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Al otro lado de la frontera (1961)

Al otro lado de la frontera
85 min.
4,4
63
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Sinopsis
La policía montada del Canadá trata de mantener la paz entre los Sioux y los rancheros locales. Entre los dos bandos surgirá una terrible batalla. (FILMAFFINITY)
Género
Western
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Canadians
Duración
85 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
3
Al otro lado de la cantera.
Western de la modalidad "Policía montada del Canadá", todavía bajo la denominación de Policía del Noroeste. Del estilo de "Casacas rojas" y otras semejantes.
Estamos en 1876 y los sioux, vencedores del enfrentamiento con Custer en Little Big Horn, se refugian "Al otro lado de la frontera" del Norte bajo la condición de permanecer en paz sin disparar un solo tiro, para conseguir así "Vivir en libertad, no morir por ella".
El problema, una vez más, son los malvados ganaderos que llegan desde el Sur y arrasan con las mujeres y niños del poblado, "¿Desde cuándo le preocupa tanto ir en contra de la ley?", se preguntan entre ellos. Pero ahí está el inspector William Gannon (Ryan) para perseguir con su Policía Montada a los malos y poner las cosas en su sitio.
El tema es muy manido pero se aborda aquí con un guion y con una realización desganada y ramplona. Sin ritmo alguno y con un grupo actoral poco conocido, del que solo destaca Ryan. Eso sí, en la parte femenina tenemos The White Squab (Teresa Stratas, nada menos), una especie de diva sioux del bel canto que se marca una nana y una balada nocturna sin venir mucho a cuento, pero para eso era entonces una de las cantantes y actrices más versátiles y comunicativas. Es lo más potable de la cinta.
También resulta interesante la estampida de caballos que provocan los indios para llevar hasta el mismo borde del precipicio de una cantera a los malvados, tal como solían hacer en la caza de búfalos.
De todas formas es una película muy floja.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Bastante modesta, pero realzada por los bellísimos paisajes de Canadá
Bastante modesto western ambientado en tierras canadienses, dirigido discreta pero eficazmente por Burt Kennedy, autor también del guión, de lo que era especialista.

Y ahí es donde reside lo mejor y más curioso de un western claramente de serie B, en los diálogos donde se nos describe la psicología de los más bien pocos personajes.

Resulta extraño pero atractivo el oír los sueños y anhelos de los malos, cuatro hombres que no dudan en asesinar a indios para alcanzar sus propósitos. En parte porque no consideran que matar indios sea un crimen.

La cinta tiene como mejor bagaje, junto con esos extemporáneos diálogos, el empleo del maravilloso Cinemascope (que me fue hurtado sin piedad por la cadena autonómica donde vi la peli), que resalta los bellos parajes donde se rodó la cinta: Cypress Hills, Saskatchewan, Canada .

Más allá de ello, no tiene mayor calidad, aunque el final de la película está bien, y tiene su gracejo bien mirado. Y es que comprobamos la inteligencia de los indios cuando quieren impartir justicia sin desobedecer las órdenes de la Justicia blanca.

Muy bien los intérpretes, sobre todo los dos protagonistas masculinos, Robert Ryan, en esta ocasión haciendo de bueno, y John Denner, haciendo de malo, aunque con su particular código del honor (reprobable con todo).

Por su parte, las notas de cálido humor las ponen Torin Thatcher y Burt Metcalfe, uno haciendo de "duro" sargento y el otro de despistado pero voluntarioso cabo.

Como curiosidad, la protagonista masculina es Teresa Stratas, famosa soprano canadiense.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/
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