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Dos hermanos (2011)

Dos hermanos
104 min.
5,9
75
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Trailer (EUSKERA con subtítulos en ESPAÑOL)
Sinopsis
Adaptación de la novela corta de Bernardo Atxaga, que lleva catorce ediciones en euskera. El film tiene como protagonista a Paulo, quien, tras la muerte de su padre, tendrá que hacerse cargo de su hermano deficiente. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Vida rural Familia Discapacidad
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
Bi anai (Dos hermanos)
Duración
104 min.
Guion
Fotografía
Compañías
9
El incondicional Paulo
La discapacidad en el cine se ha mostrado de diversas maneras, desde un lado grotesco ("Freaks" o "El jorobado de Notre Dame"), a su cara más amable y enérgica ("No me pidas que te bese porque te besaré") o de forma más real y normalizada (en documentales tan necesarios como "María y yo" o "¿Qué tienes debajo del sombrero?").

"Bi anai" se nos presenta algo así como un "Los santos inocentes" moderno, minimalista y (algo más) alejado de la posguerra. Un retrato intenso de un pueblo anclado en cierta fecha del pasado y sus costumbres, que finalmente ha sido abocado al aislamiento definitivo de zonas más "civilizadas" a causa de que el ferrocarril ya no pasa por allí. Y, en medio de este paraje, una familia que, sobretodolo dos hijos adolescentes, uno discapacitado (Daniel) y el otro no (Paulo), afrontan la pérdida del progenitor, el legado de habladurías del propio pueblo que continúan pesando sobre ellos y la carga/necesidad de Paulo de hacerse cargo a Daniel.

El film es un ejercicio de cálculo, sencillo pero bien pensado, con pocas palabras e imágenes con potencia (que quizás todo esto recuerde, por ejemplo, a las recientes "Luz silenciosa" o "La mitad de Oscar"). El trato de la imagen es impecable, bello, con una fotografía perfecta. Interpretaciones sobrias e impactantes dentro de una historia pulcra, grotesca. Y, en definitiva, un conjunto interesante para observadores y cineastas inquietos por descubrir películas que necesitan del espectador para completarse.

Lo mejor de todo es que últimamente el cine español se está enriqueciendo del que nace de tierras vascas, a parte por hacer buenos productos, sobretodo por arriesgar con temas alternativos, como cine LGTB ("Ander" o "80 egunean"), también sobre discapacidad ("Yo, también") o unos cuantos documentales.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
RECOPILACIÓN
MIKEL INSAUSTI - GARA
LA SERPIENTE Y LA PALOMA

De haber sido incluida en la Sección Oficial, «Bi anai» estaría entre las candidatas a la Concha de Oro. Siendo como es la mejor película rodada en euskara, no se entiende la falta de visión y de compromiso por parte del Donostia Zinemaldia para situarla en el lugar histórico de privilegio que merece.
Imanol Rayo es (...) un cineasta de los que salen contados de generación en generación. A sus 27 años, toma el relevo de los (...) maestros indiscutibles del cine contemplativo, que es el cine en estado puro por sustentarse en la narrativa visual.
Bernardo Atxaga es un autor literario muy solicitado por el cine (...) Faltaba profundizar más en su mundo, que algunos se han precipitado en considerar inadaptable, y de ello se encarga Imanol Rayo en «Bi anai».
El estilo del arbizuarra es bressoniano porque iguala la mirada de las personas y de los animales, en la medida en que unos y otros son víctimas de la crueldad de la vida. Se puede poner en un mismo plano de interiorización del sufrimiento a «Journal d'un curé de campagne» y a «Au hasard Baltazhar», aunque el protagonista de una sea un sacerdote y el de la otra un asno. El secreto está en la austeridad formal que refleja ese dolor, en cada gesto, en cada movimiento preciso.
En «Bi anai» los planos están medidos con un grado de perfección magistral, sin que nada de lo que ocurre dentro del cuadro se alargue más de lo necesario. Hay un dominio de la imagen y del tiempo que permite sentir la duración del duelo que oscurece las vidas de los hermanos protagonistas, con su injusta dependencia. Y nada perturba el naturalismo del sonido ambiente, ni siquiera la voz del párroco, modulada por un magnífico Kandido Uranga.

JUAN ZAPATER – GRUPO NOTICIAS ‘LA INSOPORTABLE CARGA DE LA FRATERNIDAD’

En Bi anai, el fuera de campo y la elipsis, o sea lo que no se ve y lo que no se verbaliza, imponen un peso, una presencia real más relevante que aquello que se dice y que se representa. (...) le concede al espectador el extraño privilegio de rehacer su película porque él, a su vez, eso es lo que ha hecho con el relato de Bernardo Atxaga. Reinventar. Recontar desde unos parámetros diferentes a los del narrador literario la historia de dos hermanos enraizados en un paisaje y un paisanaje reconocible, extraño y amenazador. En los años 80, las campanas mediáticas repicaron jubilosas por el nacimiento del cine vasco. Una emergencia que se deshizo sin dejar demasiada huella. Y ahora, que un puñado de cineastas, con Rayo en primera línea, convocan propuestas audiovisuales en las que su pertenencia a una geografía, a una cultura y a una lengua resultan relevantes, todo parece acontecer en medio de un desangelado silencio. Ese silencio negó a Bi Anai la oportunidad de competir en el Zinemaldia donostiarra en la sección oficial. Visto lo que allí hubo, cabe pensar que, de haberlo hecho, Bi Anai no se hubiera ido con las manos vacías.

(...) Cine de bordes rugosos y de entrañas oscuras que deja al espectador sumido en el espacio de la interrogación. ¿Qué ha pasado realmente? ¿Qué ha ocurrido allí donde la voz que relata, calla? ¿Cuáles han sido las motivaciones y porqué ha procedido cada uno de los personajes como lo ha hecho?

Preguntas y más preguntas. (...) Ante ese universo hay quienes manifiestan asombro porque creen que Imanol Rayo, con apenas 27 años, dirige con la convicción de un autor de 70. Tienen razón en una cosa. Hacer Bi Anai como Rayo lo filma, solo se puede asumir desde el valor de quien no ha probado la tentación del mercado o desde la sabiduría de quien esa ceremonia de la ambición no le importa nada. Ojalá Rayo sepa sumar ambas,

(...) lo que ha hecho no es sino traicionar la literatura para alumbrar el cine. El único camino posible para ello exigía asesinar la voz en off, vehículo emblemático de la escritura literaria, pero que deviene en el cáncer de la escritura audiovisual. Rayo higieniza por completo la historia de dos hermanos azotados por el destino, inmersos en un mundo de rituales para que su terrible relato renazca como carne de celuloide puro, clásico, atemporal. Una estación sin tren, unos hijos sin padre, un ciclo vital de deseos corporales y deberes fraternos y, de fondo, ecos de versículos bíblicos sujetos a desenlaces fatales. Desde el primer plano del inicio, el espectador es prevenido. No habrá piedad para los blandos. Rayo no se tuerce ni un milímetro del camino de su decisión. Todo está contenido. Los actores se mueven en esa línea de sombra que aproxima el hacer de Straub con el estar de Bresson. Y con ese alejamiento de toda simulación de la verdad, se regatea la impostura. Y sin cartón piedra, aflora el cine que no se agota.

BEGOÑA DEL TESO – EL DIARIO VASCO ‘RADICAL Y VASCO’

Hasta los límites. Hasta los más extremados confines ha llevado Imanol Rayo sus opciones estéticas, usando para ello esa increíble y eterna ética cinematográfica que dice que cada plano (y también cada sonido) de una película son auténtica cuestión moral.
‘Bi anai’, la película (no confundirla con ‘Bi anai’, la novela. Son dos mundos, dos opciones, dos lenguajes, dos estéticas y dos éticas absolutamente distintas) apasiona (a quien apasiona) porque maravillosamente fragmentada, en ningún momento se la siente rota o descascarillada.
Porque es elíptica y sin embargo, quien quiera trazar la imaginaria línea recta de su desarrollo puede hacerlo tranquilamente. Siempre y cuando ose penetrar en la película con el corazón limpio, el oído presto, la mirada serena y el ritmo del alma acoplado al del filme que tener lo tiene, fluido y rompedor.
‘Bi anai’, además, escapa de la ambientación horrible de muchas películas nuestras. La suya, atemporal, es sutil y tranquila. ‘Bi anai’ rinde pleitesía al idioma: su euskera es rico, hermoso, leal. ‘Bi anai’ o el riesgo asumido y recompensado.

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5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
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