Two Bits (1995)

1º- No hay críticas, o por lo menos no de mención sobre la película - en nuestro país-, porque la mayoría, críticos incluidos, sólo les llama la atención la vieja desdentada, o el increíble atractivo sexual del nieto.
2º- La película trata de la Gran Depresión, por supuesto, y lo hace en clave de metáfora, donde uno, el que se muere, o más bien se quiere morir, llevaba toda la vida trabajando para tener lo que tienen, o lo que ha perdido, otros sólo quieren tirarse a los más jóvenes y los más jóvenes conseguir dinero para hacer lo que desean hacer.
3º- Como metáfora no es que sea muy complicada, es más, para ser una película hecha en 1995, en medio de la anterior crisis económica, de la que, por cierto, nadie aprendió nada, como nadie aprendió nada del crac, o de la recesión de mitad/final de los sesenta, o de esta crisis en la que estamos y que, parece evidente, seguirá repitiéndose ad infinitum en ciclos en los que los más viejos seguirán sin saber para qué se han estado rompiendo los cuernos, los de en medio envidiando a los más jóvenes por eso, porque lo son, y viendo a los viejos como una forma de sacar lasca, y los jóvenes sólo querrán dinero para lo que les venga en gana.

Eso sí, a lo peor resulta que la metáfora que hace Foley sobre el guión de Stefano es demasiado blanda, o que lo blando sea las meninges de los que la vean, todo es posible.

Una cosa más... sólo por ver el papelón que se mete Al Pacino vale la pena verla y si, además, quien la ve intenta hacer mover sus neuronas - no haga caso del chirrido, es lo que suele pasar cuando uno no usa la maquinaria, que luego a esta le cuesta trabajar-, hasta verá cierta penosa similitud cotidiana con esta metáfora de los tiempos modernos, o no tan modernos.

Antes de ver esta película me preguntaba por qué no había una sola crítica sobre ella, pero una vez vista, me lo pregunto doblemente. Alguien, un buen samaritano, debería advertir a la gente de lo que va a ver, o al menos, poner en antecedentes de lo que le espera. En fin, vista la dejadez ajena tendré que ser yo, así que allá voy.

La historia transcurre en un solo día y gira básicamente en torno a dos personajes:

1. Un abuelo enfermo que no quiere moverse del jardín de su casa y se niega a irse a la cama, asi que toda la familia se pone a velarlo (y nunca mejor dicho, porque sacan un montón de velas) en el jardín.

2. El nieto del abuelo, que lo que quiere es 25 centavos para ir al cine ambulante "La paloma", que ese día para en la ciudad. Un nieto conmovedor ciertamente, teniendo en cuenta que el abuelo está bastante perjudicado y amenaza con morirse ese mismo día.

Luego, a lo largo del día aparecen otros personajes que en mayor o menor medida ayudarán al pequeño Genaro a conseguir sus monedas, personajes como un pederasta que quiere tirarse al niño, la señora del pederasta que también quiere tirárselo, una anciana de 90 años sin dientes que pide al niño que la bese en la boca, etc. Con este panorama puede que algunos piensen que estamos ante una historia truculenta de sexo con menores. Bueno, pues no, a pesar de que todas estas cosas suceden, el niño sigue todo el rato a lo suyo, o sea, el cine "La Paloma", y el abuelo a lo suyo, o sea, agonizar en el jardín. A piñón fijo, vamos. Todo este sexapil que el chico parece despertar a su alrededor mientras busca sus 25 centavos es como si fuera lo más normal del mundo, como si todos los niños tuvieran este tipo de experiencias todos los días con la mayor naturalidad.

En realidad, la trama de la película gira en torno a la Gran Depresión en América durante los años 30, algo que yo siempre había relacionado antes con el hambre, el paro y la desolación pero nunca con la pederastia. En fin, todos los días se aprende algo. La conclusión que saqué es que ahora, que también estamos viviendo una tremenda crisis, hay que tener especial cuidado y advertir a los niños contra las viejas de 90 años desdentadas que quieran besarlos. Espero que si alguien más ve esta película y saca alguna otra conclusión tenga la bondad de informarme.