La dimensión desconocida: El jueves volvemos a casa (TV) (1963)

Un grupo de exploradores espaciales llegó a un planeta desierto con el proyecto de colonizarlo. Tras treinta años de dura supervivencia en un árido terreno esperan con ansiedad el rescate. Cuando un equipo de salvamento aterrice surgirán los conflictos, pues el capitán Benteen, el autoproclamado líder de los colonos, tiene algunas ideas excéntricas.

Rod Serling afirmó que este episodio era el mejor de la cuarta temporada. Y lo cierto es que se trata de un capítulo intenso, sin un momento de respiro, maravillosamente interpretado, poblado de grandes momentos, con un guion que ofrece todos los matices y complejidades que cabe esperar de esta serie. Se aprecian algunas de las obsesiones del creador de “The Twilight Zone”: ahí está el rechazo a las guerras y a los prejuicios, y a las injusticias que sucedían y siguen sucediendo en muchas partes del globo; de nuevo se manifiesta una visión pesimista de la condición humana.

James Whitmore (“Cadena perpetua”) encarna al capitán Benteen, un personaje difícil, tan pronto héroe como villano, dispuesto a cualquier cosa con tal de mantener el control sobre sus compañeros y protegerles del mal que anida en el corazón de la Tierra.

254/05(06/08/22) Excelente episodio 16 de la cuarta temporada (el 118 desde que comenzó) de la serie antológica creada por el gran Rod Serling para la CBS, teniendo la particularidad esta temporada que por mor de la tener que rellenar más espacio por la desaparición de un programa la duración pasó de los habituales 26 episodios a doblar el minutaje, única campaña en que sucedió, esto repercutió negativamente en que muchas tramas se estiraban sin rumbo, y con ello decreciendo la calidad de los capítulos. Pero en este caso que me ocupa no es así, pues sus 52 minutos sirven para desarrollar con más intensidad la personalidad del carismático protagonista, su endiosamiento, sus contradicciones, su complejidad, y con ello convertirlo en epítome de los totalitarismos, de como los dictadores acaban por sentirse adanistas que cual Moisés guían a su pueblo por designio Divino. Con guion del propio Serling, Dirige el especialista en tv Buzz Kulik (dirige 9 capítulos más de esta serie), con gran pulso dramático, sabiendo dar cancha para que el carácter profundo de este pseudo-Mesías se exprese y nos llegue su tormento interior al sentirse que en tiempos de crisis se erige en el pastor del Rebaño, pero en tiempos de cambio no sabe hacerse a un lado y los celos afloran cual veneno maligno. Rod Serling afirmó que este episodio era el mejor de la cuarta temporada.

Es un metraje cargado de intensidad ya desde el potente inicio, con un desarrollo sutil, mostrando los mantras con los que Serling riega muchos de los episodios, como son su anti belicismo y sus ataques a los prejuicios, contra los fanatismos, en lo que es claramente un enfoque no bueno de la naturaleza humana. Es un retrato de personalidad erigido en alguien que con el paso de los años en el ‘poder’ de una colonia humana se ha creído un dios omnipotente capaz de discernir lo que está Bien y mal para su gente, nadie debe ser tan arrogante, y este protagonista lo es en grado sumo, tanto que su vida no parece tener sentido si no es el Dueño de la voluntad esta comunidad, se puede llegar a ver como un reflejo de las Dictaduras tan imperantes en el mundo en aquellos años por todo el planeta, y sobre todo de las comunistas, alguien en el poder que se cree con Gracia Divina de saber lo que es bueno para sus ´súbditos´, que hubiera sido de Hitler o Stalin sin ser líderes de masas? Dos fantoches, sin otra cualidad importante.

Trata el tema de como el poder corrompe, y como diría Lord Acton: ‘El poder absoluto corrompe absolutamente’. El paternalismo con que trata a sus gentes le hacen creerse el padre autoritario que puede manejar sus designios por siempre, la necesidad de tener el poder le han hecho que solo sepa vivir con este objetivo, el no tenerlo hace que su vida sea vacía, deje de tener sentido.

Narración de apertura: Este es William Benteen, quien oficia en un puesto de avanzada en desintegración en el espacio. El pueblo es una sociedad remanente que salió de la Tierra buscando un milenio, un lugar sin guerra, sin peligro, sin miedo, y lo que encontraron fue un lugar solitario, yermo, cuya única industria era la supervivencia. Y esto es lo que han hecho durante tres décadas: sobrevivir; hasta que la memoria de la Tierra de la que procedían se ha convertido en un recuerdo borroso y sombrío de otro tiempo y otro lugar. Hace un mes una señal de la Tierra anunció que vendría una nave a recogerlos y llevarlos a casa. En solo un momento, escucharemos más sobre ese barco, más sobre ese hogar y lo que se necesita de la mente y el cuerpo para llegar a él. Esta es la Zona Crepuscular.

En 1991 (menuda imaginación poco profética), 113 personas construyeron un asentamiento en el planeta desértico V9-Gamma, con la esperanza de escapar de las frecuentes guerras en la Tierra. Sin embargo, la vida resultó difícil bajo el calor perpetuo y la luz del día de dos soles, por lo que en 2021(estoy en 2022 y hace casi 50 años que viajamos siquiera a la luna con un par de astronautas, como para pensar en cientos de personas viajando a planetas más allá del Sistema Solar) los colonos enviaron una transmisión solicitando transporte de regreso a la Tierra. El líder del grupo, el Capitán Benteen (James Whitmore), tenía 15 años cuando la expedición partió de la Tierra. A través de una autoridad firme, fe ardiente y voluntad de tomar decisiones difíciles, ha evitado el grupo de (ahora) 187 hombres, mujeres y niños caiga en la anarquía, pierda la esperanza o sea víctima de los peligros del planeta, incluidos el sobrecalentamiento, la deshidratación y lluvias de meteoritos. La vida es muy dura y el suicidio no es raro. Una lluvia de meteoritos los obliga a entrar en la cueva principal, y nuevamente se le pide que cuente historias sobre su hogar. Los colonos, la mayoría de los cuales nacieron en V9-Gamma, se aferran a cada una de sus palabras cuando les habla de la Tierra. Seis meses después de la transmisión, llega una misión de rescate desde la Tierra, encabezada por el coronel Sloane (Tim O'Connor), este les dice que tienen tres días para prepararse para su viaje a casa. Los colonos están jubilosos. Sin embargo, Benteen y Sloane pronto comienzan a chocar.

El crescendo dramático es muy bien llevado en su gradualidad, haciéndonos sentir la odisea psicológica en que evoluciona el capitán Benteen, de cómo lo vemos al inicio como ese Mesías capaz de ilusionar a su comunidad, de hacerlos sentir con ganas de continuar con la esperanza de un mañana mejor en la Tierra (las historias que relata con tono lírico sobre la belleza de la Tierra), como al principio es un Héroe capaz de dar fe a su pueblo, como sus normas pueden ser buenas para la disciplina necesaria (ese castigo a un vigilante que llega tarde)... (sigo en spoiler)