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El callejón de las almas perdidas (1947)

El callejón de las almas perdidas
107 min.
7,4
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Escena (SPOILER - Español)
Sinopsis
Stanton Carlisle (Tyrone Power) es un aventurero que llega a una feria deseoso de abrirse camino y progresar. Tras sentirse impactado con el "monstruo" que allí exhiben, conocerá a Zeena (Joan Blondell), la pitonisa, y también a Molly (Colleen Gray), una joven que enseguida se siente atraída por él. (FILMAFFINITY)
Género
Cine negro Intriga Drama Drama psicológico Película de culto Circo Alcoholismo
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Nightmare Alley
Duración
107 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
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8
Espléndido drama que hace tangible la presencia del mal y el imperativo maléfico del destino
Film dirigido por Edmond Goulding. Se basa en la novela "Nightmare Alley", de William Lindsay Gresham. Rodada en los estudios de la Fox, la feria ocupó 40.000 m2. La produjo George Jessell ("La mujer pirata", 1951) y se estrenó el 28-X-1947.

La acción tiene lugar en una feria ambulante y Chicago, en 1946/47, a lo largo de más de un año. Narra la historia de Stanton Carlisle (Tyrone Power), joven ambicioso, embaucador y cínico, que comienza como aprendiz de charlatán de feria y asciende a protagonista de un espectáculo de adivinación en una lujosa sala de fiestas. Los trucos del número se los revela Zeena Krumbain (Jean Blondell), tras la muerte de su compañero, a quien Stanton sustituye como "partenaire". Casado con Molly (Coleen Gray), inocente, sincera y fiel, la abandona para convenir con Lilith Ritter (Helen Walker), psicóloga no titulada, un plan siniestro para explotar la buena fe de personas adineradas y crédulas. Las quejas de algunas de éstas y la inmoralidad de Lilith ponen a Stan en peligro.

Zeema simboliza la honestidad, Molly la inocencia, Lilith la deshonestidad y Stan la ambición sin límites. La obra está presidida por la presencia intangible del mal, el determinismo de la degradación moral, la fuerza del destino que rige, misteriosamente e inexorablemente, la vida de las personas, imponiendo el mal y marginando la bondad de Molly y la sinceridad de Zeema. Las cartas desvelan, infaliblemente, el futuro y anticipan la tragedia. La vida colectiva y la vida individual son movidas desde un ámbito superior desconocido y poderoso, que inunda la vida de incertidumbre y ansiedad. Los seres humanos no son los rectores de su destino, sino sus marionetas de trapo y sus víctimas. La conspiración maléfica de Stan y Lilith transforma el acuerdo en duelo y la confianza mutua en triunfo del mal superior sobre el mal limitado por la capacidad de engaño y la credibilidad de las víctimas. Son escenas destacadas la sesión en que Stan ve por primera vez a Lilith, la lectura del destino de Stan por Zeena y la soberbia escena final. Pocas veces el cine de Hollywood de los 40 y 50 creó una obra en la que la pulsación del mal fuera tan intensa y profunda. Film singular y atípico como pocos, digno merecedor de su condición de obra de culto.

La música hace uso de solos de piano inquetantes, melodías de feria reiterativas y fragmentos orquestales de agudos estridentes y bajos angustiosos. La fotografía se basa en luces expresionistas, claroscuros fuertemente contrastados y composiciones de gran belleza plástica. El guión crea una atmósfera de misterio, dominada por un destino siniestro e implacable. La interpretación de Tyron Power es memorable y una de las mejores de su carrera. La dirección hace uso reiterado de la elipsis, que incrementa la ambigüedad de las situaciones.

Película clásica de cine negro, con magníficos toques de cine fantástico.
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81 de 91 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La feria de las tinieblas
Excelente melodrama psicológico, sin duda la mejor película del gran Edmund Goulding y la demostración de que en ocasiones Tyrone Power podía ser un gran actor. Aquí esta soberbio, dando credibilidad al personaje arribista e inmoral que le toca encarnar con un convencimiento absoluto, en medio de un reparto excepcional en el que destaca la entrañable y siempre eficaz Joan Blondell
De una profundidad apabullante, tan actual hoy en dia como en su estreno hace 60 años, magistralmente fotografiada con claras reminiscencias expresionsitas, esta apasionante historia coquetea por momentos con el cine negro recogiendo de este género su ambiguedad moral y sus opresivas atmósferas para ponerlas al servicio de una historia cuyo interés no decae en momento alguno y cuya lectura se renueva y amplia con cada visionado de esta magistral y bastante desconocida película. Totalmente imprescindible para los amantes del cine clásico y para estudiosos de la psicología oportunista y arribista (tan tristemente de moda en nuestros días).
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