El retorno del Espadachín Manco (1969)

Secuela muy entretenida de un gran clásico y referente del cine de artes marciales.
Hablar de "El Luchador Manco" es hablar de acción a raudales, combates individuales fascinantes y un maravilloso elenco de secundarios dotados de una espectacularidad sin igual, con una caracterización maravillosa y unas técnicas originales y extravagantes.
Incluye todos los ingredientes necesarios que busca el aficionado al género, y peca de la sobreactuación exagerada, tanto en guión como en escena, de la que tanto abusa este tipo de cine, y que es la culpable de la comicidad de este tipo de obras en Occidente.

No supera ni de largo a la primera parte, pero tener la oportunidad de ver las elongaciones de brazo del Maestro de Yoga, o la técnica mortífera de la Guillotina del Maestro Budista justifica de sobra el tiempo empleado en ver la película, que de seguro te hará pasar un buen rato.

Muy recomendada.

Segunda parte del fabuloso “Espadachín Manco” , una confirmación de aquel que dijo que las 2 partes no eran buenas se confundía de pleno, y es que el Retorno no es una continuación cualquiera es una confirmación de una saga que marcó un hito en una industria tan fascinante como la que se forjaba en los 60´s dentro de Hong Kong, mucho mas sangrienta, con mucha mas acción y mucho mas contudente que la primera, empieza a marcar un ritmo en donde la acción comienza a proclamarse como la verdadera protagonista, marcada con la firma del mitico Chang Cheh y sun afición casi goresca por ese liquido rojo, espeso, contundente que aplica a sus luchas, estallando cual fuente romana a la par que nuestro heroe destripa a sus enemigos, epopeyas visuales de un calibre excepcional hace que nos plantemos frente a la pantalla con cara de fascinación, y si esa es nuestra reacción a dia de hoy, mucho me hubiera gustada ver las caras de esos jovenes chinos plantados bajo la pantalla al ver a un heroe mutilado realizando semejantes hazañas.

La cinta comienza practicamente donde la dejamos anteriormente ,nuestro jovén Wang Yu es por fín el campesiono feliz que siempre deseo ser, pero su suerte no tarda mucho en abandonarle como podría caber esperar ya que un maestro de tan envergadura tardaría poco en ser retado para demostrar su valía, una trama bastante sencilla pero rezumante de venganza. Wang Yu se muestra igual de majestuoso que la primera parte, siempre teniendo en cuenta que nunca se caracterizó principalmente por ser un gran Artista marcial, sino un gran actor, con una interpretación poderosa que aporta gran respeto en la pantalla, como vulgarmente se dice, llena la pantalla con su presencia.

El plantel es muy similiar a la primera parte pero con papeles cambiados como es el ejemplo Tien Feng que ahora en lugar de ser el maestro del Gan es el villano y maximo rival, un cambio la verdad que chocante pero que no influye para nada en el resultado final, de hecho es parte de su encanto, estamos realmente acostumbrados a ver a los mismos actores realizando miles de interpretaciones en peliculas parecidas, también es el caso de Lau Kar Leung realizando un papel malvado excelente, bajo su trabajo también se esconde otra labor inigualable de coreografías, especialmente dedicadas a armas de todo tipo, nunchakus, circulos de hierro, palos, sables…..todo un recital de originalidad, bastante mas agresivas y espectaculares, mucho mas recomendables.
El ritmo es frenetico, espectacular, una verdadera belleza de esas que gusta regodearse, un plantel de lujo, escenarios bellisimos, un vestuario impresionante, una superproducción en toda regla, luchas cargadas de sangre y mucha tensión.