Dr. Mabuse vs. Scotland Yard (1963)

Conforme se aleja en el tiempo del original, el personaje del Dr. Mabuse y sus planes de conquista empiezan a parecerse más propios del mundo del cómic, como si fuese un supervillano, o de los filmes de euroespías de fantasía, con sus gadgets y aparatos fantásticos. Mabuse aprovecha una original tecnología para controlar a los seres humanos. Este control nos recordará a otras películas fantásticas, como "La invasión de los ultrcuerpos" por cuanto los protagonistas no podrán fiarse absolutamente de nadie. Las pruebas que hacen del aparato los sicarios muestran un humor negrísimo y una mala baba recalcitrante.

Frente a Mabuse, aparecerá el inspector del primer filme de la nueva franquicia y repite Peter Van Eyck, aunque no con el mismo personaje. En este caso encarna a un inspector de Scotland Yard. Sin embargo, empiezan a aparecer personajes hasta cierto punto paródicos, como la madre metomentodo de Van Eyck.

No tiene desperdicio la escena en la que una chica en braguitas pide ayuda a van Eyck por ser amigo de su difunto padre, el gesto babeante del policía ante la "oportunidad" que se le brinda es de vergüenza ajena. Da repelús. Incluso le da un casto besito en la frente. Como hemos cambiado.

Las acciones de Mabuse y su banda son bastante imaginativas y compensan una relativa falta de medios en la película. Es difícil creerse que Mabuse pueda apoderarse de la Gran Bretaña con cuatro matados, en todo caso podrá enriquecerse y poco más.

El filme resulta entretenido aunque empieza a mostrar una cierta fatiga la franquicia, empezando a acomodarse en demasía. Y cuando esto ocurre, la rutina de lo mil veces visto acaba por fulminar a la serie.