La isla del adiós (1977)

331/09(13/11/11) Interesante drama melancólico que tiene su mayor pilar en la poderosa interpretación de George C. Scott, que vuelve a ponerse a las ordenes del minusvalorado Franklin J. Shaffner después de ‘Patton’, traslada a la pantalla un relato homónimo de Ernest Hemingway. La historia está contada en cuatro actos-capítulos, comienza con La Isla, nos presentan al protagonista Thomas Hudson (Gran George C. Scott), una especia de alter ego De Ernest Hemingway, un artista americano que hace figuras de hierro y que se encuentra apartado del mundanal ruido en una pequeña isla del Caribe, es 1940 y la Segunda Guerra Mundial ha comenzado en Europa, asistimos a su modo de vida bohemia, una vida sin problemas, sin preocupaciones. El segundo acto es Los Chicos, estos son los tres hijos de Tom y Audrey de la que está divorciado, vienen a veranear con su padre, un verano que dejará una gran huella en el carácter misántropo y taciturno de Tom, haciendo que su corazón sienta un gran amor filial, sobre todo con una salida a pescar en barco donde uno de sus hijos, el joven David, querrá demostrar lo hombre que es a su padre intentando pescar un enorme marlín, una interminable y agónica lucha que emocionará a Tom, cuando vuelven a con su madre, el hijo mayor comunica a su padre que se va a alistar en la Royal Air Force británica para luchar en la Guerra, este segmento tiene su epílogo en una estremecedora carta que Tom les escribe a sus retoños diciéndoles lo mucho que les quiere y añora, el tercer capítulo, se llama La Mujer, esta es Audrey (buena Clair Bloom) que visita en la isla a Tom que tras un cariñoso y nostálgico encuentro le informa algo que le hace replantearse su tranquila existencia, el cuarto acto es El Viaje, Tom en un intento por redimirse de su pasotismo nihilista toma partido y decide ayudar a un grupo de judíos huidos a llegar a Cuba en su barco, involucrándose en una peligrosa misión, este último tramo es una copia de ‘Tener y no Tener’ de Howard Hawks. La cinta tiene un aire crepuscular donde se nos habla de que ninguna persona es una isla, que nadie se puede abstraer de lo que pasa a su alrededor. El relato me ha sido irregular en sus episodios, el primero es interesante, el segundo me ha sido algo sensiblero, y el tercero, el mejor me ha sido entrañable, de una calidez humana honda, pero su último capítulo me ha resultado forzado, no encaja, me chirría, así como la relación que arrastra con el borrachín simpático, Eddy (inane David Hemmings), es totalmente prescindible, aporta cero, todo sumado me da una agradable propuesta que podría haber estado mejor haciendo que hubiera sido de mayor calado. La puesta en escena es muy buena con una gran ambientación caribeña, con una muy buena fotografía de Fred Koenekamp (‘Patton’, ‘Papillon’ o ‘El Coloso En Llamas’), nominada al Oscar, y una gran banda sonora del Maestro Jerry Goldsmith. Fuerza y honor!!!

Simpático melodrama que se queda bastante por debajo de lo más conocido de este director.
Melodrama empeñado en conmover en un enclave idílico como son Las Bahamas y con una excelente fotografia.
George C.Scott, volviendo a las órdenes de Franklin J. Schaffner como ya hiciera en la estupenda "Patton", ofrece su buen hacer como veterano artista apartado de su vida anterior.
La llegada de sus tres hijos a los que no ve desde hace cuatro años desencadenará una serie de acontecimientos sentimentales demasiado forzados aunque creíbles.
La historia trancurre durante la II guerra mundial, apartados de ella pero no ausentes de lo que ocurre, con avistamientos de buques bombardeados y llegadas de gentes que huyen de sus consecuencias.
Todo está bien realizado pero carente de cierta hondura.
Hay ciertos momentos de comedia donde destaca David Hemmings como el fiel amigo, inseguro y borrachín.
Lo mejor es la parte donde el director se puede mover en su terreno, que es la aventura.
P.A. Adaptación de una novela de Ernest Hemingway según rezan los títulos de crédito.