Hijos de la violencia (1951)

Personaje real, Al Jennings llegó a ser estrella del cine mudo y casi centenario.
La película, basada en su autobiografía, no destaca por ninguna escena o fotografía, guión, frase o música.
Tampoco son memorables las interpretaciones. Dan Duryea es mejor cuanto más retorcido y avieso sea su personaje, y aquí parece una hermanita de la caridad. Los villanos no están excesivamente clarificados y se justifica el latrocinio.
Rutinaria en exceso, es adecuada sólo para los muy seguidores del género.

Pudiéndose haber tratado de un "biopic", como hoy lo concebimos, el visionado de esta cinta hace pensar que toda ella es un absurdo y que nada de lo narrado pudo suceder nunca como se cuenta. Ray Nazarro fue un notable director de westerns series B, pero en esta cinta no acertó en absoluto. Y si se lee la vida de Alphonso Jennings se puede pensar en una historia que mereciera la pena conocer.

A mi juicio, todo en esta cinta es malo y no merece la pena el análisis pormenorizado de los aspectos relevantes del guión, dirección, interpretación, música, color, fotografía ...

¡Ahórrense en mal trago! es muy mala.