Un extraño en nuestras vidas (TV) (2005)

¿Qué es lo bueno de un fin de semana en el que no vas a salir entre las cuatro y las siete de la tarde aproximadamente? Pues las películas de las tres y media. Lo de tres y media es un decir porque hace unos años se han acomodado a las cuatro. De todas formas son ampliamente conocidas por el público de sobremesa como las de las tres y media.

La cadena líder indiscutible en poner telefilms de este estilo en esa franja horaria es sin duda antena 3 pero he de decir que esta película me la ha descubierto telecinco.

Típico film donde una chica conoce chico y chico demuestra no estar muy fino de la cabeza. Gracias a Dios (y esto es de agradecer) la chica es lista y en diez días deja la relación con el chico. Para vengarse de ella no saldrá de su vida hasta amargarla por todos lados y la mejor forma en que lo hace es entrando en su familia a través de su hermana, con la que comienza a salir.
Así pues, sabiendo que está zumbado y es malo malo intenta advertir a la gente de su alrededor pero lo único que consigue es que la tomen por loca celosa. De todas formas, ella no cederá en su intento por darle su merecido.

Es un film un poco largo pero de verdad que entretiene bastante, sientes la impotencia de la protagonista al ver cómo no sólo no la creen sino que Brendan (el chico loco en cuestión) casi consigue que la echen de la familia mientras él es super querido.
La estética europea y su ritmo le dan un halo de realismo no conseguido en otras películas de este estilo.

Para disfrutar a tope con las pelis traperas. Superior para un sábado a mediodía.

Según vas viendo la película te vas sintiendo impotente de poder decir a los personajes cómo deben reaccionar para no dejarse embaucar por el malo malísimo. Todas las situaciones están al borde de caer en lo inverosímil, aunque sin llegar a parecer irreales del todo. Los personajes se mantienen también a ese mismo borde entre la posibilidad o la memez.

Pero cuando llega el final, un tanto sorprendente, es cuando despiertas del todo y te das cuenta de que no es posible que ocurra en la realidad lo que te están contando en la ficción.