En el interior (2016)

No pensaba hacer una crítica de esta película pero después de ver que las críticas anteriores la califican entre el 3 y el 5 y que tiene una nota media de 4,6 en el momento de escribir esta crítica, me dispongo a hacer la mía, porque creo que el trato que se la ha dado es bastante injusto, teniendo en cuenta que el único punto débil destacable es la falta de originalidad.

El echo de que no sea del todo original no implica que no pueda ser buena, y que mejor ejemplo que la serie The exorcist (2016) basada en la novela homónima de William Peter Blatty, y en la que se basó también la archifamosa película, también con el mismo nombre, de William Friedkin de 1973, y que ha cosechado muy buenas críticas pese a que no es en absoluto original (aprovecho para recomendar la serie a todo el que no la haya visto porque es realmente buena).

Con respecto al resto de apartados de la película, a parte de la falta de originalidad antes comentada, decir que el guión es bastante decente, las actuaciones de los tres actores principales me parecen muy buenas, especialmente la de Erin Moriarty, como actriz protagonista y que lleva todo el peso de la película, y lo mejor de todo el ritmo de la misma, logrando mantener la tensión durante toda la película y con momentos realmente buenos según nos vamos acercando al desenlace final.

En definitiva, estamos ante una película muy entretenida, que es esencia el objetivo principal de cualquier película, y que desde luego recomiendo al cien por cien.

Tiene tan poca originalidad, que hace medio año que se estrenó una película idéntica a esta “The boy” con Lauren Cohan, la actriz de “The walking dead” como único reclamo. Aquí ni eso, los actores son menos conocidos. Como mucho reconozco a Erin Moriarty, que hace unos meses hacía de hija rebelde de Mel Gibson en "Blood father" y a Nadine Velázquez, Catalina en "Me llamo Earl"
Intenta jugar con cierta ambigüedad, moviéndose entre géneros, que si el vecino cerrajero es un psicópata, que si es una casa encantada... Al final cada giro de guión es menos creíble que el anterior.