Tres amores (1953)

Tres bonitas historias de amor y tres cantos al arte: el baile, la poesía y el trapecio (el arte circense). Las tres presentan una atmósfera de cuento, sobretodo la segunda "Mademoiselle", lo que les confiere un encanto especial.
Yo, en mi caso, me quedo con la segunda historia, "Mademoiselle". Por la atmósfera de cuento de hadas ya comentada: todo ocurre en un lugar idílico y de una forma soñada. Por el color, suave, casi pastel; que nos trasporta enseguida a un mundo fantástico donde nada malo puede suceder y los deseos se cumplen. Por la inocencia de los personajes, por la ternura...Minelli, un amante del cine en color, demuestra con creces su aptitudes, no solo en este aspecto, sino en la polivalencia de su cine, el cual no se queda solo en el musical.
Las otras dos son algo más tristes, aunque nunca dejan de hacernos soñar. La belleza del baile y el vuelo de los trapecistas se convierten en un medio ideal para hacer llegar el amor a los corazones de aquellos que parecían cerrados.

Es difícil valorar una película teniendo tres partes tan diferenciadas entre sí. A mi juicio las historias van de mejor a peor. Si tuviera que valorarlas separadamente yo le daría un 8 a la primera, un 6,5 a la segunda y un 5 a la tercera. Desde luego, los actores están muy bien elegidos y bordan sus papeles, pero es inevitable que una historia te guste más por encima del resto.

La historia que más me ha llegado es la de la bailarina de ballet. La banda sonora te envuelve desde el primer momento y la magia de los movimientos de Moira Shearer al bailar es una maravilla. Resulta especialmente bonita la expresión corporal de Shearer al ritmo de Rachmaninov.

La segunda historia es bonita pero incorpora un elemento fantástico que la hace poco creíble. Esta historieta se asemeja más bien a un cuento corto bastante romántico e inofensivo. No digo que sea una mala historia, pero después de la profundidad de la primera a mí, desde luego, no me impresionó mucho.

Por último tenemos la historia del trapecista que considero que es la más floja de las tres. Es la menos romántica, aunque tiene mucho de espectacular debido a los arriesgados números en el trapecio. Parece increíble que muchas escenas las haga Kirk Douglas en primera persona y no sea doblado por un trapecista profesional. A parte de las piruetas y los saltos mortales, poca emoción tiene esta historia.

Así pues, en conjunto esta es una película interesante de ver aunque sus historias sean un poco irregulares. Como mínimo te entretiene y el reparto es bastante bueno.

Saludos!!