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Mortalmente parecidos (1988)

Mortalmente parecidos
115 min.
7,1
11.522
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Sinopsis
Historia de dos gemelos idénticos, el encantador Elliot y el introvertido Beverly. Son las caras opuestas de una misma personalidad: comparten las mismas costumbres, el mismo apartamento y la misma mujer. Pero, cuando entra en sus vidas una mujer especial, el vínculo que une a los gemelos, se ve, por primera vez, amenazado. Y esta amenaza se traduce en el descenso a un abismo de perversión, drogas y locura. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Thriller Drama psicológico Película de culto
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Canadá Canadá
Título original:
Dead Ringers
Duración
115 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1989: 11 Premios Genie Cine Canadiense, incluyendo mejor película y director. 13 nom.
1988: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actor (Jeremy Irons). 2 nominaciones
1988: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor dirección y actriz sec. 3 nom.
1988: Asociación de Críticos de Chicago: Mejor actor (Jeremy Irons)
1988: Fantasporto: Mejor actor (Jeremy Irons). Nominada a Mejor película
"Te atrapa y te convence"
[Diario El Mundo]
"Irons borda un terrible doble papel en la mejor película de Cronenberg. Sólo los artilugios médicos ya dan grima"
[Cinemanía]
11
9
Positiva
1
Neutra
1
Negativa
6
Carne de mi carne.
En 1988 David Cronenberg nos trajo una cinta que nos contaba la historia de los gemelos Mantle; unos hermanos que desde pequeños destacaron en los estudios, y que más tarde se convierten en unos prestigiosos ginecólogos especialistas en tratar los casos de esterilidad. A pesar de que sus personalidades difieren considerablemente, pues Beverly por ejemplo es mucho más aplicado e introvertido que Elliot, su aspecto físico es 100% idéntico. Y gracias a ello muchas veces han "jugado" a eso que han jugado tantos gemelos haciéndose pasar el uno por el otro.

Elly y Bev han compartido desde siempre todas las experiencias de su vida; han crecido juntos y han vivido juntos; no hay secretos para ellos, comparten éxitos, fracasos, trabajo, mujeres, todo... casi como dos siameses hubiesen vivido su vida, pero independientes físicamente hablando. Aunque muy pronto irrumpirá en su consulta una actriz de capa caída desesperada por procrear; es entonces cuando empiezan a "jugar" con ella. Aunque esta vez el juego traerá consecuencias, unas consecuencias que contribuirán a que aparezcan las primeras diferencias entre los inseparables hermanos Mantle, o que lo mismo acabarán uniéndolos aún más; quién sabe...

De ahí parte una historia que evoluciona de lo que es aparentemente una simple historia de engaños y celos, a una sórdida espiral de acontecimentos que nos hablan entre otras cosas de la obsesión y la degeneración humana, todo ello con el sello característico del director...

Siempre frío y casi distante es el ojo de Cronenberg, pero es un recurso necesario, pues historias tan oscuras difícilmente transmitirían lo mismo con un registro diferente. Así que, entre quirófanos, uniformes rojos, y unas penumbras afixiantes donde el primer brillo que se atisba es el del instrumental quirúrgico, disfrutaremos de una buena película (que no la mejor) entre el amplio abanico de buenas opciones que nos da a elegir el canadiense.

Mención aparte a la buena actuación de Jeremy Irons, que se basta para interpretar a ambos gemelos él solito con un éxito considerable... y destacar también el opening de la película; me encantan esos créditos, con esos dibujos y esa música...

Ya por último, y como contrapartida, decir que el ritmo es algo lento, y que le sobran cláramente algunos minutos; pero bueno, en general es una película muy recomendable. Eso sí, absténganse hipocondríacos o aprensivos. Le dejo un seis de nota; un seis que bien podría llegar a siete si su ritmo narrativo hubiese sido aún más contundente. No voy a extenderme más; a disfrutarla.
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92 de 120 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Sobrecogedora y turbulenta historia
Dead Ringers, traducida en España como Inseparables, es para muchos la obra maestra de David Cronenberg. El canadiense, director de culto, realizó en la década de los 80 una serie de películas de bajo presupuesto, llegando algunas de ellas a ser consideradas clásicos del género, como La mosca.

Cronenberg se aleja esta vez de sus últimas series B, se desmarca de las etiquetas que le fueron colgadas, y firma una escalofriante radiografía acerca de las bajezas y perversiones de la mente humana. Contando esta vez con un actor de gran nivel, y rodando de una manera más clásica, más efectiva y menos efectista. El hecho de caer en menos excesos de los que nos tenía acostumbrados le ayudó a convencer a la crítica que antes le denostaba. Como os decía, el protagonista de la cinta es uno de los intérpretes más solventes del panorama actual. Jeremy Irons da vida a los gemelos, en el mejor papel que jamás se le ha visto, a mi juicio.

Ambos personajes están trabajados admirablemente por Irons, de forma que, sólo observando el gesto de su cara o su forma de andar, podemos ya identificar de qué gemelo se trata. Elliot mira fijamente y camina de forma decidida; Beverly anda siempre con la mirada perdida, y suele vacilar en sus movimientos. Irons está fantástico.

Dos cosas más destacaría en esta película: su construcción narrativa y su atmósfera.

La primera secuencia, mostrando a los gemelos en su infancia, nos prepara el cuerpo para futuros desvaríos. A continuación, Cronenberg nos muestra la exitosa trayectoria de los médicos, digamos su brillante faceta pública. Más adelante, nos insinúa un incipiente lado oscuro, que se confirma poco a poco ante nuestra atónita mirada, y que se desboca en una espiral de locura y autodestrucción.

Cada escena es desencadenante de la siguiente, el director se muestra contenido para variar, y todo acontece a su debido tiempo. El desarrollo de la trama es adecuado, con un incremento progresivo de la angustia, la tensión narrativa y el ambiente irrespirable.

En cuanto a la atmósfera de la historia, Cronenberg sabe plasmar una vez más su personal modo de filmar. Sin duda, es otro de esos cineastas con universo propio. Es meritorio esto, pues denota que su cine no pierde la esencia, a pesar de no incluir sus habituales efectos gore, como comentábamos.

Así, a lo largo de su metraje, la película va desarrollando un clima asfixiante que termina por atrapar al espectador. Animaros a pasar un rato desagradable, en el buen sentido. Os advierto que yo estuve un par de horas revolviéndome en el sillón…
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