINITY)
- Género
- Comedia Drama Terrorismo ETA Basado en hechos reales
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 2014 / España
- Título original:
- Negociador
- Duración
- 80 min.
- Guion
- Música
Premios
Cinta inteligente y valiente, con sonrisas y alguna carcajada (no muchas)
1 de junio de 2015
Comedia (más o menos) basada en las negociaciones entre el presidente del PSE vasco, Jesús Eguiguren y ETA en 2005 y 2006.
Cinta minimalista, con escasos elementos, pocos intérpretes, no muchas situaciones...pero un guión inteligente, esforzado, que toca muchos más palos que los que se podría pensar en una cinta "pequeña", de muy bajo presupuesto, y muy alejada de lo que se considera "cine comercial".
Film inteligente, de poco metraje, menos de hora y media, que es, por tanto, corta y se hace corta. Con esto quiero decir que no aburre nada y cuando finaliza te quedas de piedra dado lo rápido que se ha pasado el tiempo, lo que es una buena señal. Es por tanto entretenida, mezclando situaciones graciosas en su cotidianidad, con el trasfondo amargo, trágico, doloroso, que no esconde en ningún momento. Pero Cobeaga lo aborda desde un prisma de cierto choteo, al menos en su superficie, en jocosos diálogos y en miradas y silencios que son graciosos de veras.
Quizás sea más divertida en su primera mitad, para en la segunda hacer más patente la seriedad de la historia. Creo que no debe ser polémica por cuanto no hiere la sensibilidad de nadie, pudiendo uno/a creerse todo, parte o quizás nada de lo que se nos cuenta, pero en todo caso manteniendo una prudente distancia por cuanto la película es honesta.
Estupendas interpretaciones, sobre todo la del protagonista, un estupendo, una vez más, Ramón Barea, y una puesta en escena eficaz.
Creo que pasará sin demasiada gloria por las carteleras españolas y que desaparecerá sin dejar casi ningún rastro, pero merece la pena su visión, al menos por la valentía de su creación
Cinta minimalista, con escasos elementos, pocos intérpretes, no muchas situaciones...pero un guión inteligente, esforzado, que toca muchos más palos que los que se podría pensar en una cinta "pequeña", de muy bajo presupuesto, y muy alejada de lo que se considera "cine comercial".
Film inteligente, de poco metraje, menos de hora y media, que es, por tanto, corta y se hace corta. Con esto quiero decir que no aburre nada y cuando finaliza te quedas de piedra dado lo rápido que se ha pasado el tiempo, lo que es una buena señal. Es por tanto entretenida, mezclando situaciones graciosas en su cotidianidad, con el trasfondo amargo, trágico, doloroso, que no esconde en ningún momento. Pero Cobeaga lo aborda desde un prisma de cierto choteo, al menos en su superficie, en jocosos diálogos y en miradas y silencios que son graciosos de veras.
Quizás sea más divertida en su primera mitad, para en la segunda hacer más patente la seriedad de la historia. Creo que no debe ser polémica por cuanto no hiere la sensibilidad de nadie, pudiendo uno/a creerse todo, parte o quizás nada de lo que se nos cuenta, pero en todo caso manteniendo una prudente distancia por cuanto la película es honesta.
Estupendas interpretaciones, sobre todo la del protagonista, un estupendo, una vez más, Ramón Barea, y una puesta en escena eficaz.
Creo que pasará sin demasiada gloria por las carteleras españolas y que desaparecerá sin dejar casi ningún rastro, pero merece la pena su visión, al menos por la valentía de su creación
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24 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Diálogo
23 de septiembre de 2014
Negar que Cobeaga tiene talento para la comedia es sencillamente absurdo así que paso a defender lo siguiente: que sabe trabajar mejor en corto, o en episodios aislados. "Pagafantas" funcionaba muy bien como una película isla dentro del cine español en el que la comedia romántica por fin se trataba de forma inteligente, no todo el tiempo porque caía en ciertos tics de difícil eliminación, pero demostraba capacidad para sortear los resortes genéricos en algunos momentos inspiradísimos. Lo que más me gustaba del film era de todas formas lo que el realizador era capaz de capturar con la cámara, con cierto candor, pero también algo de ambiente enrarecido, como aquella secuencia de la abuela en el pasillo que podía remitir, por decir algo que pueda parecer una locura a priori, al mismísimo hotel Overlook. Su siguiente trabajo ya cambió el registro, pues "No controles" caía de pleno en lo sentimental al hacer una película navideña con reparto coral. Era aceptable, no me cabe duda, pero se alejaba un poco de lo que tan bien funcionó en "Pagafantas".
Y entonces llega la tercera; y su cine ha cambiado. Cobeaga ya no es el que era y su cortometraje "Democracia" lo dejó bien claro, dividiéndose en dos cargos como son el de 'guionista mercenario' y 'realizador' per se. Dicho de otra forma, que en pleno 2014 no habría rodado "No controles" y la habría delegado en cualquier otro realizador patrio porque no es lo que encaja en su imaginario, y "Negociador" confirma el cambio hacia un tipo de comedia diferente a la de antaño. Forjado en "Vaya semanita", se vuelve a notar su apuesta por el sketch en un film que tiene varios bloques diferenciados, al contrario de lo que ocurría en su otro film de este 2014 (como co-guionista, la exitosa "8 apellidos vascos"), aquí su imagen ya es más aséptica, menos colorida y saturada. Apuesta por el digital en su esencia pura y confiere al film de varios apoyos en función de qué quiere potenciar. Unas cosas funcionan (la comedia visual, dilatando tiempos, con silencios incómodos, es espectacular) y otras se quedan un poco en la superficie, construyendo gags que apelan a lo populista. No hablo de política; hablo de juegos de palabras y cosas de fácil digestión que no requieren de un gran guionista, sólo de alguien que pueda escribir cuatro chascarrillos con cierta musicalidad.
Mi problema con "Negociador" es que creo que no se moja de verdad. Me interesa mucho su personaje principal, creo que el trabajo visual es muy sólido y hay hallazgos en planos determinados, pero es un film que no quiere llegar a morder a ninguna de las dos facciones que representa: ni caricaturiza, ni rinde pleitesía. Lo que en otras circunstancias se consideraría equilibrio aquí parece más bien un enfoque dudidativo. El ejemplo más claro que se me ocurre de algo contrario es la británica "Four Lions", una película que abordaba también un tema social gravísimo (el terrirismo desde el punto de vista de varios que querían volar Londres, nada menos) de forma mucho más eficaz: en humor, en drama, en magnitud y lecturas. Creo que Cobeaga ha tenido miedo a llegar más lejos. Y la prueba más evidente es que su película puede ser tan dañina hacia lo que retrata como lo son los tópicos que construyen "8 apellidos vascos". Cuando los personajes callan y el gag se construye sobre la imagen, cumple con creces. El resto es rutina, con alguna risa aislada; que no está mal, pero cabría haber esperado más.
Y entonces llega la tercera; y su cine ha cambiado. Cobeaga ya no es el que era y su cortometraje "Democracia" lo dejó bien claro, dividiéndose en dos cargos como son el de 'guionista mercenario' y 'realizador' per se. Dicho de otra forma, que en pleno 2014 no habría rodado "No controles" y la habría delegado en cualquier otro realizador patrio porque no es lo que encaja en su imaginario, y "Negociador" confirma el cambio hacia un tipo de comedia diferente a la de antaño. Forjado en "Vaya semanita", se vuelve a notar su apuesta por el sketch en un film que tiene varios bloques diferenciados, al contrario de lo que ocurría en su otro film de este 2014 (como co-guionista, la exitosa "8 apellidos vascos"), aquí su imagen ya es más aséptica, menos colorida y saturada. Apuesta por el digital en su esencia pura y confiere al film de varios apoyos en función de qué quiere potenciar. Unas cosas funcionan (la comedia visual, dilatando tiempos, con silencios incómodos, es espectacular) y otras se quedan un poco en la superficie, construyendo gags que apelan a lo populista. No hablo de política; hablo de juegos de palabras y cosas de fácil digestión que no requieren de un gran guionista, sólo de alguien que pueda escribir cuatro chascarrillos con cierta musicalidad.
Mi problema con "Negociador" es que creo que no se moja de verdad. Me interesa mucho su personaje principal, creo que el trabajo visual es muy sólido y hay hallazgos en planos determinados, pero es un film que no quiere llegar a morder a ninguna de las dos facciones que representa: ni caricaturiza, ni rinde pleitesía. Lo que en otras circunstancias se consideraría equilibrio aquí parece más bien un enfoque dudidativo. El ejemplo más claro que se me ocurre de algo contrario es la británica "Four Lions", una película que abordaba también un tema social gravísimo (el terrirismo desde el punto de vista de varios que querían volar Londres, nada menos) de forma mucho más eficaz: en humor, en drama, en magnitud y lecturas. Creo que Cobeaga ha tenido miedo a llegar más lejos. Y la prueba más evidente es que su película puede ser tan dañina hacia lo que retrata como lo son los tópicos que construyen "8 apellidos vascos". Cuando los personajes callan y el gag se construye sobre la imagen, cumple con creces. El resto es rutina, con alguna risa aislada; que no está mal, pero cabría haber esperado más.
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20 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
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