El tercer hombre era mujer (1961)

Agradable película en la que se deslizan juicios rotundos de forma que el espectador, además de disfrutar, encuentra serios motivos de reflexión.
Sus hechuras cinematográficas son excelentes, la ambientación apuesta por la perfección, el ritmo es el adecuado para el desarrollo del argumento y el perfil de los personajes su ajusta a su comportamiento.
La interpretación de D. Martin y de S. Hayward resulta francamente brillante. Como también lo es la dirección de D. Mann.
La textura narrativa se mueve en la línea de la eficacia y acredita una enorme capacidad para explorar con sencillez asuntos complejos que a menudo exigen arduas explicaciones.
Ágil, diáfano, directo y lleno de buenas intenciones, el largometraje cubre la pantalla con la magia de la obra bien hecha.

Este es uno de los mejores ejemplos de cómo una buena película puede ser destrozada por su título en español. ¿ No la podían haber llamado "Ada" sin más? ¿ quién fue el lumbreras que ideó el horrendo título en español? ¿ pensaba hacerse el gracioso? En fin, dejemos esto.

Lo cierto es que "Ada" es una buena película con una fenomenal Susan Hayward, en uno de esos papeles que tanto le gustaba de ponerse al mundo por montera y apechugar con todo. Tras una noche en un hotel en el que un carismático y guaperas candidato a Gobernador, Dean Martin, contrata sus servicios y queda "enganchado" de ella, Susan Hayward se casa con él y empieza a tirar de la manta una vez que su marido gana las elecciones de Gobernador de un Estado de los EEUU, no recuerdo cuál y ni siquiera estoy seguro de que lo digan en la película. Me quedo con la frase del político Dean Martin, " A veces me paso la mañana firmando papeles sin leer ni uno", triste reflejo de que cómo funciona muchas veces la democracia..

Muy logrado en la película es el magnífico plantel de secundarios que han "construído" al candidato y como empiezan a chantajear a Susan Hayward con desvelar su pasado de putilla.

La película se puede ver también como una predecesora de la excelente "El candidato" de Robert Reford por sus paralelismos en el personaje principal.

Absolutamente recomendable.