Trailer (INGLÉS)
- Sinopsis
- Un científico aparece muerto con extrañas deformidades en la cabeza. Este hecho hará que el sheriff y el médico del pueblo consulten la causa con un eminente profesor. Al no estar de acuerdo con las explicaciones del profesor, el médico se apersona en su laboratorio. El profesor explica que se está dedicando a producir una sustancia alimenticia para combatir el hambre en el mundo, pero el caso es que aplicada en los animales les ocasiona un rapidísimo y asombroso crecimiento. (FILMAFFINITY)
- Género
- Ciencia ficción Terror Arañas Animales Serie B
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1955 / Estados Unidos
- Título original:
- Tarantula
- Duración
- 80 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
(B&W)- Compañías
- Links
SOBRE LA CREDIBILIDAD DEL GENERO FANTASTICO
27 de marzo de 2009
No coincido con aquellos que sostienen que a una película del género fantástico se le puede perdonar todo, por el solo hecho de que es fantasía. En algún punto, uno tiene que dejar de defender a capa y espada lo que es indefendible, lo que atenta contra la credibilidad del argumento. Vale la pena, creo yo, ejemplificar en esta película lo que intento decir. Esta película versa sobre una tarántula que adquiere proporciones gigantescas. La ciencia sostiene que, aunque esto fuera posible, una criatura así quedaría imposibilitada de moverse, porque se lo impediría su propio peso. Sin embargo, si uno se sienta a ver este tipo de películas tiene que olvidar o desoír la voz de la ciencia, o simplemente ver otra cosa. En un filme que trata sobre criaturas de proporciones gigantescas, uno debe partir de la premisa de que en dicha ficción una tarántula puede crecer, moverse cómodamente y devorar vacas, humanos y cuanto ser vivo acorde a su tamaño se ponga a su alcance. Lo que en el contexto del argumento resulta increíble es lo que inicia el gigantismo de la araña. Porque, ¿a qué científico en su sano juicio se le ocurriría experimentar nada menos que con un temible depredador como una tarántula? Conejos, ovejas, tal vez alguna rana; pero, ¿una tarántula? Ese es el único punto flojo que tiene la trama. Por lo demás, un clásico del terror, mucho más logrado que otros filmes sobre temas similares. La tarántula asusta de verdad; así hubiera querido yo que Peter Jackson hiciera a Ella-Laraña de EL SEÑOR DE LOS ANILLOS. No pudo ser. Como dato curioso, digamos que la araña en cuestión era toda una actriz, ya que fue la misma que apareció en EL INCREIBLE HOMBRE MENGUANTE y se llamaba, creo recordar, Tamara. ¿Qué tal, eh?
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20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
SEGURIDAD VERSUS TERROR
1 de noviembre de 2014
No cabe duda de que las 'monster movie' americanas de los años 50 tenían niveles y calidades diferentes. Por ejemplo, todas las que rodó Jack Arnold poseían un sólido guión, un inmejorable desarrollo de la historia, un excepcional clima de terror (mezcla de una gran fotografía y una acertadísima puesta en escena) y un encomiable uso de los espacios tanto abiertos como cerrados. Si llega a contar con los efectos especiales de hoy en día, pasaríamos más miedo que en el sillón de un dentista con Parkinson.
No tan sobresaliente como "La mujer y el monstruo" (1954), "El increíble hombre menguante" (1957) y "Monster on the campus" (1958), sin embargo, "Tarántula", sigue las directrices antes mencionadas y el espectador lo pasa en grande sufriendo con las andanzas de unos personajes que se mueven entre el inhóspito desierto y las -a veces cálidas, a veces inquietantes- dependencias de una gran mansión. Llegados a este punto, siempre me asombra y me provoca admiración ese contraste 'seguridad-miedo' que tan certeramente emplea Jack Arnold en la mayoría de sus películas. Sus personajes tan pronto comparten tranquilamente un cigarrillo en un cómodo sofá frente a la chimenea encendida, como, tras la ventana, acecha pérfidamente el horrible monstruo de turno, para zamparse de un bocado la chimenea, a los protagonistas y, si me apuras, a los inocentes osillos de peluche.
No tan sobresaliente como "La mujer y el monstruo" (1954), "El increíble hombre menguante" (1957) y "Monster on the campus" (1958), sin embargo, "Tarántula", sigue las directrices antes mencionadas y el espectador lo pasa en grande sufriendo con las andanzas de unos personajes que se mueven entre el inhóspito desierto y las -a veces cálidas, a veces inquietantes- dependencias de una gran mansión. Llegados a este punto, siempre me asombra y me provoca admiración ese contraste 'seguridad-miedo' que tan certeramente emplea Jack Arnold en la mayoría de sus películas. Sus personajes tan pronto comparten tranquilamente un cigarrillo en un cómodo sofá frente a la chimenea encendida, como, tras la ventana, acecha pérfidamente el horrible monstruo de turno, para zamparse de un bocado la chimenea, a los protagonistas y, si me apuras, a los inocentes osillos de peluche.
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12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
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