arrow

El rojo en los labios (1971)

El rojo en los labios
100 min.
5,9
418
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Tráiler (INGLÉS)
Ver 2 más
Sinopsis
Una pareja de recién casados se alojará en Brujas, en el mismo hotel en que se encontrarán con la condesa Bathory y su sirvienta. A partir de ese momento, y rodeados por el misterioso halo que han dejado en la ciudad belga las muertes de jóvenes muchachas durante los últimos días, se desencadenarán una serie de inesperados sucesos. (FILMAFFINITY)
Género
Terror Intriga Vampiros
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Bélgica Bélgica
Título original:
Les lèvres rouges (Daughters of Darkness)
Duración
100 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Coproducción Bélgica-Francia-Alemania del Oeste (RFA);
Links
6
La inmortal belleza de Elizabeth Báthory
En el artículo publicado por Pilar Pedraza sobre vampiresas que se incluye en la estupenda antología "Imágenes del mal" (gracias Gilbert), la escritora se lamenta de la devaluación tan triste de la imagen de la vampiresa en función de las infames producciones semilésbicas de la Hammer, destinadas más a poner cachondo al respetable, que en elaborar una réplica femenina decente de la terrorífica figura del señor de los murciélagos. A la visión tan retrógrada del género contraponía sin embargo esta curiosa producción belga. En efecto, en "El rojo en los labios", tenemos las constantes del cine de vampiresas setentero y por supuesto no falta el erotismo lésbico, pero el tratamiento que se le da al filme es ciertamente distinguido y el personaje de la vampiresa -una elegante Delphine Seyrig- exhibe un hermoso sentido del sadismo que la eleva por encima del camp guarrillo de las chicas de la Hammer.

La historia narra el encuentro de dicha vampiresa, una descendiente de la famosa condesa Báthory y una pareja de recién casados: él, un chico de familia bien con extrañas costumbres sexuales y ella, una chica jovencita, ingenua y profundamente enamorada de su marido. La bella condesa se prendará de la chica y empezará un proceso de seducción con la reluctante ayuda de su criada y amante, Ilona. Este encuentro es, en cierto modo, la metáfora de la evolución de la joven desde una sexualidad, digamos, normal hacia las decadentes artes de lo prohibido, es decir, el safismo y el sadomasoquismo, eso sí, siempre muy mórbido, femenino y sugerente.

Película más de atmósfera que de terror en sí, "El rojo en los labios" es quizás de lo mejor que puede encontrarse en materia de vampiresas y si no sube de una nota interesante es por la nefasta interpretación de Danielle Ouimet (como la virginal novia) y por la sarta de tópicos que tan difícil parece evitar en este tipo de cine. Tampoco funciona bien por el lado erótico, ya que las escenas resultan pelín grotescas y difícilmente pondrán brutote a nadie a menos que se tengan unos gustos cuanto menos sanguinarios en materia libidinosa.

Bastante decente de todos modos; te hará pensártelo dos veces antes de hacer un viaje por los Países Bajos.
[Leer más +]
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Círculo rojo
En la espléndida “The Overlook Encyclopedia. Horror”, de Phil Hardy, de Overlook Pr, New York, que es una enciclopedia sobre el cine de terror, no editada en España que abarca desde primeros años del cine hasta casi mediados de los años noventa, al menos en su tercera impresión que es la que tengo, reúne a todas las nacionalidades posibles, y de las fotos seleccionadas, incluían una de este film, similar a la cartelera, en la que aparecen Delphine Seyrig y Danielle Ouimet. Nunca leí su reseña por temor, porque el fallo que posee esta gran enciclopedia es que está plagada de “spoilers” sin piedad. Es algo que no entenderé y que los americanos hacen mucho, (y que por aquí empezamos a imitar), que para comentar algo no hace falta destriparlo, pero bueno... El caso es que al leerla, que era un “spoiler” como me olía, descubro algo en lo que coincido plenamente y más adelante comentaré.

“El rojo en los labios”, cuyo título para su explotación en vídeo en España se transformó en “Criaturas de la noche”, en su día, con la censura en vigor, fue imposible que se estrenara. Con el paso de los años, tampoco llegó a todas las ciudades, y en la actualidad, aunque goce de la calificación de “película de culto” en Europa o parte de América, entre nosotros, sigue siendo casi una desconocida y, en círculos de aficionados, está minusvalorada. No es que sea una obra maestra, pero desde luego merecería mayor reconocimiento ya que es notable y tiene su valía.

“Les lèvres rouges” es una película inusual en muchos aspectos. Con la eclosión en los años setenta de vampiras lesbianas, donde no había hueco para la insinuación y siendo en muchos casos una excusa para lucir palmito, surge este film de Harry Kümel, quizás un poco por casualidad.

Sin tener presupuesto para ambientarla en el siglo XVI y desarrollar la historia de la condesa Erszébet Bathori que encargó el asesinato de centenares de vírgenes para bañarse en su sangre, como el curioso film de Jorge Grau rodado un par de años despuès con Lucia Bosé, se decidió ambientarla en época actual.

Con un logrado ambiente fantasmal en un lujoso y solitario hotel (mezclando un hotel de Ostend y otro de Bruselas), rodeándose de un precioso vestuario de Bernard Perris, Cinelli o Marie- Paule Petignot entre otros, una dirección artística llevada a cabo por la cantante Françoise Hardy, la fotografía de Eduard van der Enden y la estupenda banda sonora de François de Roubaix, dan forma a un original y sugerente film, proporcionando un ambiente sofisticado y glamuroso nada habitual en el género.

Y como contaba al principio del comentario, es cuando descubro con sorpresa al cabo del tiempo y con total convicción, que “inspiró bastante” a Tony Scott cuando rueda doce años después “El ansia”. Aunque el film de Scott se base en una novela Whitley Strieber de primeros de la década de los ochenta, hay entre ellas demasiados paralelismos innegables.

Harry Kümel firma el guion con Jean Ferry y Pierre Drout, aunque sin acreditar parece ser que estaban también Köhler y Amiel, al menos, a pesar de ciertos baches, hacen un buen trabajo, administrando bien su porción “gore” y sexual, pero con mucha distinción.

Kümel, que no estudió cine, provocador y polémico personaje, en el rodaje un día protagonizó un lamentable episodio: en una discusión con Danielle Ouimet, que encarnaba el personaje de Valerie, le arreó un bofetón. Su compañero, John Karlen que hacía el personaje de Stefan, no dudó en defenderla, proporcionándole un fuerte puñetazo en plena cara. Desde entonces mantuvieron a Kümel a raya, pero la tensión en el rodaje se podía cortar con un cuchillo.

Los actores hacen una buena labor, que suponemos tampoco fue fácil, coronados por una bellísima Delphine Seyrig como la condesa Elizabeth Báthory. Musa de genios, preparada en las mejores escuelas y figura imprescindible del feminismo más intelectual, estuvo a punto de rechazar el papel, que finalmente acepta por recomendación de su compañero Alain Resnais, que la anima porque el guion le parecía visualmente un cómic.

Un cómic, lo que en realidad es un cómic no es, pero sí es cierto que visualmente, por todo lo expuesto y sin pecar de rollo “camp”, es una elitista y encantadora fotonovela, donde hay mucha sugerencia, belleza y sensualidad. El estreno le proporcionó a Kümel el poder rodar seguidamente su película más extraña, y para mí, más espesa aunque más lograda, “Malpertuis”,que sí nos llega con más copias (con el mismo retraso) en cines en versión subtitulada, y donde Orson Welles era quien tenía firme y a su merced a su director.

“El rojo en los labios (Les lèvres rouges)” es un cine vampírico sin colmillos, que se aproxima, y no por snobismo, si no por afinidad al planteamiento, a un cine de autor, pero que deben ver los seguidores del género que sean menos prejuiciosos y sin miedo a propuestas menos comerciales.

Paso brevemente al spoiler.
[Leer más +]
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre El rojo en los labios
Fichas más visitadas