arrow

Zipi y Zape y la isla del capitán (2016)

Zipi y Zape y la isla del capitán
105 min.
4,8
1.447
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Tráiler final HD (ESPAÑOL)
Ver 2 más
Sinopsis
Llegan las navidades y Zipi y Zape la vuelven a liar parda. Esta vez la travesura es tan grande que son castigados sin vacaciones y obligados a acompañar a sus padres a lo que parece ser un aburrido viaje en barco. Para su sorpresa, el destino es una espectacular y remota isla. Una terrible tormenta les obliga a refugiarse en la mansión de la divertida señorita Pam, donde niños sin familia disfrutan de un paraíso sin reglas. Ayudados por Pipi, Maqui y Flequi, los hermanos descubren que la repentina desaparición de sus padres en medio de la noche guarda relación con el secreto que encierran la misteriosa isla y sus extraños habitantes... Secuela de "Zipi y Zape y el club de la canica" (2013). (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Aventuras Cine familiar Secuela Cómic
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
Zipi y Zape y la isla del capitán
Duración
105 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Zipi y Zape
Links
5
Como en su primera entrega, esto se parece a Zipi y Zape lo que un huevo a una castaña y se asemeja más (salvando las distancias) a Harry Potter; una entretenida aventura con misterios y magia.
A quien viera la primera adaptación a la gran pantalla de los tebeos de Escobar de Zipi y Zape en 2013 ("Zipi y Zape y el Club de la Canica"), no le pillará por sorpresa que esta segunda entrega no tome como inspiración la esencia humorística de los personajes (unos gemelos traviesos cuyas trastadas (mucho más extremas e ingeniosas que las de esta cinta) se limitaban al colegio y al hogar. Yo también tuve la suerte de criarme con la diversión de Zipi y Zape en los 90 gracias al suplemento (ya extinguido) semanal del ABC "Gente Menuda") sino que se inspire en las aventuras fantásticas y detectivescas más exitosas de las novelas y del Séptimo Arte. Desde Holmes hasta Harry Potter pasando por Peter Pan o El club de los Cinco, "Zipi y Zape y las isla del Capitán" se nutre de referencias y homenajes para conformar una aventura de investigación protagonizada por estos dos hermanos, y cargada de elementos de magia, enigmas y odiseas.

Evidentemente la mayor "inspiración" que está tomando esta (ya) saga española es de Harry Potter. Los paralelismos son indiscutibles (no ya solo en los títulos de los films. Si en Harry Potter las novelas y cintas empiezan con "Harry Potter y...", aquí siempre comienzan con un "Zipi y Zape y..." ): niños que entran por primera vez en un misterioso colegio... un colegio que oculta hechizantes secretos... en fin. En eso consisten estos "Zipi y Zape" del cine. Así que, como ya sucedió en "Zipi y Zape y el Club de la Canica", que nadie se espere una traslación de las viñetas de Escobar sino una hazana mágica y enigmática (en mi caso vi "Zipi y Zape y el Club de la Canica" y me agradó (las aventuras de fantasía me pierden), así que me dispuse a ver esta secuela esperando algo igual de entretenido y disfrutable que la primera parte).

Que conste que no me parece mala idea inspirarse en algo de tanta calidad como son las páginas del joven mago de Hogwarts Y es que un universo tan rico y espléndido como el de J.K. Rowling, aunque se traslade en estos "Zipi y Zape" de forma mucho más superficial y unidimensional, es muy difícil de estropear completamente.

Y el resultado de "Zipi y Zape y la isla del Capitán", un cine patrio de familiares peripecias con misterios fantásticos, es irregular durante su metraje pero en su conjunto global resulta aceptable y digno.

La principal losa de la cinta es que su guión no ofrece los matices, las hondanas, la madurez, el lirismo y la inspiración que toda aventura fantástica de calidad e inolvidable debe tener tanto en sus personajes como en su aventura (no, esto ni es Harry Potter ni es "Eduardo Manostijeras"). Lo que ofrece no es vergonzoso y está bien estructurado, pero a una cinta de estas características siempre se le puede pedir más a nivel de desarrollo argumental... sobretodo si se trata de un público no ya infantil sino juvenil como es mi caso. Un adulto se entretendrá sin quedar hechizado en los fotogramas y puede que incluso desvíe la atención en los puntos más flojos de la historia. Una pena, un film infantil puede ser tan disfrutable para un niño como para un adulto (¡qué se lo digan a las obras maestras de Disney/Pixar!), pero en este caso el público infantil (al que va dirigido este largo evidentemente) disfrutará mucho más con esta aventura que un adulto.

Y es que el libreto es sumamente irregular. El misterio malvado que vaga por este internado tiene cierto ingenio y en ciertos minutos se torna interesante (ese relato que nos narra el mayordomo de la isla en clara inspiración al relato que narra Hermione en "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte" es algo notable)... mientras en otros opta por la redundancia en el vacío argumental (se me hizo bastante eterna esa odisea de los niños por el bosque), ciertas notas de humor fracasan estrepitosamente (la mayoría de las frases de pretendida comicidad que salen por la boca de estos Zipi y Zape)... pero otras hacen saltar la carcajada (atención al personaje de Goizalde Núñez que se lleva la función, atención a ese gorila que guarda muchas ocurrentes sorpresas, atención a las frases sarcásticas del personaje de Maqui), su soñadora ambientación se luce sobremanera en ciertos puntos (como en esa canción cantada por los huérfanos del internado) mientras pasa desapercibida en otros o incluso huele a baratija (ejem, esa transformación enfocando a la sombra, ejem).

Lo dicho, un material argumental desarrollado con demasiada irregularidad como para que el conjunto destaque. Pero en líneas generales el saldo es positivo, entretiene más que hastía, son más las virtudes destacadas que los defectos, y al final "Zipi y Zape y la isla del capitán" logrará hacer las delicias de los niños y entretener con suficiencia a un adulto fan del género fantástico (como es mi caso).

El film también se beneficia de una correcta (sin destacarse) realización por parte de Oskar Santos, de una banda sonora de Fernando Velázquez con claros ecos a Danny Elfman (en el buen sentido), de una ágil edición, de una atildada fotografía, de un diseño de producción distinguido y de unas elegantes interpretaciones (destaca con nombre propio Elena Anaya que saca oro de su tópico personaje y G. Núñez en un personaje que merece un spin-off. En cuanto a los críos... hacen lo que pueden. Resultan los suficientemente naturales (y eso ya es mucho decir cuando se habla de niños-actores) pero Iria Castellano y Máximo Pastor demuestran más carisma y desenvoltura que la pareja protagonista).

En fin, la cinta tiene todo lo que necesita una buena película de fantasía infantil: gran puesta en escena y un argumento con humor, objetos y personajes misteriosos, lugares secretos y tesoros escondidos. Pudo ser más profunda y matizada en su desarrollo pero lo que ofrece es decente y distraído para con su género. No es un film indispensable, pero puede ser recomendable tanto a niños como a los fans de la fantasía.

Lo mejor: Elena Anaya y Goizalde Núñez.
Lo peor: Un guión irregular y un tanto superficial.
[Leer más +]
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El tacto de la infancia
Óskar Santos remata la secuela de “Zipi y Zape y el club de la canica” con un merecido homenaje a los padres, a los suyos y a los nuestros. Y es que concretamente sobre la relación paterno-filial se centra esta entretenida cinta de aventuras. Si bien en los tebeos de Escobar, muy a pesar de las travesuras de sus protagonistas, la familia Zapatilla parecía estar muy unida; en la primera traslación a la gran pantalla se obvió completamente la presencia adulta, a favor de una trama completamente alejada del original. Y lo curioso, es que la maquinaria funcionó, y muy bien.
Este díptico pone su mirada en las aventuras y, especialmente, en la literatura de finales del siglo XIX. Toda su iconografía parece haber salido de las páginas de novelistas indispensables como Arthur Conan Doyle, H.G. Wells y, cómo no, Julio Verne. Esta razón de ser es una declaración de principios por parte de sus creadores, nacidos y criados con este tipo de lecturas. Digamos claramente que esta película intenta construir un puente entre nuestra generación y los más jóvenes. Santos muestra, con no menos recursos, el sentido de la maravilla que nos invadía cuando abríamos estos libros y su poder para generar imaginación, aventura y entretenimiento.
Probablemente en más de una ocasión los adultos encontremos cierto disloque e inverosimilitud en el conjunto de la propuesta, pero no es muy diferente a lo que veíamos en películas de grupos de niños como Parchís o Regaliz. Lo malo de todo esto es la poca tradición abierta en este país para esta clase de productos. El acercamiento al mundo infantil es en ocasiones mediocre, pero sin duda no es el caso que nos ocupa.
La isla del Capitán que da nombre al título es un torbellino de situaciones divertidas, que sin llegar a sorprender o dejarte con la boca abierta, logran una más que reconciliación con el cine infantil patrio de antaño. Sus decorados y personajes no son muy distintos a los que veíamos entonces, pero eso sí, con ese toque sofisticado que caracteriza a estos títulos en la actualidad.
La película tiene un arranque sobresaliente, que nos hará añorar la Navidad en plena canícula de agosto, para pasar posteriormente a la presentación de la nueva localización. A partir de este momento una serie de sujetos hacen su aparición: una directora de orfanato, con el rostro de la estupenda Elena Anaya, una especie de Cocodrilo Dundee y la impagable Sor Enriqueta que logrará protagonizar algunas de las escenas más descacharrantes del film.
Lástima que hacía mitad del relato la cosa parezca que se estanca, pero hay que reconocer que levanta bastante bien el vuelo en su más que digno clímax final. Hasta incluso contiene esos tintes sentimentales que tan bien sientan en este tipo de trabajos y que, algunos directores aguafiestas, parecen olvidar en los tiempos que corren.
Si tan solo su visionado consigue que algunos niños y niñas se interesen por los libros de los autores antes mencionados ya habremos conseguido un gran paso.
Si no lo sabéis en mi casa sigo conservando impoluta mi colección de Julio Verne. Con solo ver los lomos y las ilustraciones en blanco y negro me transporto a esos años de la infancia en los que, arropado en la cama los fines de semana de invierno, devoraba toda sus páginas. Esas obras aún me hacen sentir hasta el tacto de las sábanas de aquella cama. Y esta película ha logrado hacer algo parecido.
[Leer más +]
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Zipi y Zape y la isla del capitán
Fichas más visitadas