Todos a cubierta (1955)

"Hit the Deck" es un musical de MGM bastante olvidado que no ha pasado a la historia por sus virtudes cinematográficas ni musicales aunque tenga algunas cualidades que hagan que merezca rescatarse del más absoluto e injusto olvido.

Basada en una obra de Broadway de 1927, de Vincent Youmans e Irving Caesar, la trama no tiene mucho que ver con el original y recuerda mucho más a los clásicos de MGM con marineros llegando a puerto como "Levando anclas" (1945), de George Sidney, con Frank Sinatra y Gene Kelly, o incluso más "Un día en Nueva York " (1949), de Gene Kelly y Stanley Donen. Por desgracia, en 1955 los tiempos de esplendor de los musicales de MGM tocaban a su fin y "Hit the Deck" resulta un producto bastante mediocre, especialmente si lo comparamos con los dos grandes clásicos mencionados o con la maravillosa "Siempre hace buen tiempo", estrenada el mismo año, de Stanley Donen y Gene Kelly.

Una de las estrategias de MGM para hacer frente a esa época de crisis era agrupar tantos actores principales como fuera posible en una sola película con la esperanza de que el poder de las estrellas atrajera a los espectadores. En esta película, se reclutó un récord de once estrellas, y el esfuerzo para incorporarlas a todas en un espectáculo coral dio como resultado una historia artificial e inconexa que no permite el lucimiento de cada miembro del elenco, en particular Debbie Reynolds cuyo personaje apenas figura en la trama.

Sin embargo, como decía al principio, "Hit the Deck" contiene elementos suficientes que la hacen disfrutable y que justifican que sea un musical que merezca la pena rescatar de su histórico olvido. Sin duda el número fuerte de la película viene en la escena final en la que casi todos los miembros del elenco realizan una vibrante y colorida adaptación de la canción "Hallelujah!" en la que se demuestra todo el potencial del equipo técnico de la MGM en interiores, vestuario, maquillaje y suntuosos decorados, así como del formato Cinemascope. Pero también hay otros números destacables como uno en el que Ann Miller nos demuestra su talento como bailarina de claqué, otro en el que Jane Powell, Ann Miller y Debbie Reynolds hacen fila para cantar "¿Por qué, oh, por qué?" con sus magníficos vestidos negro, verde y rojo, o el número en una "casa de los horrores" de feria, entre Debbie Reynolds y Russ Tamblyn.

Como curiosidad final, decir que el personaje que interpreta Ann Miller se llama Ginger, en referencia a Ginger Rogers, que aparece junto a Fred Astaire en "Sigamos la flota" (1936), una adaptación suelta y muy reelaborada de la producción original de Broadway de "Hit the Deck".