Morirse está en hebreo (2007)

Lunes 5 de noviembre, 6:00 pm, Cinemex Plaza Insurgentes. Y porque la crítica más confiable (llámese público conocedor) la recomienda así como mi necia afición por el cine de este país, he asistido este día para ver una obra fuera de lo común por temática y abordaje, en cuestiones de tipo dogmático, que su director decidió plantear desde una perspectiva relajada y amena. Es así como Alejandro Springall expone a partir de un suceso trágico como la muerte, los encuentros y separaciones de una familia mexicana practicante del judaísmo, todo durante una semana en el rito de duelo conocido como Shivá.

La peculiar visión de Springall permiten al espectador conocer un poco de las costumbres judías, encontrar similitudes con las que otros ejercemos, analizarlas y también cuestionar muchas de nuestras acciones con respecto a los valores, la ética y las creencias que han perdurado por siglos.

Por todo lo anterior, Morirse esta en Hebreo, es una comedia de alcance que supera la parodia inculta y soez de otras cintas del género en México.

A la cabeza de un reparto por demás particular y de interpretaciones correctas, ubicamos a Sergio Kleiner, David Ostrosky y Raquel Pankowsky, en quienes experimentar roles acartonados o de relleno en el ámbito televisivo, ahora demuestran lo que un actor puede ofrecer en papeles más elaborados. A ellos se unen Martha Roth, Guillermo Murray, Paloma Woolrich y Blanca Guerra a quien es inevitable esperar dentro del metraje, gracias a su experiencia dentro de la pantalla grande.

Y me pregunto ahora si yo hubiese sido un buen judío que sigue al pie las reglas de la tradición:

1. ¿Por qué sentarme en el piso? Si tengo los sillones "es más cómodo".
2. El agua y el jabón es primordial para los siete días de la semana, aun y esté de luto.
3. ¿Por qué privarme de los placeres culinarios?
4. Peor aun ¿Por qué privarme de los deseos sexuales?
5. Trabajo, dinero, trabajo, dinero, definitivamente como judío el dinero me es más importante, por tanto no puedo dejar de trabajar y tampoco de usar el teléfono.
6. La vida sin la risa es aburrida, hay que reír para superar la perdida.
7. Soy izquierdista, irreverente, intolerante y neurótico.

Definitivo no sería un buen judío.

Inevitable, tal vez encantador final. Tema muy, muy mexicano.
Desconozco totalmente las costumbres judías pero, de ser las que se presentan aquí; se entiende plenamente el choque que recibe la familia "judía" solo por descendencia, pues había evitado la religión hasta el momento en que el padre (El sí judío) muere. Hay que hacerle un velorio judío. La familia mas próxima desconoce lo ritos en su mayoría, lo cual provoca que los entiendan al mismo tiempo que nosotros; logrando una indentificación con los ignorantes personajes.
Los dos ancianos que enjuician el eterno destino del muertito, las múltiples hazañas que salen a la luz, el casi rabino nieto, junto con los secretos de familia que no pueden faltar en un funeral. Hacen las delicias en esta comedia. Sí, sobre la muerte de un judío.